Carlos Dada

Noventa y cinco dólares la quincena por llevar un arma

Por: | 04 de octubre de 2011

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Foto de Mauro Arias, El Faro.

Uno de los grandes privilegios del periodismo en países con tantos contrastes como los centroamericanos es que uno se mueve transversalmente en sociedades separadas por grandes barreras. Pocos trabajos permiten que uno hable un día con un funcionario de gobierno o con un empresario y al día siguiente con una señora de una comunidad marginal, un sacerdote que visita prisiones o un campesino que perdió su casa en la última tormenta.

Juan es un agente privado de seguridad. Lleva pantalones azules y una camisa manga corta, gris, con un escudo de seguridad. Porta una escopeta y una pistola y cuida un edificio de oficinas en una zona comercial exclusiva de San Salvador. Le faltan dos dientes que dice que perdió en una riña callejera, pero eso no le impide sonreír todo el tiempo. No tenía experiencia previa en materia de seguridad, pero buscaba trabajo y un amigo lo recomendó. Lo aceptaron después de un pequeño curso, del que salió convencido de que " disparar es muy fácil". Gana 95 dólares la quincena y no le pagan horas extras por turnos de 24 horas (por 24 de descanso) que a veces duran 48 horas porque no llegó el relevo. Es sorprendente que siga sonriendo el mismo día en que me cuenta que su hermana, que desapareció dos semanas atrás, ya ha sido encontrada: "Falta recuperar algunas partes del cuerpo, porque primero solo la cabeza encontraron y ya después apareció un brazo", dice con la mano aún en la escopeta. 

Uno de estos días me senté a hablar con un alto jefe policial salvadoreño, queriendo averiguar por qué este es uno de los países que más invierten en seguridad y es uno de los más inseguros del mundo. El Salvador gasta más del 11 por ciento de su Producto Interno Bruto en este rubro, casi el doble que el presupuesto para salud y educación juntos, y sin embargo es, junto a Honduras, el país con las más altas tasas de homicidios de América Latina. El comisionado hace cuentas: "El 80 por ciento del presupuesto de la policía se va en salarios, y lo demás una buena parte en combustible, reparaciones, alquiler de inmuebles etc… Seguimos pagando el costo de que ningún gobierno tuvo el ánimo de definir una estrategia de inversión en seguridad. Yo necesito más recursos, más dinero para investigar y para prevenir. Pero no es solo gastando en eso vamos a solucionar el problema. La relación no es presupuestal nada más, es una ecuación que tiene factores económicos y sociales muy complejos. Hay que invertir en otras áreas que también son responsabilidad del Estado". 

Pero mientras el Estado encuentra la manera de invertir en esas otras áreas, el sector privado se protege por otras vías. Pagando por vigilantes como Juan. El fenómeno comenzó en los años noventas, poco después de los Acuerdos de Paz, cuando las estructuras militares fueron depuradas y las policiales desarticuladas, dando origen a una nueva Policía Nacional Civil que le tocó vigilar un país con miles de hombres armados y desempleados. Con el paso de los años, y con una creciente percepción de inseguridad, el negocio de la protección fue creciendo hasta superar a la seguridad del Estado. 

Desde el origen de las ciudades-estados, los servicios de seguridad y justicia son los más públicos de los servicios públicos (aunque casi desde entonces ya se echaba mano de algunos servicios "privados" de seguridad). Pero desde hace unos años en Centroamérica la seguridad es cada vez más privada. Los empresarios salvadoreños dedican más del 10 por ciento de su presupuesto a protegerse, y hoy en este país hay 30 mil agentes privados y apenas 20 mil policías. En Guatemala es aún más dramático: hay casi cinco agentes privados por cada policía. En lugares con tremendas desigualdades, la paradoja se vuelve cotidiana. 

