Cuestión de Fe

Cuestión de Fe

Una reflexión coral sobre el significado de la religión y lo religioso ahora, con la elección de un nuevo Papa en la Iglesia Católica, y siempre, cuando sean otros los acontecimientos. Una mirada sobre lo celestial y lo terrenal, los asuntos generales y particulares de los creyentes de toda fe, en la jerarquía y a pie de calle. Sobre lo que tienen, les sobra y les falta a las iglesias hoy, y sus retos en un mundo globalizado. Cada texto es opinión respetable de cada autor.

Transparencia tintada

Por: | 03 de junio de 2013

Por Mariano Blázquez Burgo

He leído que el Proyecto de Ley de Transparencia será modificado para incluir a la Iglesia católica y, posiblemente, a otras confesiones religiosas que reciben fondos públicos. La intención parece buena, pero opino que es mejor una norma específica y más extensa.

Las confesiones religiosas están necesitadas de una normativa sobre la gestión y transparencia económica. La escasez de regulación es alarmante y  la Ley de Libertad Religiosa señala únicamente que las confesiones tienen  “plena autonomía y podrán establecer sus propias normas de organización, régimen interno y régimen de su personal.”  La transparencia, el buen gobierno e incluso la actuación democrática en la organización interna y el funcionamiento de la entidad, dependen únicamente de la voluntad de las propias religiones. Esta situación no es buena para el Estado ni tampoco para las confesiones. Es necesario establecer criterios que hagan compatible la preservación de la autonomía e identidad confesional con los valores citados y otros principios constitucionales.

Laicismo

A pesar de lo indicado, creo que es mejor no incluir a la Iglesia católica ni a otras confesiones religiosas en esta ley porque, según el proyecto actual, la norma está destinada a regular la actuación pública realizada por las administraciones públicas y entidades gestionadas por las mismas. Por tanto, las confesiones religiosas no deben estar incluidas si no cambia el objeto y ámbito previsto para la ley. No olvidemos que la Constitución configuró un nuevo sistema de relación entre las confesiones y el Estado, suprimiendo el carácter estatal de las mismas (tradicionalmente reconocido a la Iglesia católica) y, por ello, ninguna confesión puede ser considerada como entidad de derecho público ni, en consecuencia, se les debe aplicar la normativa prevista para las mismas, pues de ello podrían derivarse actuaciones tan inconstitucionales como las inmatriculaciones.

La mejor solución para preservar el principio de laicidad es aprobar una normativa específica para todas las entidades civiles sociales o religiosas y, especialmente, para las que sean beneficiarias de fondos públicos.

Debe corregirse la situación actual pero no a costa de generar nuevas incertidumbres y falsas apariencias de transparencia y buen gobierno. Si no lo hacemos bien, ocurrirá algo parecido a la transparencia de los cristales de algunos vehículos, que permiten ver el exterior desde dentro, pero los de afuera apenas pueden percibir vagamente el interior.

La futura norma debe corregir los excesos y los defectos de la actualidad. Pondré dos ejemplos de situaciones a mejorar. El primero tiene que ver con algunas de las iglesias evangélicas que tratan de eliminar las disposiciones estatutarias, recomendadas por nuestra federación, destinadas al control económico o la rendición de cuentas  a los fieles. El segundo está relacionado con la información que difunde la Iglesia católica sobre los fondos públicos que recibe, básicamente informes sin facturas ni otros elementos propios de la contabilidad que permitan obtener una imagen fiel de la gestión económica. El problema es que Hacienda interpreta que esa  información es suficiente debido a que el dinero del IRPF entregado no tiene la consideración de subvención y sí de minoración de ingresos del Estado. No sabía que esta explicación fuera posible.

Y no es posible, desde luego, para las ONGs ni para las confesiones con Acuerdos de Cooperación con el Estado (judíos, protestantes y musulmanes), cuyos proyectos, presentados a la Fundación (pública) Pluralismo y Convivencia, sí se rigen por las normas de las subvenciones públicas, siendo inspeccionados anualmente no sólo por la propia Fundación, sino también por la Intervención General del Estado. Un poco excesivo, creo yo, pero bueno, si ese es el criterio, aplíquese también a los demás porque, de otra manera, puede interpretarse como acoso a las minorías. 

Hay 4 Comentarios

Me gusta el artículo. Un abrazo.

