Carlos Dada

No estoy exiliado

Por: | 12 de abril de 2012

Ayer por la mañana, justo antes de llegar al aeropuerto de Comalapa, en El Salvador, me enteré de que Reporteros Sin Fronteras me estaba enviando al exilio. El comunicado de la organización, titulado "Precipitado exilio del director de un diario digital, víctima de amenazas atribuidas a las pandillas", comenzó a correr a tal velocidad por las redes sociales que cuando llegué al mostrador de la aerolínea el representante me dijo: "dicen que se va usted exiliado". Pues no. A Panamá me vine, a una reunión de libertad de expresión organizada por Naciones Unidas. 

Dos días antes, el corresponsal de Reporteros Sin Fronteras me llamó y me sugirió reunirnos el miércoles. No puedo, le dije, me voy de viaje. Justo ese día. Hablamos entonces por teléfono. Hablamos de una situación especial de seguridad que hemos estado viviendo en El Faro en los últimos meses y que se intensificó desde que publicamos la noticia sobre la negociación entre el gobierno salvadoreño y las pandillas, que no gustó nada ni al gobierno ni a las pandillas y que nos mereció de ambas partes, del gobierno y de las pandillas, recordatorios de lo peligroso de nuestro trabajo y de que puede costarnos la vida. De eso hablamos.

No sé cómo la parte de No puedo reunirme porque me voy de viaje ese día terminó en este párrafo, que abrió el comunicado de RSF: "El director del periódico digital El Faro, Carlos Dada, confió a Reporteros sin Fronteras que este 11 de abril de 2012 se irá del país, por un tiempo, dado que no recibió protección del Ministerio de Justicia y Seguridad tras las graves amenazas de las que ha sido víctima. El periodista no quiso precisar el lugar a donde se dirige ni la duración de su exilio". A Panamá. Tres días. Y no, esto no es un exilio. Yo ya pasé por uno y no duran tres días. Aquel duró suficiente para comenzarlo niño y terminarlo con una segunda patria. Esa y la mía. Pero es otra historia.

Esta tiene que ver con otras cosas. Con un lamentable error de RSF en un momento delicado en el que no fue difícil creer que mi exilio era cierto. Porque se da en el contexto de advertencias, de amenazas y de amedrentamientos contra El Faro que hemos denunciado en las últimas semanas. Es una situación que, lo sabemos bien, no se registraba en El Salvador desde el final de aquel exilio. Y de la que también estamos aprendiendo.

Cuando un periodista o un medio están en problemas de este tipo necesitan reacciones inmediatas, redes de apoyo, solidaridad internacional y grupos de periodistas valientes que sepan más que uno de estas situaciones, lectores que envíen mensajes reconfortantes y voces que hablen por uno en todos lados. 

En las últimas semanas hemos contado con un gran apoyo de mucha gente. De colegas preocupados, de lectores solidarios, de organizaciones que han seguido de cerca la situación en El Salvador y la nuestra en particular. De ciudadanos salvadoreños preocupados unos, indignados otros, generosos todos. En este mismo ánimo actuó Reporteros Sin Fronteras, y en este mismo ánimo necesitamos todos los periodistas del mundo que siga actuando. "Fue un error cometido de buena fe", me escribió anoche uno de sus directores. Y estoy seguro de eso. 

Pero no son ellos, ni el error, la historia que queremos contar. Tampoco nosotros somos la historia. Eso es otra cosa que tenemos muy clara. La historia es la que intentamos narrar y que en ese intento desata las amenazas, los amedrentamientos, las advertencias. Esas amenazas no son la historia, sino la consecuencia de nuestro afán por contarla. 

Por contar esa y la del hombre torturado por policías cómplices de pandilleros; esa y la del diputado corrupto que se robó unas tierras; esa y la del Cartel del noroccidente de El Salvador que tiene entre sus miembros a empresarios, políticos, policías, jueces, alcaldes; esa y la de las comunidades que viven en la marginalidad y la pobreza; esa y la de los migrantes centroamericanos en su paso por un mundo de violadores, secuestradores, ladrones, narcos. Esa y la del hombre desesperado porque sus hijos se le mueren de hambre y la del vecino que mató al otro por estacionarse frente a su casa, averiguar cómo consiguió el arma y de dónde le sale tanta furia y tanto desprecio por la vida en uno de los países más violentos del mundo. 

