Autora invitada: Mª Ángeles López Romero (periodista y escritora, redactora jefe de la Revista 21).
Durante los últimos tiempos muchos se han sentido abochornados, acobardados por la imagen que de la Iglesia y las creencias se ha transmitido en los medios de comunicación españoles. Saben de sobra que no es esa toda la Iglesia: la de las manifestaciones contra el matrimonio homosexual y el silencio ominoso frente a los desahucios o los abusos del capital. Lo saben porque ellos mismos se sienten Iglesia en su día a día. Acuden a su parroquia, colaboran con Cáritas, atienden a los inmigrantes o visitan a los presos, tienen amigos gays, hijos divorciados, ¿cómo no? Son como todos los demás. Pero son cristianos. Y sí: se sienten miembros de una amplia y heterogénea comunidad de creyentes en la que caben desde la explosiva religiosa Teresa Forcades hasta el incendiario obispo de Córdoba. Y esto es difícil de explicar y complicado de entender. Cómo se siente uno Iglesia si abomina de ciertas declaraciones oficiales. Si no se considera representado por los discursos apocalípticos, condenatorios, moralizantes, apologéticos, adoctrinadores... Si vota al PSOE (¡pecado mortal!) o es enlace sindical por CCOO.
El Papa Francisco lavando y besando los pies de los reclusos durante la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. El Papa lavó los pies a doce jóvenes, entre ellos dos mujeres. EFE/Osservatore Romano
Por eso muchos creyentes españoles han respirado estos días. Laicos y laicas, sacerdotes, religiosos y religiosas se están agarrando al clavo ardiendo de los primeros gestos papales que prometen apertura, sencillez, actitud dialogante, para sonreír algo aliviados. Están ilusionados. Quizás en exceso. Eso es aún imposible saberlo. Pero creen que su Iglesia –porque es tan suya como del que más– puede volver en su versión más oficial a la senda del mensaje de Jesús recogido en los Evangelios. Confían en que lleguen los cambios, las reformas. Que recuperen su espacio los profetas y se callen por un tiempo los fariseos. Que hable solo el amor, y no la norma.
Son la periferia de una Iglesia piramidal que solo muestra en los medios su cúspide más reducida. Pero que existe. Y lo hace las más de las veces con una extraordinaria coherencia de vida y pareja prudencia a la hora de presentarse en sociedad. Que, aunque diezmada, resiste los variados embates del aburguesamiento consumista, el conservadurismo paralizante, el “trompeteo” apocalíptico y la manía persecutoria. Ahora tienen una nueva oportunidad. O eso creen, que el tiempo dirá y mientras tanto la esperanza es una cometa fácil de echar a volar. Pero los medios de comunicación no deberían olvidar que ellos también existen y son. Que pueden ser voz acreditada de la fe. Otra voz. Más cálida y comprensible que ese altavoz oficial que nos hemos cansado de escuchar atronar.
Ellos más que nadie merecen que el clavo deje de arder y se vuelva firme y resistente apoyo para, desde él, emprender las necesarias reformas y afianzar los ahora desvencijados tablones de una Iglesia que tiene que serlo de los pobres, libre, sencilla, dialogante, democrática y abierta. Una Iglesia sin dicotomías lacerantes entre sus pastores y el pueblo de Dios que, como siempre y hasta ahora, pase lo que pase, seguirá ahí, trabajando duro para sentar las bases de un mundo mejor.
Hay 1 Comentarios
Muy buen artículo! Yo soy de esa Iglesia escondida ... que no piensa como los obispos españoles, SÍ, yo voto a los partidos de izquierdas. Y soy creyente. Ójala los españoles sepan que todos en la Iglesia no pensamos como los obispos, que hay cristianos a favor del aborto, en contra de los desahucios, a favor de la unión entre dos hombres o dos mujeres! Así dejarán de criminalizar a toda la Iglesia, cuando somos, los que estamos más abajo, los que somos voluntarios en centro de acogida, comedores, educamos a hijos de inmigrantes ...
Por favor daros cuenta de eso, y dejad de criminalizar a la Iglesia, cuando son unos pocos (obispos) los que dicen hablar en nombre de todos ...
Si dejamos de criticarnos los unos a los otros, cristianos- ateos-agnósticos-musulmanes ... y remamos en la misma dirección, ayudando a los demás como voluntarios, seguro que éste país saldría adelante más deprisa
Publicado por: David | 06/04/2013 13:09:10