Autora invitada: María Lourdes Gago García, abogada de Cáritas, profesora de Formación y Orientación Laboral, miembro de la Plataforma 0'7, cristiana de base.
La Iglesia es una institución con una gran diversidad en su seno, que se extiende en los cinco continentes y que abarca personas y culturas muy diferentes, por ello es imposible en pocas líneas abordar todos los retos a los que puede enfrentarse la Iglesia hoy día, y máxime cuando quien escribe no es una analista de esta materia. Simplemente abordaré una cuestión que a mí me parece esencial como cristiana y católica.
La puerta se cierra, los cardenales se reúnen para elegir el nuevo Papa. Fotografía de AFP.
El 10 de marzo, el Evangelio La Parábola del Hijo
Pródigo nos recordaba que existe un Padre que siempre está dispuesto acogernos
y cuidarnos hagamos lo que hagamos. Para mí, este gesto de acogida, de amor, es
uno de los grandes retos que tiene la Iglesia hoy en día. Muchas personas han
tenido algún contacto con la Iglesia Católica en su niñez, en su juventud o en
la edad adulta, y si bien es verdad que en España aún existe un catolicismo
arraigado en muchas personas, otras muchas se han alejado o no han encontrado
su sitio en esta confesión religiosa. La Iglesia debe mostrar y dar amor a
todos los seres humanos. El reto es muy grande, ser testigo de Jesucristo es muy
difícil, es una tarea exigente, que nos obliga a los creyentes a dar testimonio
con nuestra vida de aquello en lo que creemos.
Hemos de estar y parecer enamorados de los valores que vivió Jesucristo. La Iglesia debe vivir enamorada de la justicia, que para mí significa estar al lado de los que más sufren, acoger y ayudar a los más débiles, sea cual sea el motivo de su situación, que puede tener causas múltiples y, por supuesto, no coincidentes todas ellas en la misma persona: pobreza económica, educativa, desarraigo social, exclusión económica o social, enfermedad, o desempleo entre otras.
No se puede decir que la Iglesia hoy día no trabaje en esta línea apuntada. Podemos acerarnos a muchas de las instituciones que en este momento trabajan con los más débiles y muchas de ellas están relacionadas directamente con instituciones pertenecientes a la Iglesia Católica. Cientos de misioneros dejándose la vida en países olvidados, miles de voluntarios compartiendo su vida en España y fuera, en organizaciones como Manos Unidas, Caritas, comedores sociales, u hospitales de congregaciones religiosas. Todos éstos realizan un trabajo inmenso, con mucho esfuerzo por parte de su personal laboral y voluntarios, y normalmente con pocos recursos.
Considero, no obstante, que se puede agrandar el círculo. Hay que mantener lo que se hace y extender los focos de actuación tanto territorial como humanamente, acercándose a comunidades o grupos de personas que por circunstancias diversas la vida les ha situado en circunstancias difíciles, a veces experimentando un importante rechazo social; personas divorciadas, parejas del mismo sexo, familias monoparentales, personas que profesan otras religiones, etc. Mostrar cercanía y afecto a estas personas, que se sientan escuchados, apoyados y queridos, y también recibir de ellos y dejarnos querer es un reto que creo no se puede dejar escapar. Seguramente que quien trabaja en la Iglesia en la actualidad en estas pastorales lo hace poniendo mucho esfuerzo, su mejor voluntad, sabiduría y cariño de su parte, pero puesto que la sociedad actual evoluciona muy rápidamente y con grandes cambios habrá que buscar nuevas fórmulas para lograr posiciones de encuentro. El reto es enorme y el trabajo es de todas las personas que formamos parte de la Iglesia.
Hay 2 Comentarios
Maria, por qué resulta tán difícil pasar de las papabras a los hechos. El genio de Cervantes, profesional de excelencia ya nos enseñó en sus obras que de lo dicho a lo hecho hay gran trecho. Y cómo!
Sou católico por nacimiento, en nuestra España, por formación y por convicción. Naci pobre, vivi pobre,apesar de ser burgués profesionalmente y me dedico a los más pobres. Ya fui preso y hasta hoy soy perseguido por estar con los pobres.. Lo que más me espanta es que los que más se oponen de hecho a los pobres son los católicos. La España, formalmente católica desde siglos, siempre ha invadido a los pobres. Tiene enormes congregaciones y organizaciones para servir a lo pobres, pero cada dia hay más pobres. Fíjate en los que mandan en Espanã y verás las diferencias entre lo que dicen y hacen.
Pienso que el Papa Francisco, de cara de Padre Nuestro, el Bueno, dará, apesar del peso de la estrutura del poder, um movimiento hacia la pobreza de hecho y no de dicho.Ayudemos a este movimiento social.
Publicado por: Jorge Solivellas Perelló | 18/03/2013 14:02:36
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Publicado por: Barco | 18/03/2013 9:31:49