Esa y la conspiración para asesinar a los sacerdotes jesuitas y la otra, la de Monseñor Romero. Y cómo llegaron los zetas a estas tierras y cómo se vive en las cárceles más jodidas del mundo. Y cómo se muere. La impunidad que tiene a este istmo por territorio desde que la memoria alcanza. Esa es la historia. Esa en la que también cabe la ilusión por países mejores. Y el triunfo de la selección de fútbol de playa. Y el último concierto de Serrat. Esa es la historia. Y se encuentra preguntando y preguntando hasta que uno comienza a incomodar y entonces se acuerda de que saber no puede ser lujo y sigue preguntando. Hasta encontrar la historia. Hasta contarla. 

De lo que se trata es de que nuestro empeño por contar esa historia no se vea distraído por amenazas ni problemas de seguridad. De que no terminemos nosotros siendo la historia. 

De esto, justamente, me invitaron a conversar en Panamá el relator de Naciones Unidas para la libertad de Expresión y la Relatora de la OEA. Y a eso vine. No estoy exiliado. 

Apéndice Cultural

Antes de conocer el comunicado de RSF, tenía pensado hablar en este blog de un documental extraordinario de Tatiana Huezo llamado El Lugar Más Pequeño. Prometo hacerlo pronto. En tanto, muchas gracias a los que en tan poco tiempo me ofrecieron valientemente su casa, sus recursos, sus consejos y su apoyo. Sé que cuento con ellos. Y con ustedes, faltaba más. 

Hay 21 Comentarios

Fuerza Carlos Dada y todo el equipo de El Faro! La razón les asiste en esta digna profesión de informar. Saludos desde Estados Unidos.

Carlos, eres ejemplo. Recuerdo nuestras charlas en Suecia por allá en 1999. Me alegro que estés bien, escribiendo con absoluta libertad y total compromiso. Un abrazo, amigo.

En todo este vergonzoso asunto, donde se han confabulado güelfos y gibelinos, para atacar a un hombre solo, a un artista, a una persona, como Günter Grass, solo faltaba esa especie de remedo de intelectual devaluado, que es Bernard-Henri Lévy ,para llegar al duro, que decimos en mi país. Su cobarde libelo de hoy en El País, además de mentir no da opción a la réplica. Un petit dilettante que expresa sus frustraciones, un fantasma, un sionista camuflado que aprovecha el espacio que le brinda un periódico democrático para soltar su discurso fascista; una persona sin recursos éticos, un resentido, un farsante. A este nuevo filósofo, este niño giscardiano, que tiene la mala conciencia de un burgués impotente ante la realidad que lo supera, le gustaría ser realmente un pensador, pero solo se ha quedado en niño bien, lector de reseñas en contraportadas. Insulta a Günter Grass como lo haría una verdulera, utilizando un lenguaje bajo, impropio de un “intelectual”, aunque sea glass como él. Después habla, en su engendro de hoy, de Israel como "pequeño país", aunque se distrae y se le olvida añadir que con pequeñas bombitas atomiquitas que pueden traer el infierno al planeta pequeñitamente. Falso y cínico -bueno no llega ni a esto-, es como el gorrón en las bodas: llega a la escritura sin que nadie lo haya invitado...no sé cómo El País consiente a personajes de todo a cien como este. De cualquier modo, ¡cómo están honrando a Grass cuando han mandado a lo mejor de cada casa de los esbirros, amanuenses, manipuladores y otras yerbas venenosas del Estado de Israel para atacar a un escritor, un poeta, una persona digna que se ha limitado a decir la verdad con un poema! ¡Qué fuerza la de la poesía!

gracias por aclarar esa situacion.

Carlos gracias por los esfuerzos y sacrificios q haces por tenernos informados,estoy contigo como muchas personas,Dios te bendiga para q sigas adelante,cuidate mucho.

