Invertir en vino español, y más cuando la Bolsa padece síndrome maniaco-compulsivo, puede ser una buena opción. Existen precedentes de lo que puede dar de si una botella de vino convenientemente avalada por la crítica internacional: hace algo menos de una década, la prestigiosa sala londinense Sotheby’s subastó L’Ermita 1994, de Álvaro Palacios. Pues bien, el lote de seis botellas alcanzó las 230.000 pesetas de entonces, un 200% del precio de origen en bodega. No es de extrañar que Serena Sutcliffe, Directora del Departamento Internacional de Sotheby’s declarara a Wine Spectator que “España es un lugar idóneo para el comprador de vinos un tanto aventurero”. Decanter, por su lado, afirmaba rotundamente que “los vinos de viñedo españoles parecen haber recibido el estatus de vinos para invertir” Y si eso era entonces, que en la actualidad el panorama ha mejorado sensiblemente, aumentando las marcas de vinos españoles en los que la inversión y ganancia están aseguradas. Claro que no todo es Jauja: hace unos años quebraron 50 fondos de inversión dedicados a vinos de alta calidad y ediciones especiales en el Reino Unido, con pérdidas superiores a los 100 millones de libras.
Invertir sin riesgo (legalmente) no existe. Parte del éxito de los vinos españoles en los mercados más exclusivos y exquisitos se debe al factor Robert Parker, el gurú norteamericano que dicta modas y encumbra vinos con sus puntuaciones. Sus críticos han situado en la banda de los 90-100 puntos a varios tintos españoles, como Pingus, L’Ermita, Vega Sicilia, Artadi, Clos Mogador, Remírez de Ganuza, etc.. Son vinos, en la mayoría de los casos, de elevado precio y producción limitada. Pero invertir en vino no exige hacerlo siempre en vinos tan exclusivos como caros. En realidad puede obtenerse una buena rentabilidad con inversiones en vinos más asequibles. Hay suficientes tintos en Rioja, Ribera del Duero, Priorato, Bierzo, Toro, y otras zonas -por no hablar de Jerez - donde elegir con la casi completa seguridad de que en unos años habremos multiplicado nuestro dinero. Claro que este tipo de inversión exige ciertos cauces de venta posteriores, lo que todavía no está suficientemente desarrollado en España.
Cuando dirigía la revista “MiVino”, realizamos un estudio de rentabilidad durante un año, tomando como base 17 vinos de prestigio. Corría el año 1997. Se partió de comparar los precios en bodega con los de varias tiendas especializadas un año después. El resultado no pudo ser más elocuente: la media de revalorización de los vinos superó el 50%. Y los hubo que alcanzaron el 260%. Lógicamente, la rentabilidad siguió subiendo según pasaban años. Porque en esta inversión el tiempo juega a favor… siempre que se elijan bien los vinos, de manera que se acierte en su evolución futura, allí donde se encuentra el tesoro de su grandeza y revalorización.
Comprar futuro
En Francia es práctica habitual el negocio de comprar los vinos en primeur, tipo de contrato de futuros
que supone un arriesgado ejercicio de sagacidad enológica y visión de negocio. Es práctica habitual en Burdeos, Borgoña, Ródano, Piamonte, Oporto… La bodega ofrece el vino de la nueva añada cuando está en barrica, aproximadamente un año y medio antes de salir al mercado. El comprador, generalmente un especialista o “negociant”, paga el vino por adelantado de acuerdo a como valore su previsible evolución y la calidad de la cosecha. Un juicio arriesgado que puede reportar grandes beneficios. Cuando la bodega considera que su vino esta ya listo para salir al mercado, avisa al cliente de que puede retirar el vino. En este tiempo puede ocurrir que el precio del vino haya aumentado de un 60 a un 80%. Claro que también puede ocurrir lo contrario. En España, donde las oscilaciones de calidad de las añadas no son excesivas, las bodegas no ponen a la venta sus vinos hasta que ya están listos para salir al mercado, por lo que la oscilación de precios dependerá ya fundamentalmente de lo que ocurra con la botella en los circuitos comerciales. Una especie de sucedáneo de venta en primeur es el que ofrecen algunas web y tiendas online, como Lavinia, donde podrás comprar vinos españoles e internacionales. Otra es Millésima, centrada en vinos bordeleses. Aporvino tiene una interesante sección de Venta Avanzada-Primeur, con propuestas de vinos españoles y franceses a buen precio.
Algunas inversiónes recomendables
Pequeña lista de vinos en los que la inversión puede ser muy rentable
Alabaster. Teso la Monja. Procedente de viñas muy viejas, prefiloxéricas, es puro equilibrio y armonía, intenso y fragante, complejo y elegante (lo que no es poco en un Toro).
Aquilón. Alto Moncayo. El esplendor de la Garnacha vieja. Gran frutosidad, carnosidad sensual. Todo muy al gusto imperante, sin caer en lo empalagoso.
Aro. Muga. Muestra de la maestría familiar de los Muga. Fruta silvestre poderosa pero delicada, Gran estructura, perfecto equilibrio, con os taninos opulentos y maduros.
Artadi Viña El Pisón. Cosecheros Alaveses. La esencia de viñas muy viejas de la zona alavesa. Una demostración de poderío y concentración. Vino concebido para una larga evolución en botella.
Aurus. Finca Allende. Fruto de 1 ha. de viñedo muy viejo situado en el monte Calvario. El resultado es impactante, con el terruño marcando la elegancia y finura.
Clos Mogador. Clos Mogador. El padre de los nuevos Priorato. Aroma profundo, complejo, magnifica estructura y gusto concentrado. Se agiganta con el paso del tiempo.
Contador. Benjamin Romeo. Pocas botellas para un vino de lujo: prodigio de riqueza aromática, de taninos maduros, de elegancia y refinada potencia.
Corullón. Bodegas Roda. Soberbia combinación de potencia y delicadeza, de frutosidad expresiva y arabescos aromáticos, de cuerpo y carnosidad.
L'Ermita. Álvaro Palacios. Una filigrana enológica de aroma explosivo, casi violento. Un canto a los taninos dulces, frutosos y perfumados.
Malleolus de Valderramiro. Emilio Moro. Potente e imponente, con gran expresión tánica, finura y elegancia. Un diseño de hoy con mucho futuro.
Nebro. Finca Villacreces. No todos los años se dan la condiciones adecuadas para lograr un tinto con la elegancia, concentración y potencia de los grandes.
Pingus.Dominio de Pingus. El Top de los vinos de "garaje" españoles. Profundo, concentrado y complejo. Un vino de larga vida, que necesita tiempo y reposo.
Pujanza Cisma. Pujanza. La expresión de uno de la mejores terruños riojanos. Urdimbre de fruta, madera y especias. Concentración de sabores. Potencia y elegancia.
Remírez de Ganuza Gran Reserva. Remírez de Ganuza. Concentrado pero de gran expresividad aromática. Taninos maduros y frutosos. Atención a la añada.
Vega Sicilia Único Edición Especial. Vega Sicilia. El “Petrus” español, desarrolla un abanico de sensaciones con el sello de la casa: perfecta integración entre fruta, madera y reducción.
Viña Sastre Pesus. Hermanos Sastre. Un vino de terruño de extraordinaria riqueza aromática, fuerte carácter, y cierta dureza que el tiempo se encargará de suavizar.