Hoy traemos la primera entrada de una nueva serie sobre música religiosa de todos los estilos, tendencias y religiones.
Estamos en mayo, el mes de la Virgen María, según la tradición católica del hemisferio norte, y quién no recuerda uno de los temas más clásicos de esta época del año: Con flores a María. Se trata de un poema popular del que se desconoce su autor.
Vamos a intentar ser un poco más serios y centrarnos en un tema que ha sido muy versionado a lo largo de los siglos, el Ave María.
Se trata de una de las oraciones católicas más tradicionales, dedicada a María. Tiene su fundamento en el Evangelio de san Lucas. Está compuesta de dos partes: en la primera se recogen los pasajes bíblicos del saludo del arcángel Gabriel en la Anunciación (Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo) y el de su parienta Isabel, llena del Espíritu Santo, cuando María fue a visitarla (Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre). La segunda parte es una súplica tradicional católica, que no es aceptada ni por las iglesias ortodoxas ni por las católicas orientales, en la que se pide la ayuda de María, a la que se trata de Madre de Dios (Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén).
Vamos a escuchar una de las versiones más antiguas que he encontrado, se trata de un Ave María gregoriano.
Y ahora un clásico, favorito en muchas bodas: el Ave María de Schubert. Esta pieza tiene una historia muy curiosa porque no fue compuesta como un tema religioso. En un primer momento se trató de un arreglo que Schubert hizo de una canción popular del poemario épico de Walter Scott, La dama del lago. En el poema original, la protagonista se esconde junto a su padre en una cueva para evitar la venganza del rey y canta una oración a la Virgen María pidiendo su ayuda. El inicio de la canción y del estribillo, “Ave María”, fue lo que posiblemente llevó a que se adaptase como una versión de esta oración. Tan popular se ha hecho que muchos hemos pensado siempre que originalmente Schubert la escribió así.
La escuchamos interpretada por Luciano Pavarotti.
Tomás Luis de Victoria, quizás uno de los músicos españoles más importantes, también compuso un Ave María. Se trata de un motete, una composición polifónica de cantos, de texto comúnmente bíblico utilizada, normalmente, fuera de la liturgia. La escuchamos interpretada por el Coro de RTVE, dirigido por Lorenzo Ramos.
El Ave María de Charles Gounod (compositor francés conocido por Marche fúnebre d’une marionette que Alfred Hitchcock eligió para la cabecera de su programa Alfred Hitchcock presenta y por haber compuesto el himno de la Ciudad del Vaticano) está basada en la música del primer preludio de El clave bien temperado de Johann Sebastian Bach. Vamos a escucharla cantada por la soprano italiana Renata Tebaldi.
Nos fijamos también en un Ave María de la Iglesia ortodoxa rusa, quizás una de las mejores piezas del compositor Segei Rachmaninov. La escribió en 1915, dos años antes de emigrar a los Estados Unidos. Es conocida como Bogoroditse Devo y es parte de una obra compuesta para acompañar una vigilia nocturna.
Terminamos con algo procedente del cine, el Ave María que el compositor polaco Michal Lorenc escribió para la película Prowokator (1995). La escuchamos interpretada por la soprano rusa Olga Szyrowa.
Hay 2 Comentarios
La música unida a la súplica de la oración desde una posición de sentida humildad, actúan sobre las personas como una resonancia que trasciende más allá de nosotros, a las personas nos hace vibrar física y anímicamente en una onda elevada hacia el firmamento buscando los oídos del Creador.
La oración es el mejor acto que puede realizar la persona creyente, que recogida en su interior intenta elevar una súplica o una alabanza a la Deidad.
Actuando como un verdadero templo personal, evocando su sentir individual.
Ese acto sencillo e íntimo adquiere una mayor magnificencia cuando se hace en conjunto con otras personas y bajo los acordes afinados de una composición musical.
Se puede decir entonces que se transforma el regalo en un obsequio de ida y vuelta, que nos reconforta el alma reportándonos una energía que nos hace mejores.
Publicado por: José | 03/05/2013 19:56:25
Hola, amigos. Muchas gracias a CHEMA CABALLERO por brindarnos una selección tan bien hecha de avemarías clásicas y no clásicas. La de Rachmaninov no la había escuchado nunca y es realmente maravillosa. La de Victoria tampoco la conocía, pues la que yo cantaba en la Schola Cantorum es otra. Ambas son magistrales. Espero la segunda entrega.
Publicado por: Francisco Tostón de la Calle | 03/05/2013 16:32:36