Tras un largo periodo de silencio, vuelvo a ofreceros mis aportaciones uniéndome a la celebración el pasado 20 de marzo del Día Internacional de la Felicidad. Mi ausencia en este medio se ha debido a un periodo de cambio personal y profesional dirigido a potenciar mi propia felicidad y la vuestra. Cambio de vida y de residencia, así como de marca y perfil profesional. Vuelvo con energía renovada, con una nueva web y servicios que pongo a vuestra disposición, orientados más aún a la terapia y el coaching personal (on line y presencial). Mi misión sigue siendo la de crear FELICIDAD desde la estrategia del empoderamiento individual y colectivo como condición sine qua non. La felicidad es el leif motiv de mi presencia y acción en el mundo. Trato de sentirla a nivel personal de forma sostenida agradeciendo cada instante, así como de promoverla como profesional, siguiendo una corriente cada vez más visible en distintas disciplinas. Los recorridos son diversos pero el fin último es el mismo. Ser felices es lo que queremos. Es para lo que nacemos. Felicidad es lo que somos, aunque tristemente se nos olvida o la consideramos algo momentáneo y difícil de alcanzar...
La felicidad ha sido uno de los temas humanos que más análisis y discusión ha generado. ¿Qué es? ¿Cuáles son sus dimensiones y determinantes? ¿Viene dada por acontecimientos y elementos externos o es algo que depende del interior de cada persona? Los elementos que aparecen en la conocida canción “tres cosas hay en la vida salud, dinero y amor...” siguen siendo analizados por diferentes estudios, unidos a indicadores más contemporáneos como, por ejemplo, el uso de las nuevas tecnologías. Sabemos que el dinero no da la felicidad. A mi consulta acuden personas que aún teniendo un elevado estatus y dinero no se sienten felices. Amor (hacia uno/a mismo/a y otros/as) y salud (física y psico-emocional) ganan en el ranking de elementos promotores y predictores de la felicidad. Para vincularse de forma positiva con uno/a misma y otras personas la salud psico-emocional va a ser determinante.
En la línea de lo que sostienen Aristóteles, Platón u otros autores más actuales como Locke, Bentham o Punset, afirmo que somos felices cuando sostenemos en el tiempo un estado de bienestar, armonía y plenitud en todas las áreas de nuestra vida desde la reducción del miedo y el dolor y la satisfacción de nuestras necesidades físicas, afectivas, intelectuales y espirituales. El término bienestar aglutina tanto aspectos relativos a lo personal (autoestima, autoafirmación y autonomía) como a lo colectivo (vinculación, participación, cohesión e integración). Felicidad es bienestar y bienestar es salud física y psico-emocional. Así lo sostiene la OMS, que dictaminó en 1948 que “la salud es el estado completo de bienestar físico, mental y social y no la mera ausencia de enfermedad”. En la misma linea, la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas -ONU- que publicó recientemente el Informe Mundial 2013 de Felicidad, sostiene que el bienestar (emocional y psicológico) es un ingrediente fundamental en las mediciones del desarrollo económico y social en el mundo.
Como la propia ONU postula, los Estados y todas sus instituciones (incluidos los medios de comunicación) tienen como misión velar por la felicidad de la ciudadanía. Sin embargo, ¿apoyan realmente la felicidad de la mayoría de la población?¿Qué influencia tiene el sistema socioeconómico y las actuales políticas en la potenciación de la felicidad o en su detrimento? Según el estudio, España es el sexto país que más felicidad ha perdido desde 2007. España ha caído 20 puestos en las clasificaciones internacionales. Los motivos, la pérdida de Libertad, generosidad y apoyo entre personas (además del desempleo). Resultados similares relativos a España obtiene el estudio del Instituto de la Felicidad, con Eduardo Punset liderando la investigación, así como el de la Universidad Carlos III de Madrid. Independientemente de la subjetividad y validez de los resultados o de los indicadores utilizados (muchos de los cuales deberían ser revisados), el malestar español es evidente. Prueba de ello es la reciente movilización ciudadana 22M “Marcha de la Dignidad” que reunió, según la organización, a unos dos millones de personas y que ha sido considerada por la prensa internacional como la manifestación más numerosa de la historia española.
¿Es el dolor y el sufrimiento la verdadera naturaleza del ser humano? ¿Es nuestro estado habitual? Basta mirar a un niño/a o la naturaleza para observar que funciona con otros códigos. La armonía y el equilibrio suelen ser su base, aunque de forma ocasional efectivamente aparezcan situaciones de tensión y estrés. A pesar de las altas cotas de violencia y enfermedad, en medio de tanta sombra hay un “algo” impalpable, un elemento interno que mantiene vivas a millones de personas, que potencia sus defensas a los ataques diarios, que sigue dibujando su sonrisa, activando su motivación y su fuerza para seguir luchando diariamente por su subsistencia. Ese factor es el empoderamiento interno. Es nuestro poder para la vida. Un poder que el sistema se esfuerza en ahogar y mantener inconsciente para mantener su hegemonía.
