Anders Breivik no está loco. O lo está a la manera de Hitler, Stalin, los jemeres rojos, Unabomber, Baruch Goldstein, Timothy McVeigh, la Tigresa Idoia, Bin Laden, los que estrellaron los aviones contra las Torres Gemelas, el terrorista de Toulouse Mohamed Merah y todos aquellos que, como lobos solitarios o en el seno de organizaciones, han predicado o practicado la matanza indiscriminada de seres humanos en nombre de determinados delirios ideológicos, raciales, nacionales o religiosos.
Breivik, el autor del doble atentado que el pasado julio mató a 77 personas en Noruega, comenzará a ser juzgado a partir del lunes 16 de abril. Un reciente informe psiquiátrico –el segundo; el primero decía lo contrario- ha concluido que está en plena posesión de sus facultades mentales y no se encontraba en un estado psicótico cuando cometió los matanzas. El propio Breivik acogió con satisfacción este diagnóstico. Él no se considera un loco, sino un combatiente contra la “islamización” de Noruega y Europa y sus “cómplices”, los progresistas.
Las ideas de Breivik se pueden leer en no pocas páginas en Internet de la ultraderecha europea y son compartidas por millones de votantes de formaciones de ese signo y por algunos de los que se inclinan por partidos conservadores más convencionales. Los inmigrantes musulmanes –pakistaníes, turcos, magrebíes- no habrían venido a Europa para buscarse la vida satisfaciendo así una demanda local de mano de obra, sobre todo en tareas que los aquí nacidos ya no querían hacer. Habrían venido como “quinta columna” de una “conspiración” para “islamizar” a Europa, y así prohibirnos el alcohol y el jamón y cubrir con ominosos velos a las mujeres.
Como señala Fernando Bravo López en un libro reciente –En casa ajena. Bases intelectuales del antisemitismo y la islamofobia (Edicions Bellaterra, 2012)- esta entelequia viene a ser el equivalente contemporáneo de los embustes antisemitas sobre los Protocolos de los Sabios de Sion que fueron los autores intelectuales del Holocausto.
Sin olvidarse de la secular “cuestión judía”, esa ultraderecha que reivindica la superioridad del hombre blanco y de raíces cristianas sitúa ahora la “cuestión musulmana” en el primer plano de su agenda. Breivik no fue el único ultraderechista que mató en Europa en 2011. En noviembre, Alemania descubrió que un trío neonazi de asesinos en serie de inmigrantes turcos llevaba una década actuando en ese país sin que la Policía y los servicios de inteligencia se hubieran dado por enterados. A la banda, conocida como Resistencia Nacionalsocialista, se le atribuyen al menos diez asesinatos,dos atentados con bombas y más de catorce atracos. Y el 13 de diciembre, Gianluca Casseri, un extremista de derecha italiano, mató con un Magnum 357 a dos vendedores ambulantes senegaleses e hirió gravemente a otros tres en dos mercados diferentes de Florencia, tras lo cual se suicidó.
Al tratar los casos Breivik y Merah, el doble rasero de cierta prensa conservadora europea ha sido de manual. El primero es un “loco” sin identidad racial, religiosa o ideológica; el segundo es un “terrorista” de origen árabe, religión musulmana e ideología yihadista. El primero, sin duda, actuó solo; el segundo, no pudo cometer individualmente sus crímenes, debió tener apoyos, hay que buscarlos… Y, si no se encuentran más allá de algún pariente cercano, hay que detener a sus correligionarios ideológicos y procesarlos o expulsarlos de inmediato.
A tenor de las investigaciones, Merah, con independencia de sus creencias ideológicas, actuó en solitario, según informó, entre otros, The New York Times. Eso no impide que la ideas totalitarias del salafismo y, ya no digamos, el terrorismo yihadista sean monstruos a combatir por tierra, mar y aire, como debiera serlo el ultraderechismo islamófobo por mucho que Breivik también actuara por su cuenta y riesgo.
Le Nouvel Observateur acaba de publicar un muy completo reportaje sobre Breivik titulado Dans la tête du tueur aux yeux bleus. Cuenta Anne-Françoise Hivert que, esperando acciones yihadistas, los servicios policiales y de inteligencia noruegos consideraban “poco seria” la hipótesis de atentados ultraderechistas y que esos servicios, al igual que la clase política y la inmensa mayoría del país, se quedaron de piedra al saber que la doble matanza del 22 de julio de 2011 había sido cometida por “uno de los suyos”, un tipo alto, rubio y de ojos azules que decía querer defender a la raza noruega de los invasores musulmanes y sus cómplices socialdemócratas.
Continúa la periodista francesa citando al psicólogo noruego Svenn Torgensen (“la cuestión de la locura no se habría planteado de haber sido un terrorista islamista”) y a Abdulkadir Dogan, padre de una de las niñas asesinadas por Breivik (“Bin Laden nunca fue presentado como un esquizofrénico paranoide, sino como un terrorista musulmán”).