El último día de 2010, un agente privado que cuidaba un establecimiento de comida rápida en San Salvador tuvo un extraño pensamiento y se dirigió a un cliente que hacía fila para ordenar un pavo horneado. Sin decir nada, le disparó a menos de un metro de distancia. Cuando lo detuvieron, solo dijo: "Ahí está el muerto y ahí está mi arma. Yo solo me estaba defendiendo". Nunca explicó de qué. Unos meses después otro vigilante que también alegó defensa propia asesinó a un taxista en una gasolinera, porque este se negó a darle un dólar por estacionar su carro.Otro más fue detenido la semana pasada, poco después de matar a su compañero de trabajo mientras cuidaban el estacionamiento de un centro comercial. "Ya era algo personal", dijo, cuando le preguntaron por qué. 

La vigilancia privada es mucho más barata que la policial. Los empresarios no tienen que pagar equipos caros y sofisticados como los que usa la policía, ni formación de alto nivel, salarios y beneficios sociales, etcétera. Para ser policía se requieren estudiosmínimos de bachillerato, y los oficiales necesitan un título universitario. Para ser vigilante privado basta con tener estudios de sexto grado de educación básica y hacer un curso de una semana en la academia de seguridad pública. Eso si la empresa es legal. 

Las pruebas sicológicas no parecen prioritariasen los controles de las agencias de seguridad, pero el Estado tiene poca capacidad de actuar contra ellas dado su poder político y económico. Desde hace algunos años, este negocio ha estado en manos de empresarios muy cercanos a los partidos políticos o ex militares. Muchas de las agencias son ilegales y por tanto tampoco cumplen con los requisitos que la policía exige a los agentes privados. Lo mismo sucede en Guatemala y en Honduras. Son tres países con altísimos niveles de violencia, donde abundan los homicidios y las extorsiones. Claro, el problema con la seguridad privada es que solo protege a los que pueden pagarla. 

En marzo de este año, dos jóvenes riñeron en una avenida de San Salvador, a pocos metros de un establecimiento custodiado por un agente privado. Uno de los chicos sacó un cuchillo, y lo clavó varias veces en el abdomen de su rival. Herido, el acuchillado cayó y se desangró hasta morir. El otro huyó sin prisa. El vigilante, escopeta en mano, observó la escena. Cuando le preguntaron por qué no intervino, dijo: "A mi solo me pagan por cuidar aquí". 

Hay 21 Comentarios

Carlos, has abordado algunas aristas sobre la violencia, y me ha gustado mucho tu primer post!! Felicidades.
Es cierto, el problema de seguridad no solo es de números, es de falta de educación, de oportunidades, de salarios dignos, de no depender de un $1 para vivir el día, de estrategias reales de prevención y de combate, en fin, de tantas cosas que no vemos en su justa dimensión.
Y sí, definitivamente al sector privado le sale más barato pagar un agente de seguridad privado que pagar un impuesto para mejorar el servicio policial, pero al gobierno también le sale más barato contar un salvadoreño como un muerto más que un salvadoreño como un voto menos, y por eso le faltan pantalones para apostarle a un tema que se le está saliendo de las manos, como se le salió a los gobiernos anteriores. Mientras, hay que vivir y morir por ganarse $95 por quincena.

mi comentario a la opinión de Xenia, si habla que los vendedores de armas eran los cercanos a los gobiernos anteriores, que lea el articulo Los amigos del presidente, en el mismo periódico digital. Y ya dejen de culpar a los anteriores, que los que están de turno no hacen nada por incapaces.

Muy interesante la lectura, pero fue copiada de otro artículo. El señor Dada es hijo del actual ministro de economia de EL Salvador y uno de los mayores beneficiaros de una politica de priveligios en El Salvador. Es lamentable ver su rostros por estos lares, pues el representa la parte oculta de la delincuencia en El Salvador, la de cuello blanco. Sumado que realizo actividades para proteger a un ciudadano español que involucrado en accidente de transito , creo que de eso deberia escribir, ya que uso su influencia para liberarlo del juicio y proceso por medio de sus conexiones en el gobierno de izquierda de El Salvador.

