Recorro los anaqueles, desempolvo mi
memoria libresca de estas últimas décadas en busca de esos títulos
que debo conservar, a toda costa, del fuego del olvido. No es tarea
fácil. Cada autor, cada texto elegido… es un acto de traición al
resto. Realizar una lista con los imprescindible se convierte en algo
tan personal como elegir el nombre de un hijo o seleccionar esa
pareja que nos acompañará en los momentos más íntimos. Porque las
buenas obras terminan siendo –una vez leídas- como seres con los
que compartiremos el resto de nuestras vidas. Les hemos otorgado un
lugar destacado en nuestra evocaciones, porque ellos llevan parte de
nosotros mismos, de nuestras dudas, pasiones, desencantos y
esperanzas. Si intentamos un decálogo de los mejores libros de las
últimas décadas, más bien nos saldrá un inventario de aquellos
que nos impactaron y nos dejaron sin aliento. Una enumeración de los
que lograron cambiarnos, de manera profunda e irreversible.
Aquí van los míos:
Los detectives salvajes
(1998) de Roberto Bolaño
Tras las huellas de la escritora
Cesárea Tinajero, se van Arturo Belano y Ulises Lima en una
indagación que durará veinte años. Superposición de pesquisas,
que se centran en la búsqueda de esa poeta exponente del realismo
visceral, pero que van más allá para sondear también los límites
de la literatura, la política y los ideales. Replanteo y burla del
arte mismo, Los detectives salvajes no se desprenden de ese
regusto de la novela negra que recorre la obra de Bolaño pero
también echa mano de ciertas estructuras de la novela histórica y
con buena dosis de tragedia –al más apegado estilo clásico- que
lleva a los personajes hacia un fatalismo que el lector puede
predecir desde las primeras páginas. Insatisfacción, mentira,
ideales que estallan, van tejiendo una historia dura, desacralizadora
e irreverente. Una burla, como una mueca; una sonrisa como un grito.
El hombre que amaba los perros
(2009) de Leonardo Padura
En su páginas se desgrana una completa investigación histórica
sobre los últimos años en la vida de Liev Davidovich Bronstein,
alias Trosky. Con saltos desde un presente quedado atrás hacia
varios puntos del pasado, el texto va describiendo también el ocaso
de dos revoluciones, la rusa y la cubana. El eje es la historia de
Ramón Mercader, quien asesinó a Trosky en México y encontró
posterior refugio en La Habana de Fidel Castro. Leonardo Padura
coloca parte de la narración en la voz de Iván Cárdenas, un cubano
hundido en las penurias del Período Especial con su crisis
habitacional, su escases de alimentos y su falta de expectativas. Es
éste el hombre que escuchará de boca del propio Mercader
–enmascarado tras una falsa personalidad- los detalles del
homicidio y del contexto en que ocurrió. Un libro demoledor, que
arrasa del todo con esas historias ensalzadas desde un oficialismo
tan mitómano como peligroso, que se erigió en la URSS y de cuyos
vicios y costumbres es discípulo el oficialismo cubano.
Soldados de Salamina (2001)
de Javier Cercas
El testimonio de Antonio Miralles remata esta novela de Javier Cercas
sobre la turbulenta y contradictoria época de la Guerra Civil
española. Justo cuando las tropas nacionales avanzan hacia Cataluña,
el escritor e ideólogo de la Falange Española, Rafael Sánchez
Mazas logra escapar de un fusilamiento colectivo. Un soldado
republicano da con él, pero termina perdonándole la vida y
dejándolo huir. La
heroicidad como traición, o el apego cabal al tirón de la compasión
trastocado en acto que deja libre el camino a la barbarie. El héroe
que no puede ser considerado así, ya actúa por arranques casi
irracionales y contra toda norma. El hombre anónimo que deja
prevalecer su voz interior y que la guerra coloca en situaciones
donde la bondad y la conmisceración sobran.
