Decía el paisajista Leandro Silva (1930-2000) que los jardines hay que pintarlos. Sin embargo, nada ha contribuido tanto a divulgar el interés por la jardinería como la fotografía en color.
Como modelo, el jardín es un tema inagotable y atractivo, aunque también efímero y complicado. Los cocineros inmortalizan sus platos nada más terminarlos, los arquitectos sus edificios, los modistos sus creaciones; pero el jardín, como el vino, necesita tiempo, y nunca parece más inexpresivo y triste que recién plantado. Luego hay que echarle paciencia. Un vendaval, una helada tardía o una tormenta inesperada suponen mucho más que un pequeño contratiempo cuando uno ha recorrido medio mundo para fotografiar los cerezos en flor. A veces supone tener que esperar un año entero para intentarlo de nuevo, y de poco sirve dominar la técnica si la Naturaleza no está dispuesta a colaborar. Quizá por ello no hay tantos fotógrafos especializados en jardines.
Clive Nichols es uno de ellos. Me gusta especialmente su trabajo porque aporta una mirada distinta, luminosa y vibrante, frente a la imagen convencional y demasiado estática que se suele dar del jardín. Así que, pensando en las vacaciones y en que todos viajamos ya con una cámara en el bolsillo, he recurrido a él en busca de consejo.
"Lo primero que hago siempre es consultar el pronóstico del tiempo, sobre todo lo que se refiere al viento, porque cuando es muy fuerte resulta casi imposible fotografiar al aire libre y no merece la pena salir".
¿Y cómo se las arregla uno en verano bajo un sol de justicia y esa luz cegadora y reverberante del mediodía?
"Entonces me levanto muy temprano y trabajo hasta tarde. Los mejores momentos para las fotos son la primera hora de la mañana, justo después del amanecer, y la última de la tarde. Es cuando el sol está bajo y proyecta un haz de sombras alargadas sobre el jardín; el colorido es entonces más rico y no suele hacer viento o apenas una brisa ligera. Como norma, evito siempre trabajar al mediodía cuando el sol cae de lleno y produce un contraste muy duro entre luces y sombras que resulta difícil de captar por la cámara y muy poco favorecedor para la imagen".
En cambio, la iluminación difusa de un cielo encapotado, tan menospreciada a veces para la fotografía en exteriores, es perfecta para tomar primeros planos porque al ser una luz suave, sin apenas contrastes ni zonas de sombra, hace resaltar los detalles y da una intensidad inusual a los colores. También la lluvia puede ser una buena aliada. El aire húmedo y las gotas que cubren las plantas tras un chaparrón permiten captar matices que de otra forma pasan desapercibidos.
Además de sus colaboraciones con la Royal Horticultural Society y con las mejores revistas del mundo, entre ellas El País Semanal, Nichols dedica buena parte de su tiempo a dar cursos y talleres sobre fotografía. Tiene publicados dos libros que contienen toda la experiencia acumulada durante los veinticinco años que lleva recorriendo jardines. Es una lástima que no estén traducidos, pero se los recomiendo a todo el mundo porque están llenos de información práctica, desde el equipo que utiliza, a los pasos necesarios para conseguir un buen contraluz.
"La mayoría de la gente fotografía de espaldas al sol; eso funciona con ciertos objetos no tridimensionales ya que la luz frontal da imágenes planas. Yo prefiero disparar a contraluz, incluso en días nublados, porque así la luz añade dramatismo y da vida a la escena".
Me comenta que no tiene un jardín favorito, que suele enamorarse del último. Ahora acaba de regresar de Tresco, en las islas Sorlingas, donde ha estado fotografiando las proteas, y está admirado de lo bien que se dan estas plantas sudafricanas en el clima inglés.
Si pensáis viajar a Inglaterra y os interesa la fotografía, Clive Nichols tiene programados tres talleres a lo largo del verano: el 10 de agosto en Nymans, el 17 de septiembre en Wisley y el 28 de septiembre en Kew.
Hay 7 Comentarios
Siempre adornan las flores todas las fotos, pero a las fotos con esta iluminación además le dan un toque muy especial que no se consigue con ningún otro objeto.
Publicado por: La Tienda de las Flores | 17/01/2014 20:17:10
El jardín también es una cuestión de espacio.Hoy tenemos grandes extensiones, además con espejos de agua. Bellos sin lugar a dudas.
Publicado por: Beatriz Basenji | 06/07/2013 23:04:12
Son unas imágenes maravillosas, y el artículo muy bueno. Es interesante que haya gente que se dedique a buscar belleza...
Aquí os dejo otro tipo de paisajes, también espectaculares y sorprendentes:
http://cocinarconciencia.blogspot.com.es/2013/07/paisajes-comestibles-una-mirada-al.html
Publicado por: Cocinar con-Ciencia | 06/07/2013 8:36:33
Me corrijo: mucha más gente
Publicado por: Iciaqui | 06/07/2013 7:32:31
De verdad que hay mucho más gente que hace y trata de fotografía de cocina, así que gracias por el gusto de leer sobre fotografía de jardines,
Publicado por: Iciaqui | 06/07/2013 7:27:51
Es un artículo muy interesante, es muy agradable este tipo de paisajes que a todo mundo agrada ver algo de esta naturaleza, es un sitio muy agradable que la vale la pena visitar ya que el contenido es de mucho valor.
Publicado por: Oscar Herrera - Negocio Rentable | 05/07/2013 16:44:55
que bien que alguien se dedique a algo tan constructivo de la mente y el corazón...!
Publicado por: gustavo florida | 05/07/2013 12:46:41