Mi buen Carlos. En mi paso por el Salvador, el pasado septiembre 2011, con el buen Erick Muñiz, tuve la oportunidad e conocerte y mejor aún, conocer el trabajo tan espléndido que hacen en el Faro. Gracias por ofrecerme buenos momentos esos días en que anduvimos, precisamente, recopilando información para contar de esas historias a las que estamos precisados a contar.
Si bien es cierto, el teléfono descompuesto no es solo un juego que se disfruta en una reunión social, también sucede en la vida real como fue este el caso. Sea lo que haya sido, es bueno que se enmendó el error. Sin embargo, agrego estas líneas para saludarte y decirte que tu pluma sigue siendo una de las más letales en el medio. Saludos a los que conocí de El Faro (al buen E. y a J.L.).
Saludos ahora desde MN donde radico actualmente.
MGR

Mi querido Carlos:
Un saludo desde la frontera de México con Estados Unidos donde, desgraciadamente, entendemos muy bien la terrible situación que nos mencionas está viviendo El Faro.
Me da mucho gusto saber que no has cambiado nada, que la verdad sigue siendo el camino que rige tu camino y el de tus colaboradores.
Desde este árido punto de tierras aztecas, va mi cariño y recuerdo para todos ustedes en esa redacción valiente, honesta, alegre y sobre todo, muy profesional.

Salú bro.

Gerardo Ramos

Carlos. Un día leí en una nota editada por Fidel Castro que decía lo siguiente.
Estimados lectores es bueno que cuando quieran saber como se forma la noticia con responsabilidad y veracidad es bueno que lean EL FARO. Si estas frases no son dignas de confiar entonces que podemos esperar.
Hermano yo se que vuestra tarea es difícil especialmente en un país que según yo pienso jamas encontrara la calma pero allí esta su trabajo allí esta su espíritu allí esta su familia periodística y de sangre, pero si algún día su emergencia es emergente es mejor que digan aquí corrió que aquí cayo, El Salvador esta lleno de nombres de héroes escritos en piedra , usted vale vale mas que un nombre en una piedra usted es mas con vida que muerto, no lo dude con pobrezas pero con carino lo puedo albergar en mi casa por aquí no pasa la ruta 11 ni la 24 porque estoy en Australia pero si con los brazos abiertos para un verdadero hombre de valor. Adelante

Tatiana Huezo, Documental El Lugar más Pequeño del Mundo - Reencuentro El Salvador


http://www.youtube.com/watch?v=ck705iEwCSY&feature=related


don carlos, un caluroso saludo desde España

Carlitos, gracias a Dios que nos da el don de pensar y hablar y de decidir usarlos para abrir los ojos de quienes los tienen cerrados por el masificante control de quienes manipulan los medios y nuestros bienes. Hace falta gente valiente para cambiar lo que nos quieren imponer. De mi parte todo mi apoyo divulgando tus palabras, que para orgullo nuestro hablan por nuestra gente.

Carlos Dada de lo mejor a nivel periodistico cienti-investigativo del pais en la actualidad y el faro tambien de lo mejor, en pluma mesurada, profesional e objetiva , lastima como siempre, los delincuentes,matones mafiosos e insin fin de actores del mal , salen como siempre a amenazar e imponer la ley del silencio a la cronica, en donde esta no tiene precio, ni negocia y ni mucho menos tranza con nadie, pero bien por mi gente pensante y valiente como los del Faro y su director Carlitos Dada que hacen excelente trabajo , que informan, denuncian e instruyen al pueblo a desenmascarar a tanto piracaro,sinverguenza y corrupto que ha vivido de lo del pueblo .............un no hasta pronto Carlos y el Faro hay que continuar en la lucha , por que la verdadera cronica nunca se rinde y la pluma nunca se seca, un abrazo de tu hermano sergio..............>

Mucho animo carlos. Es una pena que la profesion de peripdista siga siendo un riesgo y que el acceso a la informacion haya sido bloqueado por otro que fungió como periperiodista y que precisamente era bien crítico con los abusos. La corrupcion llega a todos los rincones, solo espero que nunca te alcance a ti. Espero que el Faro siga deleitandonos con historias y que no abandone la denuncia. Un abrazo

carlos.... un honor haber estado brevemente cerca de ti, y de el grupo de gente de el faro... en lo que sea que haga falta cuentas con todo el apoyo que pueda darte con todo gusto, un abrazo