El malestar está provocado por nuestro alto nivel de desempoderamiento personal y colectivo generado por la cultura del miedo y los valores del sistema patriarcal y neoliberal, interiorizados y creídos por millones de personas desde la infancia. La violencia, la crisis, la enfermedad... están generados por el desempoderamiento de la población. Una condición aprendida por mujeres y hombres (incluidas las personas que lideran el mundo), que nos aparta de la conciencia de unidad, la libertad, el (auto)amor, el poder personal y el potencial infinito con el que nacemos. El paradigma ganar/perder y la lógica tener-hacer-ser sobre el ganar/ganar y ser-hacer-tener forma parte de nuestras creencias y programación mental desempoderándonos. Las personas desempoderadas son más propensas a la (auto)violencia y a sufrir estados psicoemocionales negativos debido a factores internos y externos que interrelacionan entre sí. Las actitudes y comportamientos que una persona emprende ante la realidad externa van a determinar su bienestar o su sufrimiento ante los mismos acontecimientos. Por otro lado, la posición social y la situación de “no poder” también impactan de forma negativa. Las personas desempoderadas son “grupo de riesgo” en cuestiones de salud. El desempoderamiento genera infelicidad.
Ante el vacío y la presión institucional, la población se empodera de forma autónoma. Cada vez son más las personas que se acercan a la práctica cotidiana de técnicas para lograr salud y bienestar, solicitando servicios de medicinas complementarias y terapias consideradas de nueva generación (positivas). También se observa la creciente creación de redes y colectivos unidos con el fin de apoyarse en comunidad, volviendo al establecimiento de vínculos de autogestión similares a las tribus humanas más antiguas supuestamente “poco civilizadas”. Incluso comienzan a ser visibles los intentos que realizamos desde la consultoría organizacional y el coaching para promover la felicidad como estrategia básica de innovación y liderazgo como un modo necesario de superar la crisis y gestionar el talento. La felicidad es clave hoy por hoy. ¡Hay hasta congresos sobre la felicidad en el trabajo! Algo impensable hace unos años.
¿Qué es el desempoderamiento? ¿Qué es empoderarse? ¿Qué es la violencia? ¿Y la autoviolencia? ¿Mujeres y hombres sufren violencia de género? ¿Cómo potenciar la salud y el bienestar? ¿Como influyen las creencias en mi vida? ¿Cómo gestionar positivamente pensamientos, lenguaje, emociones, cuerpo y comportamientos? ¿Cómo promover la autoestima, clave del empoderamiento? ¿Puedo transformar el miedo? ¿Cómo transitar un duelo y perdonar? ¿Cómo crear vínculos positivos? Estos y otros temas relacionados con la terapia individual y de pareja y el coaching personal serán los temas que trataré en sucesivos artículos, aportando material audiovisual, bibliografía y links de interés.
Tras años de investigación, formación alrededor del mundo y trabajo con personas y organizaciones afirmo de forma contundente que la Felicidad es la rEvolución. Sólo la felicidad puede “curar” la infelicidad. La clave es empoderarse. Ser feliz es ser libre. Ser feliz es la ausencia de miedo. Ser feliz es amar-se. Ser feliz es conectar con tu poder interior. Ser feliz es agradecer. El camino para alcanzar la felicidad es elegir ser feliz. La felicidad es un camino. Tú eliges. Es una cuestión de voluntad ¡Pongamos de moda la felicidad!
RECOMENDACIONES
¡Haz cada día durante al menos 15 minutos algo que te guste!
Redes. Aprendiendo a ser felices
Hay 2 Comentarios
La felicidad no es una camiseta que se compra en el mercadillo, y que nos ponemos el fin de semana para irnos de paseo.
Y el lunes nos quitamos para ser infelices, trabando de lo que sea, o mal pagados a destajo.
La felicidad no es una abstracción ni una entelequia.
Ni una bobería.
Se dice de los monjes budistas que se sienten felices al no desear nada, con el desapego.
Indiferentes ante la realidad que se les viene encima, contemplan la vida pasar tal cual es, intentando solo no dejar de ser personas que piensan.
Y razonan, sin desentonar con la naturaleza, ejerciendo solo desde la compasión.
Se es feliz cuando se es consciente de quienes somos, de lo que hacemos, sin ánimo de lucro.
Sin la ambición de poseer ni posesionarnos, ya que estamos de paso, y nuestras alas son cortas.
Volamos raso.
Y a veces chocamos con cualquier risco que se nos pone en el camino aunque sea bajo.
Las personas conscientes de si mismas pueden ser felices sin ambicionar nada, solo existiendo y colaborando.
Generosamente cuando nada se precisa, se tiene todo, se lo va encontrando uno por el camino a cada paso.
Empezando por la dignidad.
Solo mirando.
Y tomando conciencia, de compartir colaborando con los demás, compartir el ciclo de la vida hasta donde llegue.
Aportando desde la responsabilidad.
Serenamente, nos venga por donde nos venga, porque es lo que nos toca por ser criaturas.
Al igual que pasa con el resto de seres, sin ser diferentes casi en nada.
Publicado por: Lekumberri | 25/03/2014 18:15:10
¿Pero es que ser feliz ha dejado de estar de moda alguna vez? Por favor, no culpabilicemos al infeliz por su infelicidad, que bastante tiene con lo que tiene, y muy probablemente no tenga toda la culpa.
PS: ¿Qué significa es o de "sin equanun"? ¿Que ahora cualquier iletrado puede ser doctor?
Publicado por: Bundle | 25/03/2014 17:20:34