16 ene 2014

La insoportable pesadez de la botella

Por: Carlos Delgado

Bodegón

 

 

 


En las pasadas fiestas más de uno habrá recibido, o habrá regalado, una gruesa y pesada botella de vino, cuyo lastre trata de ser un contundente mensaje de calidad y prestigio. Pocas son las bodegas que se resisten a la tentación de utilizar envases que duplican el peso habitual de una botella para su vinos de la gama alta. Desde luego, hay razones de “peso” para ello.

Vivimos en una sociedad donde el continente tiene la misma, cundo no más, importancia que el contenido. Se valora el aspecto exterior muchas veces por encima de la virtudes intrínsecas de un producto. Esta supremacía de lo accesorio sobre lo sustancial permite a los avispados profesionales del marketing otorgar una apariencia de calidad superior a productos mediocres. Eso no significa, por supuesto, que todo vino embotellado en vidrios de 800 o más gramos no pueda ser muy bueno, incluso excelente. Hay ejemplo notorios como “Amancio” (Sierra Cantabria), Pesus (Hermanos Sastre), Aquilón, (Alto Moncayo), Casa Cisca (Castaño), o “Clio” y “El Nido”, éstos más orientados al mercado norteamericano, que es donde nace la moda de la botella pesada.

Sin embargo, tanto derroche de vidrio, impensable entre los Premier Grand Cru Classé franceses como Château Latour, Château Lafite Rothschild, Château Margaux y Château Haut-Brion, tiene un alto precio. Y no me refiero sólo al directamente económico.

Lo que me interesa traer a este blog, y de paso propiciar un debate entre los amantes del vino, es el coste energético y su impacto en el medio ambiente de tamaño despilfarro de vidrio. Un tema que, en mi opinión, debe estar siempre presente en cualquier actividad humana.


GlassIsLife_Infographic_Sustainability_SpanishEn efecto, pese a que el impacto medioambiental de la botella de vidrio es mucho menor que el de otros envases (ver http://glassislife.com) las organizaciones mas preocupadas con el cambio climático buscan la manera de reducir su huella de carbono, tanto en los procesos de elaboración como en el peso de la botella.

Así, la empresa canadiense Liquor Control Board of Ontario (LCBO) añade recargos a las bodegas que no cumplan con el requisito de un peso máximo estándar de 420 g. Son penalizadas con 0.50 $ por botella entre 420 y 500 g., y 1.00 $ por botella para las que superen los 500 g. Políticas como estas han conseguido reducir el peso de las botellas de vino, inicialmente de 540 g., hasta 340 g.

En nuestro país, Ecovidrio (www.ecovidrio.es), una asociación sin ánimo de lucro, propicia la reducción de la huella de carbono en los envases de vidrio. Las empresas adheridas a Ecovidrio abonan una cantidad, el llamado "Cotización del Punto Verde", con el que se financia la gestión de los residuos.

Incluso en el caso de los espumosos naturales, que necesitan utilizar una botella gruesa debido a que deben soportar la presión del gas carbónico, también se busca reducir su grosor. Como hace el CICV (Comité Interprofessionnel du Vin de Champagne), que recomienda reducir el peso de la botella de 900 a 835 g.

Por eso, me cuesta aceptar la moda de la botellas pesadas o de diseños troncocónicos disparatados. No entiendo el sentido de pagar más del doble por una botella de 600 g. y hasta 900 g., cuya única aportación es provocarnos la sensación de que tenemos entre manos un gran vino. Desgraciadamente, todavía hay consumidores que consideran, aunque sea inconscientemente, que una botella de vino “aligerada” sólo puede contener un vino igualmente ligero.

Somos los consumidores los que debemos primar a las bodegas que adoptan una política de respeto medioambiental, empezando por aligerar las botellas.  No se me alcanza el interés en manejar una pesada y gruesa botella, difícil de servir y mucho más de almacenar, salvo un poco consciente deseo de aparentar. Porque el destino del vino es la copa, paso previo al gozoso trago.

 

 

Hay 10 Comentarios

Una bonita botella de vino en una cena con amigos es parte del encanto. Y lo bueno es que hoy existen botellas de vidrio (el material que mejor proteje al vino) que ofrecen una imagen "premium" sin necesidad de recurrir a pesos exagerados. Un ejemplo es la gama Vintage de Verallia.
http://es.verallia.com/sites/verallia.spain/files/files/catalogo-es-vintage.pdf

Pues sí, yo tambien soy de la opinión de que esas botellas voluminosas no dejan de ser más que un puro geg de marketing. Tampoco creo que ésta clase de botellas guarden el vino en mejores condiciones, luz, ruidos, olores,
etc.que las botellas "normales" a que estamos acostumbrados. Cuando compramos vinos y, suponiendo que los guardemos durante meses o anyos, lo ideal es/sería guardarlos, no precisamente en el armario de la cocina ni tampoco en el de la sala de estar, nó, lo ideal sería en el sótano de la vivienda y, si ésto no es posible, lo mejor sería en un armario frigorifico especial de vinos. Éstas son las mejores formas de guardar el vino y no, el que el vino esté embotellado en un recipiente de mayor peso.

