Por Mariano Blázquez
A pesar de haber pasado más que desapercibida, el pasado 21
de mayo se conmemoró el Día Mundial de la
Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo. Es una conmemoración
que me gusta porque marcha contracorriente en un mundo globalizado y de
mayorías en el que difícilmente encuentran hueco y voz las prácticas
minoritarias. El objetivo de este día no se agota en la mera constatación de la
diversidad cultural o religiosa, sino que pretende promover el diálogo y la
acción concertada entre las diferentes culturas y religiones, para obtener un
mayor desarrollo del entorno en el que se desenvuelven. Este mismo camino enlaza
con el emprendido por la Alianza de Civilizaciones, promovida por el
ex-presidente Zapatero, adoptada, ni más ni menos que por las Naciones Unidas,
y felizmente continuada por el Gobierno actual, a pesar de las dudas iniciales.
Según la ONU el conflicto cultural o religioso está detrás del
75 por ciento de los conflictos armados. Así pues, con este tipo de iniciativas
se intenta invertir la polaridad, e incidir en esa dura realidad por medio de
acciones positivas que contribuyan a la disminución de estos conflictos y a la
aceptación dentro de los límites de los derechos humanos de las prácticas divergentes. Quizás por ello,
el lema escogido este año por la UNESCO y la Alianza de Civilizaciones para
esta celebración mundial era “Haz un
gesto por la diversidad y la inclusión”. Tengo la impresión de que han sido
escasos los gestos públicos y sociales realizados. La sociedad y las
autoridades públicas permanecen, en buena medida, impasibles ante este tipo
mensajes y apenas reaccionan, salvo para mostrar asombro o rechazo de lo que consideran
ajeno. Sin embargo, es mi convicción de que este tipo de iniciativas son
necesarias y deben ser secundadas si queremos mejorar los niveles de la
conflictividad religiosa y cultural, tanto dentro como fuera de nuestras
fronteras.
Es inútil obviar que la religión está intrínsecamente ligada
a la cultura y viceversa, por ello, ha actuado históricamente ligada a ella, siendo agente tanto en el conflicto como en la
causa de la paz y la tolerancia. Hoy somos muchos los que deseamos dejar atrás la
hostilidad interreligiosa y superar la
dialéctica de clericalismo y anticlericalismo, abriéndonos a una mayor
diversidad. Creo que, si queremos un futuro mejor, ha llegado el momento de transformar
confrontación en diálogo y construir un nuevo escenario que dé cabida al debate
constructivo de ideas (evitando descalificaciones innecesarias y altanerías), que
promueva el reconocimiento de los errores y que promueva el consenso sobre los cauces
y límites de la actuación cultural o religiosa de manera respetuosa con los derechos
humanos la causa de la paz y la identidad de los actores sociales.
En el ámbito religioso este es, por ejemplo, el trabajo que desarrolla la Asociación Internacional Religiones por la Paz, y la importante iniciativa que funciona en Cataluña desde hace 10 años, bajo la denominación Grup de Treball Estable de Religions, ámbito donde dialogan y trabajan, en términos de igualdad, representantes oficiales del Arzobispado de Barcelona, del protestantismo, del judaísmo y del islam y la ortodoxia de Cataluña. Sin duda, una feliz iniciativa que ha mostrado su viabilidad, pero existente –hasta ahora- únicamente en Cataluña. Sería bueno, de cara al año que viene, hacer gestos que nos permitan habilitar instrumentos similares en otras Comunidades Autónomas y en el ámbito del Estado. Claro que, para ello, la Conferencia Episcopal tendría que dar el visto bueno a sentarse, en igualdad, para buscar consensos a favor del bien común. Por un futuro mejor, estoy convencido que lo hará.
(*) Imágenes de la campaña de la Unesco Do One Thing For Diversity and Inclusion
Hay 5 Comentarios
"La vida no ocupó la Tierra tras un combate, sino extendiendo una red de colaboración por su superficie" - --Lynn Margulis bióloga
ver este enlace
http://ernesto-consultoria.blogspot.com/2012/12/la-mano-invisible.html
Publicado por: ernesto | 25/06/2013 21:09:06
Un buen artículo - Estoy totalmente de acuerdo
Publicado por: Tatiana M | 24/06/2013 14:34:43
La tolerancia es una virtud de debiles, solo los perseguidos la invocan y la olvidan en cuanto pueden ser perseguidores. Y lo mismo la diversidad, es aceptable si no hay otro remedio.
Acabo de ver que el autor es evangelico. Pues si, la tolerancia,la diversidad y la igualdad de trato le interesa. Y si crecen en numero...http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/06/06/actualidad/1370490150_083654.html Especialmente bueno el ultimo parrafo.
Publicado por: jmms | 19/06/2013 18:42:59
Esta claro como el agua que la culpa es de las religiones, tienen lavado el cereblo a la mayoria de la poblacion, son la mayor lacra y el mayor fracaso del ser humano.
Publicado por: Tablas Longboard | 17/06/2013 17:50:40
La raza humana sin apellidos ni distintivos diferenciadores, ni supremacías.
Seres humanos simplemente y punto.
Que se han de relacionar y entender como vecinos aunque estén viviendo al otro lado del mundo.
Que en realidad es una bola girando alrededor del sol y que se nos queda cada día más pequeña.
Inteligencia no nos falta.
Ni capacidad o iniciativa, tampoco.
Nos hace falta valor para cambiar la envoltura quitinosa que nos aprisiona y que no nos deja salir del cascarón.
Sabedores de que hay vida más allá del horizonte inmediato.
Y que el miedo no nos puede venir de afuera, sino que nos puede venir de nosotros mismos.
De nuestra miopía mental y de nuestra ansiedad por ir demasiado deprisa ante nuestra patosa actitud para asumir el crecimiento.
Desde la justicia social, y la dignidad verdadera.
El respeto a los demás y la aceptación de las diferencias naturales heredadas por el origen diferente.
Publicado por: Germán | 17/06/2013 10:35:47