Barcelona celebra mañana la décimo tercera edición de su Concurso Internacional de Rosas Nuevas. Sé que suena algo anticuado, pero los concursos son a las rosas lo que los desfiles al mundo de la moda: una oportunidad para presentar novedades y, si es posible, ponerlas en el mercado con el respaldo de un premio. El más codiciado es la medalla de oro de Bagatelle, la rosaleda parisina que en unos días cumplirá ciento ocho años.
Desde hace trece, Barcelona inaugura la temporada. Lluis Abad, secretario del concurso, convoca a un jurado internacional que acude encantado al remodelado parque Cervantes. Y no es para menos porque el recinto se ha transformado en una rosaleda moderna y singular gracias al estupendo trabajo de la arquitecta-paisajista Bet Figueras (Barcelona, 1957-2010). Es curioso que la web de Medio Ambiente del Ayuntamiento, que da una extensa y detallada información sobre el sitio, ni siquiera la mencione.
Actual, didáctico y riguroso, el proyecto de Figueras es admirable por muchas razones. Porque salió muy barato: había que ceñirse al presupuesto ordinario para mantenimiento del parque. Porque respeta su trazado primitivo y lo integra en el nuevo. Porque es un diseño dinámico que permite ir incorporando plantas y mantener una muestra coherente y representativa de la historia y evolución del género Rosa.
'Celestial', una variedad antigua de R. alba, en el parque Cervantes de Barcelona.
Con un presupuesto mínimo y la colaboración de Anne Neuve-Église que conoce estas flores como nadie, Bet Figueras ideó una estructura puramente vegetal. Un eje formado por las especies silvestres, a cuyos lados se van plantando los híbridos más relevantes de cada estirpe. Liberadas de los vetustos parterres, las rosas se han apoderado del jardín. Ahora crecen en libertad codeándose con lirios, hierbas y vivaces, en una colección excepcional que cuenta ya con diez mil variedades.
Al concurso de Barcelona (10 de mayo) le seguirán el de Roma (18 de mayo), Madrid (24 de mayo), París (13 de junio) y Ginebra (16 de junio).
Bet Figueras, Lluis Abad y José María Redondo, conservador de la rosaleda, en mayo de 2009.
Hay 4 Comentarios
Gracia, Roser. Además de una paisajista estupenda, Bet era una gran persona.
Publicado por: Pilar Gómez-Centurión | 13/05/2013 9:05:30
Gracias Pilar por este pequeño homenaje, soy una gran admiradora del trabajo y estilo paisajístico de Beth Figueras.
Publicado por: Roser Claramunt | 13/05/2013 7:31:02
Gracias a ti, Anatxu. Bet tenía un cariño especial por este proyecto.
Publicado por: Pilar Gómez-Centurión | 10/05/2013 7:44:50
Qué gran legado el de Beth Figueras: continuar o mejorar lo existente con lo que ofrece el propio lugar. Gracias Pilar por recordarlo.
Publicado por: Anatxu | 09/05/2013 20:10:02