Luego de haber vivido muchos años fuera de mi tierra, me doy cuenta que en este mundo tan amplio, solidario y sin fronteras se puede vivir en cualquier parte, por supuesto es mejor hacerlo por la propia voluntad antes que por la imposición del exilio, pero lo que es cierto es que en El Salvador, país que cualquiera creería que no da para más, el trabajo de El Faro, dirigido por Carlos Dada pero personificado en excelentes profesionales como Ricardo Vaquerano y Rodrigo Baires, entre otros, nunca terminamos de salir del asombro a través de las historias REALES que cada semana nos cuentan. A El Faro le queda muchísimo por hacer, a los valientes periodistas de El Faro les queda infinidad de historias por contar, pero una sugerencia: no se debe arriesgar más allá de la propia vida, sobre todo cuando el enemigo puede ser el funcionario más amable o el informante más colaborador...creo que hay más tiempo que vida, soy la primera agradecida por el trabajo de El Faro pero al mismo tiempo reconozco que vivimos como pececitos en un país invadido por pirañas, por tanto, hay que irse con mucho cuidado.
Un saludo solidario de admiración por el estupendo trabajo que realizan...!!!!

De algo puedo estar segura..... que la cosa debe estar realmente peligrosa y difícil para que un Salvadoreño como Carlos Dada salga corriendo al exilio, No somos gente temerosa y mucho menos cobarde, respeto su trabajo, lo respeto mucho a el y admiro. No creo que sea una pluma mediocre, y por lo que lo conozco tampoco creo que sea una persona con EGO. Carlos de nuevo te admiro muchísimo y admiro tu trabajo. Estarás en mis oraciones y que Dios y a Virgen te protejan siempre.

Querido Carlos. Un abrazo solidario, todo mi afecto. Cuando andes por México, nos tomamos un café de los de antes - del que sí era exilio aunque siempre parecía que habías nacido en México - para volver a leer a Roque Dalton. En esta tu otra patria tienes la nuestra que es tu otra casa. Un abrazo.

Me pase dos horas monitoreando la nota, me senté por largo rato y decidí involucrarme, algo que solo suelo hacer con lo que me provoca no quedarme en la inercia, cuando vea exactamente con lo que cuanto, llegara mi propuesta para ti y tu equipo. Las historias tienen que ser contadas. Por que fui una de las de tu lista y hoy decidí sumarme.

adelante Carlitos! Es un orglullo como savadoreño su trabajo y su esfuerzo por la sociedad salvadoreña, faltan pesonas como tú que tengan coraje y vocación!

"Si algo sé de Carlos Dada es que es el Ryszard Kapuscinski de Centroamérica". Por favor... si lo estimas, me parece que está bien que lo adules, pero no comparemos a alguien que apenas empieza, con errores, egos y pluma mediocre, con la estatura de un gran maestro. "Kapuscinski de Centroamérica", tío, me has dado risa. Muy mal tiene que estar Centroamérica para que Carlos Dada sea lo que dices.

Carlos:
Mando un fuerte abrazo, mi apoyo y solidaridad para ti y todos los integrantes de El Faro.
Sabes que aquí en el norte de México tienes amigos y estamos pendientes del acontecer en El Salvador.
Celebro que el silencio no sea una opción y compartamos la visión de que las campanas, siempre, doblan por todos y cada uno de nostros. Salú!

Sí algo sé de Carlos Dada es su valor, su compromiso y su entusiasmo por la verdad, desde cualquier frontera. Lo sé, porque fui parte de los amigos que compartió en ese otro exilio y en México, esa su otra patria, y en la Ibero, nuestra casa universitaria. Si algo sé de Carlos Dada es que cada línea, cada pensamiento, cada reportaje es un pedazo de pellejo que se arranca por conseguir lo que debe de ser y hacer: contar una historia bien contada, mejor documentada y siempre bien diseñada. Si algo sé de Carlos Dada es que, además de ser mi amigo y mi colega, desde su istmo centroamericano hasta mi violento territorio moreliano, es que él y El Faro son un referente de mis lecturas, de mi propio periodismo y de mis clases. Si algo sé de Carlos Dada es que es el Ryszard Kapuscinski de Centroamérica. Si sé algo de Carlos Dada es que él no huiría jamás: lo enfrentaría, como lo hace constantemente: haciendo extraordinario periodismo.

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Sobre el autor

Carlos Dada, periodista salvadoreño, es fundador y director de El Faro (www.elfaro.net), un medio reconocido por su independencia y su alta calidad. Dada ha trabajado en prensa, radio y televisión cubriendo noticias en más de 20 países. Es Knight Fellow por la Universidad de Stanford y ha sido galardonado con el LASA Media Award 2010 y el Maria Moors-Cabot de la Universidad de Columbia.

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