Breivik preparó sus atentados con minuciosidad, los ejecutó con frialdad escalofriante (en la isla de Utoya remataba a los heridos con tiros a la cabeza) y los justificó en el manifiesto de 1.500 páginas que difundió previamente en Internet, donde denunciaba la “conspiración” para convertir el Viejo Continente en una “Eurabia islamizada”. Había sido miembro o simpatizante del populista y xenófobo Partido del Progreso (Fremskrittspartiet), el segundo más votado en las legislativas de 1997, y se fue radicalizando aún en más en solitario a través de páginas web ultraderechistas.
Desde su detención, Breivik se mantiene tranquilo y desafiante, afirma que es un resistente de la Orden de los Templarios de Europa y dice esperar con impaciencia el juicio en el que podrá expresar sus opiniones políticas.
Es, sin duda, un narcisista y probablemente también un sociópata. Como lo era Merah. Eso sí, sociópatas con una visión del mundo compartida por otros. No están solos aunque hayan ido solos hasta el final de su delirio. Y es ahí, en la expansión de visiones del mundo que preconizan el odio al que es diferente en base a criterios raciales, nacionales, religiosos o ideológicos, dónde el horror ante salvajes comportamientos individuales debería convertirse en inquietud y en acción. Hay determinadas ideas que pueden terminar matando.
Hay 19 Comentarios
Si una persona que es capaz de matar a 77 personas no está loco... no se quien puede estarlo...
Publicado por: Diego - Asesoria Fiscal | 08/05/2012 7:22:13
no está ni es ni se hace el loco, tiene una ideología y la pone en práctica, la ha llevado a cabo como lo planeó, y ha dicho q incluso volvería a hacerlo. no tenemós que camuflar, hay gente q viola, mata, roba. a la cárcel sin prescripción q valga.
Publicado por: sozio | 18/04/2012 15:21:04
Excelente opinion. Viví por un tiempo en la ciudad de Londres y tuve la oportunidad de conocer algunas de las principales ciudades de Europa. En mi opinion es que el ideario general de las sociedad europea es de respeto hacia otras culturas. Sin embargo existe en el fondo un sentimiento de resistencia hacia el multiculturalismo, por supuesto no de todas las personas. El problema es que el rechazo no es exclusivo de los grupos de ultraderecha, por ejemplo en algunos barrios de Londres se imponian normas islamicas que van en contra de los valores britanicos. Es un tema delicado y dificil de tratar.
Publicado por: John Vasquez | 16/04/2012 17:38:13
Lo peor del caso es que este asesino está convencido de que tiene razón...algo así como: "no estoy loco, sé lo que quiero"...¡demencial!
Publicado por: felizísima fortuna | 16/04/2012 2:47:05
Antifachas,tu forma de insultar opiniones te descarta para las mismas.A nadie le gustan los extremos,hablando de ultras o islamistas, me extraña que comentarios insultantes como los tuyos sean permitidos,¿libertad de expresión o libertinaje?
Publicado por: RPort | 15/04/2012 12:23:26
Es impresentable que tengamos que seguir viendo al menos una vez al mes la sonrisa cínica y caduca de este criminal al cual visten de chaqueta y corbata, no entiendo por qué razón...
La locura tiene una antesala: dejar que se enfríe el corazón, la insensibilidad, la falta de generosidad y de compasión.
Lo triste es que Breivik no sienta arrepentimiento de lo que hizo. Nos avergüenza a todos como humanos pensar que se pueda llegar a tener tanta carencia de escrúpulos...Es algo que nos denigra como raza humana. Paz para todos!
Publicado por: JavierCanarias | 14/04/2012 14:52:07
¿Dónde está el límite entre normalidad y locura?
¿ Alguien aqui puede difinir locura?
Porque se no podemos definir con precisión, tampoco podemos afirmar con precisión que uno esta loco o no.
Publicado por: Miguel | 14/04/2012 13:36:25
El morbo, esa atracción irresistible, casi a hurtadillas, que los tabúes han despertado siempre en el hombre, alcanza su clímax en los asuntos capitales. Esto es un hecho. Pero no por ello debemos dejar de analizar este tipo de comportamientos asociales, no adaptativos. Sobretodo cuando la reacción por parte del 'mass media' deja al descubierto la forma de los filtros por los que destilan la información y que evidentemente responde a un orden establecido y unos intereses concretos. Somos en cierto modo fichas de dominó cayendo unas sobre otras, pues el efecto último de la máquinaria pasa por este post y acaba en la mente reaccionaria, extrema, en la que se inflaman ideas peligrosas. Muy buen artículo!
Publicado por: Shaker | 14/04/2012 12:12:22
No entiendo, que en países que se llaman culturizados, se pierda tanto tiempo, en juzgar a un asesino. Así conseguirán, que prospere la especie.