Se nombran las cuentas, las cifras que son dinero público, pero aquí viven personas.
Y tenemos leyes.
No se entiende que instituciones que discriminan a la mujer de una forma tan clara y contundente, puedan aspirar a dictar y a imponer criterios y que además se les haga caso.
Reclamando encima subvenciones y privilegios.
Pero en que siglo vivimos, se pregunta todo el mundo, jóvenes, chicos y grandes.
¿Quiénes son esta gente?

Me parece que el artículo se queda muy corto en la denuncia de la in justicia que estamos sufriendo los protestantes (también judíos y musulmanes). Es una auténtica vergüenza que habiendo transcurrido un tercio de siglo desde la promulgación de la Constitución este país siga siendo un estado confesional de hecho.

Un día me contaba un buen hombre, cumplidor y honesto en su trabajo, buen profesor.
Un poco desencantado ante el hecho de tener que aceptar la música impuesta, fuese cual fuese.
Sin poder decir esta boca es mía.
Que los buenos se marchan cuando descubren los entresijos que hay debajo de la cara afable.
A los malos, a los negados se les despide porque no interesan, ni sirven.
Solo son saco de problemas.
Y al final solo quedan las medianías, aquellos que ni fu ni fa, que ni pinchan ni cortan.
Pareciendo una incongruencia, que al final lo que cuenta es la medianía, lo dócil y lo mediocre.
Fue a partir de aquel día, a partir de aquella toma de conciencia, cuando el valor consciente vence al miedo de la inoperancia, y la mano metió la caña del timón en otro rumbo, buscando otra derrota.
Donde el precio del vivir acorde con la propia conciencia no supusiera una hipoteca tan cara.

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Sobre el autor

Juan Rubio Juan Rubio. Es periodista. Nacido en Jaén, en la actualidad vive y trabaja en Madrid. Director Global del semanario de información religiosa ‘Vida Nueva’ (www.vidanueva.es). Es colaborador en varios medios de información y autor de varios libros de temática social y religiosa.

Mª Ángeles López Romero Mª Ángeles López Romero (Sevilla, 1970) es redactora jefe de "21, la revista cristiana de hoy" (www.21rs.es). Es conferenciante y autora de libros de temática educativa, social y religiosa. Pertenece al Consejo Asesor de la Cátedra de Teología Chaminade. Fue elegida Autora del año 2011 por la editorial San Pablo. Firma el blog "Papás blandiblup".

Juan Masiá Clavel Juan Masiá Clavel. Jesuita, Profesor de Ética en la Universidad Sophia (Tokyo) desde 1970, ex-Director de la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas, Investigador del Centro de Estudios sobre la Paz de la Sección japonesa de la Conferencia Mundial de Religiones por la Paz (WCRP), en Tokyo. Es autor del blog En la Frontera.

Mariano Blázquez Burgo Mariano Blázquez Burgo. Licenciado en Derecho, pastor auxiliar de la Iglesia Evangélica Cristo Vive y Secretario Ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España FEREDE. Se encarga de la representación del conjunto de las Iglesias evangélicas y protestantes ante el Estado. Es miembro de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia.

Chema Caballero Chema Caballero. Fue misionero javeriano en África durante dos décadas y llevó a cabo programas de educación y recuperación de niñ@s soldado en Sierra Leona. Por discrepancias con sus superiores abandonó la congregación y dejó de ejercer el sacerdocio. Sigue confesándose católico, apostólico y, de vez en cuando, también romano. Es autor del blog África no es un país.

Veronica Nehama Verónica Nehama es licenciada en Ciencias Químicas, por la Universidad Complutense de Madrid, y diplomada en Propédeutique por la Universidad de Nancy. Ha sido durante 26 años directora y profesora de francés y Ciencias del colegio judío de Madrid "Ibn Gabirol-Estrella Toledano". Actualmente dirige tertulias literarias, imparte charlas, y es escritora. Ha publicado un libro de cuentos y la novela ‘Las turquesas mágicas’.

Natalia Andujar Natalia Andujares licenciada en Lingüística General, por la Universidad de Barcelona. Formada en la Universidad de la Sorbona y el IUFM de París, ha ejercido como docente en Francia durante diez años. Actualmente dirige el Centro de Formación Educaislam (www.educaislam.com). En el terreno asociativo, es vicepresidenta de Junta Islámica y directora de Red Musulmanas. Activista comprometida con los derechos de las musulmanas, ha colaborado en varios libros, es autora de un blog e imparte conferencias y cursos sobre islam y género.

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