Acocoxóchitl significa flor de tallo hueco en lengua náhuatl. Es así como se llamaba a la dalia en el México precolombino y como aparece descrita en la Historia de las plantas de Nueva España del médico y naturalista toledano Francisco Hernández. Al parecer, acocoxóchitl era un cultivo habitual del pueblo azteca que conocía sus propiedades medicinales, cocinaba sus rizomas y utilizaba los gruesos tallo de Dahlia imperialis,largos y sólidos como los del bambú, para canalizar el agua hasta los poblados.
Precisamente el pasado domingo, 4 de agosto, México celebraba el día de la Dalia que desde hace cincuenta años es la flor nacional. En sus montañas crecen las especies silvestres que han dado origen a las veinte mil variedades inscritas actualmente en el International Register of Dahlia Names. Un censo que se incrementa año tras año, ya que el cultivo de esta herbácea perenne que brota de un rizoma, crea adicción. Nadie parece contentarse con un solo tipo ni con una única variedad. La dalia es una planta de coleccionistas y cuenta con tantos admiradores como una estrella del pop.
Existen numerosas asociaciones dedicadas a divulgar sus encantos y las claves de su cultivo y propagación. Y no sólo en México, también en Canadá, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Dinamarca, Alemania, Francia y, por supuesto, Gran Bretaña.
D. 'Lavender Chiffon', una variedad antigua.
En España, sin embargo, no despierta mucho interés. Ni siquiera en el Real Jardín Botánico de Madrid donde hay una pequeña colección puramente testimonial. Y eso que fue éste el primer lugar de Europa donde florecieron, allá por 1789. Aquellos primeros tubérculos llegaron con una remesa de especies autóctonas que Vicente Cervantes, director del Jardín Botánico de México, envió a Antonio José de Cavanilles, su homólogo en Madrid.
Estatua de Cavanilles en el RJB de Madrid.
Algunos dieron flor ese mismo año. Cavanilles describió la planta, la dibujó y la llamó Dahlia pinnata como homenaje al botánico sueco Andreas Dahl. Posteriormente florecieron otras dos especies descritas también por Cavanilles como D. rosea y D. coccinea de las que enseguida envió semillas y tubérculos a sus colegas europeos.
Dalias en el Real Jardón Botánico de Madrid
D. decorativa 'Sugarton Sunrise'.
Si tuviera que elegir una sola palabra para describir la dalia, yo elegiría diversidad. Las hay de muchos tamaños, desde las que apenas levantan treinta centímetros del suelo, a los tres o cuatro metros de D. imperialis. En cuanto al color, sólo el azul se le resiste; se encuentra en cualquier tonalidad de blanco, amarillo, naranja, rosa, rojo, malva o morado, a menudo con pétalos –o mejor, lígulas– bicolor. Ni siquiera la estructura de la flor es homogénea, así que para distinguirlas existen varias nomenclaturas; la más clásica reconoce diez grupos: flor sencilla, anémona, collerette, nenúfar, decorativa, bola, pompón, cactus, semicactus y mixtas.
D. 'Alouna Clair-Obscur', tipo cactus.
D. 'Othello', semicactus.
D. 'Franz Kafka', flor de pompón.
Os gusten o no las dalias, no dejéis de entrar en la página de la Colección Nacional del Reino Unido que David Brown inició hace ahora treinta años. Es el mejor sitio para conocerlo todo sobre esta flor sorprendente.
Nuevas variedades premiadas en el Hampton Court Festival 2013.
Hay 4 Comentarios
Bellisimas
Publicado por: Ana María Alavrez | 09/10/2014 3:58:38
Bellísimas, la blanca es muy bonita también…
Publicado por: Dalia Ehrenberg | 11/08/2013 1:17:54
Gracias por esta maravilla de colorido. Mexico lindo y querido, todavía lo amamos. sobre todo los descendientes de aquellos imigrantes catalanes republicanos que huyeron de la masacre fascista-franquista.
Publicado por: RPor | 08/08/2013 9:17:22
¿Cómo puede no gustarle a alguien esta maravilla?
Publicado por: Cocinar con-Ciencia | 08/08/2013 7:50:17