Publicado por: Ludovico | 14/04/2012 9:20:31
No está loco; es un enfermo de conciencia como los precedentemente mencionados. lolamontesamuriza.blogspot.com La enfermedad de conciencia
Publicado por: L.Montes Amuriza | 14/04/2012 8:57:51
Ahora solo falta usted, por escribir PURO MORBO al estilo más amarillista del amarillismo, delito falaz dónde los hubiere.....
Publicado por: farah y los clones | 14/04/2012 7:50:22
Es que hay que diferenciar entre el fanatismo y las enfermedades mentales. No es ni remotamente lo mismo. Pero la confusión entre una cosa y otra es tremenda. Hace muchos años que trabajo en el ámbito de la salud mental, y tengo la impresión de que los que realmente tienen clara la diferencia son los propios locos. Y no es ironía. Me ha parecido muy pertinente este artículo. Gracias.
Publicado por: Felipe | 14/04/2012 6:48:01
Entiendo que el tema del post trata de indicar cómo se actúa ante la opinión publica internacional en asuntos que conmocionan gravemente. Y que incluso en asunto tan sensible, existen diferencias entre unos y otros.
Lo cierto es que el público trata siempre de comprender, de asimilar las noticias, por escalofriantes que estas sean y para ello trata de buscar una explicación. Se tira mucho de las enfermedades mentales a la hora de tranquilizar. Porque resulta muy doloroso tener que integrar a semejantes protagonistas en nuestra especie.
Ante la repulsa y la negación y la imposibilidad de asumirlo, las enfermedades o pulsiones estimuladas por el consumo de estupefacientes, se utilizan como tranquilizante para conseguir un efecto placebo en la opinión pública.
Estoy de acuerdo en que se evidencias prejuicios raciales e ideológicos a la hora de tratar a unos sujetos o a otros.
Pero lo que me gustaría comentar es la fascinación que generan en otros semejantes. Seres humanos que perciben el asesinato sin ningún tipo de contención. Es muy fácil caer en ello cuando la guerra se ha declarado. La defensa de la propia vida o de las de quienes queremos, actúa como inhibidor del crimen. Y el eufemismo con el que se tratan los conflictos en este siglo, hiere. Muchos eluden la cura. Y exaltan caractéres que reprimimos. Solamente algunos pasan a la acción. se giran sobre si mismos, desafiando. Yo me pregunto por qué confiamos tanto en los milagros, en el azar. Por qué esa racanería extrema en los sistemas preventivos.
Publicado por: Belén Mtnez. Oliete | 13/04/2012 22:08:56
Totalmente de acuerdo con Clara. Creo que el Sr. Valenzuela ha dejado clarísimo el peligro de cualquier tipo de violencia no solo en este si en todos los que escribe. Por cierto, gracias Javier por informarnos.
Publicado por: Angie | 13/04/2012 19:55:00
El energumeno ese que escribe bajo el alias de Antifachas (raro nickname para alguien que expone ideas tan fascistas, racistas y homofobas) es la prueba del nueve que confirma la exactitud de lo escrito en este articulo. Yo no borraría este comentario que se desnuda a si mismo. Me pregunto ademas que tendran que ver Israel o lo de Iran con este articulo. Esa es otra movida. Falso Antifachas, un gran ????
Publicado por: Clara | 13/04/2012 19:30:45
¿SÓLO CONTRA ISRAEL ESCRIBES TU, MARICÓN HIJO DE PUTA? ¿No dices nada ahora de Gunter Grass y su pseudo-poema antiisraelí? ¿Tampoco tu te has enterado que los ayatolas niegan el Holocausto y prometen 'borrar del mapa Israel'? No obstante eso ¿también tu considera a Israel como el peligroso, y no a esos fachas persas? ¿ES QUE SÓLO FOLLAS CON MOROS BARATOS, MEZQUINO MARICÓN ?
Publicado por: Antifachas | 13/04/2012 19:09:27
¿SÓLO CONTRA ISRAEL ESCRIBES TU, MARICÓN HIJO DE PUTA? ¿No dices nada ahora de Gunter Grass y su pseudo-poema antiisraelí? ¿Tampoco tu te has enterado que los ayatolas niegan el Holocausto y prometen 'borrar del mapa Israel'? No obstante eso ¿también tu considera a Israel como el peligroso, y no a esos fachas persas? ¿ES QUE SÓLO FOLLAS CON MOROS BARATOS, MEZQUINO MARICÓN ?
Publicado por: Antifachas | 13/04/2012 19:09:25
Un primer parrafo de antología, lo comparto. Como le gusta el genero policiaco, imagino que ya ha visto Grupo Siete, una peli tambien de antologia. Saludosy buen finde
Publicado por: Emma | 13/04/2012 18:19:50
Javier, tambien en muchas tertulias y foros en la Red se dicen en España unas cosas tremendas contra los "moros" y se llama a una nueva Reconquista. Pero nadie habla de eso.
Publicado por: Loren | 13/04/2012 16:22:11