Cymbidium (Fotos P.G.-Centurión)
Este fin de semana el pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico madrileño se va a llenar de orquídeas para celebrar una nueva edición de Orquimadrid. No sé si llamarlo feria, muestra o festival; digamos que es un encuentro que organiza el Club de Amigos de las Orquídeas, en el que participan cultivadores especializados de Sudamérica y Europa. Habrá exposición, venta, conferencias y un taller de cultivo para novatos, en el que nos enseñarán las pautas básicas sobre cómo cuidar las orquídeas en casa.
Será una ocasión estupenda para conocer un poco mejor la variedad botánica de esta familia, la más evolucionada del reino vegetal, y admirar de cerca las increíbles especies tropicales. Porque orquídeas hay en todos los continentes –también en la Antártida– y en todo tipo de hábitats –con excepción, claro, de los desiertos–, pero es el los trópicos donde se concentra el ochenta por ciento de las especies silvestres. Y son realmente asombrosas.
Zapatilla de Venus (Paphiopedilum).
La mayoría son plantas epífitas. No crecen sobre el suelo, donde la vegetación es tan espesa que no entra la luz, sino en los troncos y ramas de los árboles. Para poder sujetarse han desarrollado raíces aéreas, que además, les permiten absorber la humedad y los residuos vegetales de los que se alimentan. También hay orquídeas litófagas que viven en las cavidades y entre el musgo de las rocas.
Cymbidium es una planta casi rústica, que es fácil cultivar dentro de casa ya que no le afecta la atmósfera seca de la calefacción. Florece durante los tres meses de invierno. A partir de ahora se puede sacar a la terraza para que pase el verano al aire libre; eso sí, siempre a la sombra.
Phalaenopsis ¿quién no ha tenido una en casa? Necesita buena luz y riego moderado, cada diez días más o menos, porque el exceso de agua pudre rápidamente las raíces. Puede florecer dos, incluso tres veces al año, siempre que no cortemos los tallos.
La Zapatilla de Venus (Paphiopedilum) que parece una babucha de seda, prefiere los ambientes sombríos. El riego suficiente para mantener el sustrato ligeramente húmedo, pero no encharcado.
Las orquídeas tropicales se desarrollan en sustratos pobres, por eso conviene abonarlas cada quince días. Si no se tiene a mano un fertilizantes específico, se puede usar cualquier otro para plantas de interior, añadiendo sólo la mitad de la dosis recomendada para otras plantas.
Supongo que no hace falta decir que, tanto las de la exposición como las que venden las floristerías, son plantas cultivadas mediante reproducción artificial. Precisamente en Orquimadrid se va a mostrar cómo se produce la germinación in vitro de una semilla. Experiencia que según Marta Careaga, fundadora del Club, nadie debería perderse.
Por cierto, entre las veinticinco mil especies, sólo una es comestible. Es una liana enorme, de unos cuarenta metros de longitud, oriunda de México. Se llama vainilla.
Hay 1 Comentarios
¡¡Muchas gracias!! Hermosísimas flores y excelentes datos, me sacaste de muchísimas dudas que tenía sobre las orquídeas<3 De verdad muchas gracias!
Publicado por: Pedro Gomez | 30/11/2015 14:59:37