Vino Don simon Botella Pet 40g.
Diseñada por In Spirit Design (Madrid)

http://www.garciacarrion.es/es/donsimon/vino-don-simon-tinto?egallery-id=72&egallery-page=2&egallery-rel=

En efecto, se valora el diseño de la botella sobre todo, entre otras cosas porque de otra forma sería injustificable las barbaridades que se pagan por ciertos vinos.
De hecho, tú también lo has hecho.
En la entradilla del blog podrías haber escrito:
"Se valora más el aspecto exterior de la botella que el propio vino"
Y sin embargo has dicho:
"... que las cualidades intrínsecas del vino".
Es decir, has decorado excesivamente tu comentario para hacerlo más atrayente.

Para que veáis la poca cultura del vino que hay en este país, donde es normal echar gaseosa al vino y quedarse tan contentos. Que es normal que la gente pida una y otra vez los mismos vinos, y para más inri, extranjeros como el Lambrusco cuando aquí hay iguales o superiores y más baratos. La gente no tiene cultura de nada. Ni de vinos ni de cualquier cosa que no sea fútbol. País de paletos.

Interesante, y mucho más en el mundo del vino donde es difícil distinguir lo subjetivo y lo objetivo

Esto, efectivamente, es puro marketing. No hay un solo producto comercial que escape a la capa de marketing. Se llama valor percibido y es la relación que hay entre el precio que pagamos por un producto y la calidad que percibimos. ¿Y cómo percibimos la calidad? Pues hay muchos factores y cada persona da más importancia a unos u otros. Antes de beber un vino, lo vemos (factor de forma de la botella), lo tocamos (peso, tacto), o nos lo sirven (la parafernalia de los sumiller). Hay que darse cuenta que pagamos (o decidimos pedirlo) antes de beberlo. Por supuesto, la calidad del vino debe acompañar al resto de factores, aunque muchos ya estarán tan sugestionados que les parecerá de excelente calidad sí o sí.

Pues creo que lo ha explicado sobradamente haciendo mencion de los vinos franceses, en especial de marcas de referencia que ademas tienen reservas muy antiguas.
Quizas usted tiene una opinion diferente, pero al hilo de su comentario, explique y no opine sopbre una posicion que no comparte.

PD. Lo de la persiana, el climalit y la cortina, sinceramente deja un poso realmente malo....como de vino de envase de plastico.

Estimado Carlos:
Lo verdaderamente interesante hubiese sido haber traído a este blog las razones por las que determinadas bodegas utilizan esas botellas pesadas que usted atribuye exclusiva, y quizá equivocadamente, al marketing.
El vino descansa en botella, como usted bien sabe, durante un buen puñado de meses antes de salir al mercado. Incluso no es disparatado pensar en que vayan a pasar otro buen puñado de meses, si no años, entre su llegada al mercado y su consumo.
No soy un experto, pero me atrevo a aventurar que hay más razones. ¿Que sea más difícil que la luz atraviese la botella? ¿Que el vino quede más aislado incluso de ruidos? ¿Qué tal descansa usted durmiendo sin persiana, cortina ni climalit? Quizá el uso de esos vidrios gruesos esté motivado por alguna de esas razones. Haga la prueba a preguntar sin esperar que una de esas botellas pesadas llegue a su despacho para someterse a la cata de rigor. Es posible que se lleve una sorpresa. O escriba un artículo explicando que eso de que el vidrio grueso es bueno para la guarda del vino es puro postureo. Explicando, no opinando.
Salud.

Esto nos pasa por estar siempre mal informados, de ello se aprovechan los profesionales del marketing para vender sus servicios. Hay que regular e informar debidamente al consumidor, si funcionase bien este servicio, sabríamos que vinos nos podría interesar por sus propiedades y elaboración, y no por el tipo de botella.
Saludos… Félix.

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

El Viajero: Guía de Viajes de EL PAÍS

Sobre el blog

Un blog que pretende ser un espacio abierto al debate sombre el vino y sus circunstancias. Con el objetivo de potenciar el consumo responsable y profundizar en su conocimiento. Tanto desde el punto de vista vitivinícola como en sus aspectos prácticos. Sin obviar los temas controvertidos en torno a calidad, precios, marketing, etc.

Sobre el autor

es crítico enogastronómico de EL PAÍS desde hace 28 años y autor de El Libro del Vino y Manual del Santo Bebedor. Pionero en España del análisis profesional de los vinos, le quitó literatura al asunto. Pero no poesía: para él, que toca el saxofón y el violín, el vino es “música líquida”.

Los blogs de el viajero

Archivo

mayo 2014

Lun. Mar. Mie. Jue. Vie. Sáb. Dom.
      1 2 3 4
5 6 7 8 9 10 11
12 13 14 15 16 17 18
19 20 21 22 23 24 25
26 27 28 29 30 31  

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal