De flor en flor

Sobre el blog

“Sé de un lindero donde crece el tomillo silvestre, donde se mecen las violetas y las prímulas, tapizado por olorosas madreselvas, por fragantes rosas de almizcle y bellos escaramujos. Allí duerme Titania una parte de la noche, reclinada al arrullo de esas flores…”. W. Shakespeare: Sueño de una noche de verano.

Sobre la autora

Pilar Gómez-Centurión

. Cuando estudiaba periodismo nunca imaginé que terminaría metiéndome en un jardín. Pero como decía Robert Walser, era pobre y necesitaba una ocupación hermosa. Creo que todos los jardines, incluso los privados, forman parte del bien común. Y que una simple maceta en el alféizar de la ventana es tan admirable como el más espléndido vergel.

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Hanami, de Tokyo al Jerte

Por: | 30 de marzo de 2014

Cerezo-japonés

Hanami significa mirar las flores y es una palabra que se escucha mucho estos días en que Japón celebra la floración de sus cerezos.

Cerisiers-fleurs

Sakura

La flor del cerezo es todo un símbolo de la cultura nipona. Frágil y efímera, representa los valores estéticos del período Heian (794-1185) frente a los de fortaleza y heroicidad de la época Nara que encarnaba entonces la flor del ciruelo.

Prunus-serrulata10

En botánica, los cerezos japoneses, descendientes de la especie silvestre (Prunus serrulata spontanea), forman el complejo grupo Sato-Zakura. Más apreciados por sus flores, casi siempre rosa pálido, que por los frutos, son pequeños árboles ornamentales de hoja caduca, que añaden a la eclosión de primavera un atractivo colorido otoñal.

P. Fudan-Zakura

Kiku- Shidare

Aunque la floración se inicia ya en febrero en la isla de Okinawa, y desde el sur remonta hasta Sapporo donde aparece a principios de mayo, el apogeo de los cerezos –mankai, en japonés– tiene lugar estos días por todo el centro del país.

Cerezos

Tal como ocurre en Japón, millón y medio de cerezos florecen en el Jerte de forma escalonada, desde los rincones más cálidos del valle a los más fríos. Y lo hacen, según se presente la primavera, entre mediados de marzo y finales de abril.

Prunus-cerasus

A diferencia de los sakura, las flores de los cerezos extremeños (Prunus avium P. cerasus) son mayoritariamente blancas. Su fugacidad tampoco invita a la melancolía, es más bien la promesa de deliciosas toneladas de picotas que no tardarán mucho en llegar a los mercados.  

Cerezas-del-jerte-picota-del-jerte-Valle-del-jerte-Vivir-Extremadura

Nostalgia del agua

Por: | 23 de marzo de 2014

Alhambra

Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero no creo que exista en el mundo un jardín más hermoso que la Alhambra. Quienes levantaron la fortaleza roja añoraban el agua y estoy segura de que conocían muy bien su valor, por eso le concedieron el papel estelar.

Aunque lo hayamos olvidado, fue precisamente la escasez de agua, la nostalgia del oasis y de su admirable equilibrio entre sombra, vegetación y humedad, lo que hizo surgir, al borde mismo del desierto, los primeros jardines mesopotámicos.

Jardines

Y de la necesidad de aprovechar hasta la última gota van apareciendo los elementos que caracterizan todavía el modelo de jardín mediterráneo: muros, emparrados, albercas, fuentes, pavimentos, macetas.

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La feliz trotamundos

Por: | 12 de marzo de 2014

Donna Regan Ferguson
Foto: Donna Regan Ferguson

Me gustaría averiguar algo más sobre Franziska von Hügel, condesa Von Hardenberg, la mujer que da nombre al género Hardenbergia, porque lo único que mencionan las reseñas es que era hermana de Carl von Hügel, un oficial de húsares nacido en Baviera, que tras las guerras napoleónicas se instaló en Hietzing –el distrito aristocrático de Viena– donde creó un famoso jardín.

Jardín de Villa Hügel en Hietzing             Jardín de Villa Hügel, en Hietzing.

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Carnaval en el jardín

Por: | 06 de marzo de 2014

Lithops

Sé que estos días deberíamos hablar de los almendros, las mimosas, las olvidadísimas violetas –no los pensamientos, sino Viola odorata, mi favorita–, incluso del mucho trabajo que tenemos por delante. Ayer, mientras quitaba ramas secas aprovechando que el viento ha parado y el sol empieza ya a calentar, tuve la suerte de encontrar una solitaria mariquita y me pareció un augurio de lo más prometedor.

FlorPero como todavía estamos en carnaval, me he acordado de los lithops, esas plantas que se disfrazan de piedras, o más bien de guijarros porque son diminutas, y que mis hijos coleccionaron durante un tiempo.

Ahora es fácil encontrar algunas variedades en cualquier centro de jardinería. Para contemplarlas en su hábitat natural hay que viajar a Sudáfrica y el sur de Namibia. En esas regiones áridas de suelos entre arenosos y calcáreos, donde las lluvias se concentran en un corto periodo entre finales de primavera y principios de verano, y donde los pastos escasean, los lithops surgen entre las piedras mimetizados con ellas. Gracias a esta habilidad camaleónica han logrado sobrevivir, porque el ganado las devoraría en un abrir y cerrar de ojos de no ser por esa estrategia de camuflaje que han desarrollado.

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El País

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