La fiesta del chivo (2000)
de Mario Vargas Llosa
Publicada en el año 2000 esta novela resultó premonitoria para la
historia posterior de Latinoamérica. Cuando ya la mayoría de los
críticos literarios daban por superada la literatura sobre la
dictadura, Mario Vargas Llosa retomó la figura del sátrapa
dominicano Rafael Leónidas Trujillo. Poco tiempo después los nuevos
autoritarismos instalados en nuestro continente, nos harían
reflexionar sobre si La Fiesta del Chivo era una novela de sucesos
pasados o de realidades actuales. Con una tensión dramática
envidiable, el libro reconstruye a un hombre gozando de un poder casi
absoluto y expresándolo en el excentricismo, el derecho de pernada,
los caprichos, el regusto por humillar a quienes lo rodean… un
condensado de los peores sátrapas que han asolado nuestra tierras.
La trama tiene tres líneas argumentales que se van mezclando y
se precipitan el final. Por una lado el regreso de Urania Cabral a la
República dominicana después de largos años de exilio, por otro la
historia de los hombres que planean el magnicidio de Trujillo y por
último el plano que parte de él mismo, en su último día de vida.
Con la escritura de obra magistral Mario Vargas Llosa se consagra
como el novelista versátil, agudo y acucioso en sus investigaciones,
que resultaría premiado con el Nobel de Literatura en 2010.
Gomorra (2008)
de
Roberto Saviano
Combinación de géneros a medio camino entre la investigación
periodística y la literatura. Relato real, crudo, hacia los abismos
empresariales y delictivos de la Camorra napolitana. El consumo y las
mercancías marcando el tempo de la trama. Las cosas como
motivo de placer y de sufrimiento. El lujo más rebuscado apoyado en
el fango del crimen y de la ilegalidad. Saviano logra también
seguirle la ruta a los residuos tóxicos, muchos de los cuales
terminan en los campos italianos ensuciando incluso el entorno de
quienes se dedican al tráfico de la basura. Un libro sumamente
documentado, inquietante que le cambió la vida a su autor y lo
colocó en la mirilla de una de las más peligrosas entidades
criminales del mundo.
El día del oprichnik
(2006) por Vladimir Sorokin
La Rusia imaginaria de 2027 es el escenario en que se
desarrolla la historia futurista de esta novela. Pero sus verdaderas
raíces están en el pasado, en la época de Iván el Terrible cuando
éste creó La Opríchnina, su despiadada guardia personal. El
protagonista se llama Andréy Komyaga y el lector le pisará los
talones durante todo un día de su feroz vida. Una mordaz e
inteligente crítica a las sociedades autoritarias, especialmente a
una Rusia que no puede sacudirse su pasado zarista, que vuelve una y
otra vez en la figura de un Stalin o de un Putin. Una novela de una
brutalidad cuya descripción horroriza al lector, cual sangre durante
la matanza. Con aires orwellianos donde el individuo se convierte en
pieza que el poder maneja a su antojo. El exterminio sobre el
contrincante, que incluye el saqueo de sus riquezas y la violación
de sus viudas, completan la analogía de lo que ha sido la actitud
ante el adversario político en buena parte de la historia rusa del
pasado y del presente. Una novela donde se echa mano del futuro, sólo
como truco para intranquilizarnos con el presente.
La montaña del alma (1990)
de Gao Xingjiang
Un viaje por la
China rural en busca de la legendaria montaña Lingshan, lleva al
autor de este libro a través de las hebras que tejen la identidad de
ese enorme país. Después de ser diagnosticado erróneamente con un
cáncer de pulmón, Xingjiang recorre su patria y en el camino
compila leyendas, historias, testimonios, poemas de las personas con
las que se va topando en el camino, conforman el increíble
calidoscopio de vida, ilusión y dolor que le presenta al lector en
este libro. Obra polifónica, que mezcla elementos de una novela
épica, pero también lírica e intimista. Su autor, con una vasta
referencialidad y cultura, logra que su conciencia fluya libremente
en las más de 700 páginas del texto. Las críticas al sistema chino
y a su política cultural resultan mordaces y demoledoras. El propio
Xingjian experimentó en carne propia la presión de la censura y del
ostracismo editorial. De ahí que La montaña del alma
trasciende la historia para convertirse también en memoria de una
nación contradictoria y enorme. En el año 2000 Gao Xingjiang obtuvo
el premio Nobel de Literatura y recibió la noticia en un modesto
suburbio de París donde vive exiliado desde 1987.