Cuando dejemos de votar por gente ignorante, que promete cada campaña las mismas cosas entonces veremos que sucede, todos los gobiernos sin exepcion tienen miedo de tomar decisiones que trasciendan las normas establecidas en lo politico economico y socia, pues esto les quitaria votos, pero necesitamos gente de valor que tome decisiones para la poblacion no contando el coste politico.

Excelente post de inicio Carlos, definitivamente nuestras realidades superan con creces cualquier estudio que intente justificar un aumento presupuestario desde el escritorio de cualquier burócrata, y se necesitan propuestas coherentes que incluyan tanto prevención como el combate a la delincuencia. Estaré pendiente de los próximos!

Un buen relato para comprender los extremo niveles de violencia en Centro América... lo cual - penosa realidad - extiende la violencia, ya q no es solo México o Colombia el esceario violento al cual estamos acostumbrados.

Hace dos años que no visito El Salvador. Y es lamentable ver como los problemas siguen consumiendo la vida de la población y especialmente de los menos favorecidos. Sin embargo, esta cruda realidad debe ser denunciada para que nuestros gobiernos se dediquen a trabajar por la población y no por un grupo minoritario por quiénes mucho se ha hecho y mucho se ha dado. Felicidades a Carlos Dada y a El País por permitir la expresión desde "el pulgarcita de América", como describió Gabriela Mistral.

Esto es absolutamente cierto, de hecho lo pude constatar como parte de un trabajo de la Universidad cuando visite una comunidad y una de las encuestadas nos contó que su esposo, que era agente de seguridad, ganaba $95... es muy lamentable

hola carlos soy pepelu, compañero en la ibero, me da mucha alegria saber de ti, un abrazo hermano!!!

Felicidades a Carlos Dada y a El País. Por fin una mirada constante y cercana a Centroamérica desde España. No se pierdan los artículos de El Faro, de su sala negra, sobre la violencia y la inseguridad en Centroamérica. Otra vez sufriendo sus propias contradicciones y su condicion de teatro de un drama que no les corresponde. Esta vez la de pasillo entre la demanda y la oferta.

Felicidades a Carlos Dada y a El País. Por fin una mirada constante y cercana a Centroamérica desde España. No se pierdan los artículos de El Faro, de su sala negra, sobre la violencia y la inseguridad en Centroamérica. Otra vez sufriendo sus propias contradicciones y su condicion de teatro de un drama que no les corresponde. Esta vez la de pasillo entre la demanda y la oferta.

Que Excelente articulo, es la toda nuestra realidad...pero mientras no se elimine el negocio de venta de armas a los civiles esto no va a terminar solo nos queda encomendarnos a Dios por cada día que nos da. es angustioso pero nuestra juventud cada día es mas acorralada a una realidad que todos tenemos un poco de culpa, porque estos padres no eduacaron a estos jóvenes o adultos delincuentes?? es una cadena que sus hijos serán iguales o peores, sin el temor de Dios, donde los valores son lo menos que importan, lo único que interesa es el bien personal sin importar sobre quien tengamos que pasar para enriquecerse u obtener lo que se proponen, ejemplo claro esos ex militares que la mayoría son dueños de empresas que estafan a esta gente humilde,, ellos cobra casi el triple por un servicio que prestan y para colmo a estas personas que les generan sus ingresos les niegan oportunidades humanas...que triste por ellos .hace falta reflexionar ""El derecho ajeno es la paz"" ayudaria mucho a cambiar parte de esta realidad que se generen mejores oportunidades ya que de nada sirve prepararse si no hay donde emplearse.-

Excelente descripción de nuestra realidad y de su intrincado surrealismo. Un saludo de Hondureño a hermano Salvadoreño.

Excelente descripción de nuestra realidad y de su intrincado surrealismo. Un saludo de Hondureño a hermano Salvadoreño.