Ensayo sobre la ceguera
(1995) de Jorge Saramago
Frente aun
semáforo, un hombre comienza a perder la visión y a partir de él
una rara epidemia de ceguera recorre todo el país. La primera medida
es colocar en cuarentena a los infectados pero el número crece y
cada vez son menos lo que logran ver. Las bajas pasiones afloran, los
instintos más primitivos y la lucha por la sobrevivencia se expresan
sin control. Una metáfora directa sobre la enajenación y las
actitudes despiadadas que generan las sociedades modernas. Sin
embargo, algunos personajes conservan la capacidad de ver y en ese
punto se nos insta a reflexionar sobre la responsabilidad de tener
los ojos abiertos cuando tantos otros lo cierran. Una novela que
llama a recuperar la lucidez y la conciencia. El autor no hace para
nada fácil la lectura, obviando los nombres de los personajes,
estructurando larguísimas oraciones con muy poca puntuación.
“Ensayo sobre la ceguera” causa malestar desde la primera página,
cumpliendo así el objetivo de sacudirnos e inquietarnos. No en balde
tres años después de la publicación de este libro, Saramago se
alzaría con el Nobel de Literatura.
LTI. La lengua del tercer Reich
(1947, reeditada en 2001) de Víctor Klemperer
Aunque fue
publicado por primera vez hace más de medio siglo , este libro ha
tenido un segundo nacimiento ante los ojos de miles de lectores.
Klemperer nos propone una minuciosa guía de cómo se expresó
verbalmente no sólo el nazismo, sino también la escuela de oratoria
y semántica que éste dejó para los totalitarismos posteriores. La
constante adulteración de términos y la habilidad para desvirtuar
conceptos, fueron algunos de los métodos de sometimiento que empleó
el Tercer Reich. La apropiación de ideas como las del heroísmo,
falsificándolas y ajustándolas a su conveniencia, ayudaron a la
propaganda nazi a adocenar a millones de alemanes. Un andamiaje
verbal que caía sobre los oídos constantemente y que impregnaba
cada espacio de la vida social, académica, artística, empresarial e
informativa. No era necesario crear nuevas fórmulas o conceptos,
sino apropiarse de ellos hasta vaciarlos de todo su significado
anterior. Lo desmesurado de este tipo de discurso y su constante
jactancia calaron en muchos otros líderes que con posterioridad
intentaron someter también –desde la tribuna- a sus pueblos.
Después de la lectura de La Lengua del Tercer Reich ya no podremos
volver a escuchar los parloteos de un caudillo o los excesos de una
propaganda oficial, sin que nos salte el fantasma del fascismo.
Persépolis (2000) de Marjane Satrapi
Novela gráfica,
en estos tiempos que corren los libros con “figuritas” nos
parecen simples divertimentos. Sin embargo, Persépolis nos hace
dejar esa predisposición a un lado desde sus primeras páginas. Nos
obliga a compartir la angustia de una niña, devenida adolescente y
joven bajo un régimen fundamentalista islámico. La historia
comienza en 1979 cuando Irán es escenario de un profundo cambio
político que pone fin a medio siglo de control del sha de Persia y
comienza la llamada república islámica. Desde los ojos de esa
pequeña educada dentro de una familia progresista, el lector asiste
a la trasmutación de un ideal social en un integrismo autoritario.
El camino que queda es el exilio, hacia donde Marjane Satrapi parte
convencida de que ya no cabe en una sociedad con demasiadas
prohibiciones y excesivos castigos. Plasmar por escrito y en
historietas su biografía, arroja luz a la situación que viven
millones de personas en Irán. Un libro lleno de ternura, narrado por
una voz infantil que también habla con Dios, que se cree una profeta
capaz de seguir el camino de Mahoma o de Jesús, pero que va
descubriendo que en la tierra –a diferencia de esos paraísos
celestiales- abundan el dolor y el miedo.
Hasta aquí mi
ejercicio de traición. Ninguno me lo perdonara, ni los libros
incluidos ni los descartados. Redactar una lista con esos textos
imprescindibles de las últimas décadas, me deja al concluir con
peor sabor que al comenzarla.