Lamentablemente, en El Salvador, los gobiernos anteriores tuvieron una estrategia no tan solapada -diría yo- de inutilizar a la Policía para potenciar sus agencias privadas de seguridad y ventas de armas, pues si hurgamos en éstas veremos que los dueños y accionistas son los mismos que nos estaban gobernando. El actual gobierno, aunque con buenas intenciones, se muestra impotente y pierde el tiempo en debates y burocracia pero se niega a reconocer que esto es una real emergencia nacional, declarándola como tal lo que daría la pauta para "limpiar la casa" del desastre que le heredaron de 20 años de un perverso régimen al que no le importó debilitar a la policía con tal de lucrarse -en la trastienda- con la muerte de más de 11 salvadoreños, cada día.

Por si alguien lo sigue dudando, ésta es la realidad de los países de Centroamérica, algunos de ellos con gobiernos que buscan mejorar, pero no lo logran debido al increíble peso y fuerza del crímen (narcotráfico especialmente), y otros, con líderes como Ortega, que hacen y deshacen tratos con narcotraficantes y guerrilleros sin importarles en nada su propia gente. Si hicieran un estudio serio, verían que las regiones más afectadas por narco y guerrilla son las de Centroamérica, y por culpa de otros países: los que permiten a estos grupos de alguna u otra forma, como Venezuela, Cuba, Ecuador y los consumidores EUA.

Para mí el caso de la seguridad privada siempre fue algo cotidiano y nunca me imaginé que saliera de lo normal (yo crecí en la época de los acuerdos de paz) hasta que hace unos meses iba con unos niños canadienses y me preguntaban de lo más sorprendido el porqué de un custodio privado en la calle con un rifle. Ahora me es difícil responderme por qué existen civiles con armas de fuego por todos lados, cuidando dinero y no personas.

Da lástima cuan poco cuesta una vida en países como El Salvador. Da lástima que tanta violencia, tanta arma parezcan ansias de copiar todo lo malo del gigante yankee. No puede ser que un país como El Salvador gaste en armamento el doble que en educación, ese no es el camino. Países tan hermosos, con tanto potencial, con gente tan magnífica como los centroamericanos necesita gasto en iniciativas sociales y educación, no en defenderse y armarse hasta los dientes. Es el momento de abrir un diálogo multilateral entre todos los países de la región y andar de la mano, dejarse de conflictos absurdos y decimonónicos, y aunque quizás no sea el mejor momento, dejarse mirar en el espejo del orígen de la UE. El futuro está ahí y no se puede dejar pasar por enésima vez.

Da lástima cuan poco cuesta una vida en países como El Salvador. Da lástima que tanta violencia, tanta arma parezcan ansias de copiar todo lo malo del gigante yankee. No puede ser que un país como El Salvador gaste en armamento el doble que en educación, ese no es el camino. Países tan hermosos, con tanto potencial, con gente tan magnífica como los centroamericanos necesita gasto en iniciativas sociales y educación, no en defenderse y armarse hasta los dientes. Es el momento de abrir un diálogo multilateral entre todos los países de la región y andar de la mano, dejarse de conflictos absurdos y decimonónicos, y aunque quizás no sea el mejor momento, dejarse mirar en el espejo del orígen de la UE. El futuro está ahí y no se puede dejar pasar por enésima vez.

Bueno, no es lo mismo en cuestion violencia, alli hay mas; pero aqui un vigilante "sin arma" hace el mismo trabajo por 789 €, que con los complementos llega a unos 890. Este mini sueldo se compensa con jornadas de 12 o mas horas y unas 240 hras. de media para sacar un sueldo aceptable, aunque con la crisis ya no se hacen tantas horas.. El nivel de violencia no es el mismo que en sudamerica pero aqui tambien nos jugamos la vida por un sueldo ridiculo y a nadie le importa.

Dura realidad, y más duro aún sobrevivir a ella cada día. Felicidades por este buen post de inicio, estaré pendiente de los que vengan.

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Sobre el autor

Carlos Dada, periodista salvadoreño, es fundador y director de El Faro (www.elfaro.net), un medio reconocido por su independencia y su alta calidad. Dada ha trabajado en prensa, radio y televisión cubriendo noticias en más de 20 países. Es Knight Fellow por la Universidad de Stanford y ha sido galardonado con el LASA Media Award 2010 y el Maria Moors-Cabot de la Universidad de Columbia.

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