Nombre de pila. Eva Neisser escribe desde Canadá: “En el artículo sobre Margaret Thatcher de Ian McEwan (14-04-13,) la traductora opta por nombre de pila en lugar de nombre a secas. Los que no han pasado por la pila de bautizo, solo tienen nombres y apellidos. Es hora de dejar la pila de lado".
Aznar, González y Thatcher. En un texto de la edición impresa titulado “Margallo irá al funeral de Thatcher con Aznar y González” se afirma que "la llamada Dama de Hierro dirigió el Gobierno británico entre 1979 y 1990, por lo que coincidió con los mandatos de González y Aznar". Un lector destaca que "Aznar llegó al poder en 1996 por lo que poco coincidió en su mandato con la Dama de Hierro”.
Doméstico. Ricardo Sevilla critica el uso, por mi parte, del término “doméstico” en el sentido de nacional o interior. “Me ha parecido muy interesante, por el tema que aborda, su artículo
"Políticos escondidos", pero ¿por qué hace referencia a un "[...] resquicio para interrogar al presidente español sobre los problemas domésticos?" Y comenta con ironía: "¿A alguien le interesa saber si al señor Rajoy se le ha estropeado el lavavajillas? (…) ¿Por qué no nacionales o del país o internos?". El lector recuerda "que el añorado Lázaro Carreter le dedicó uno de sus dardos a este uso de 'doméstico'”. Es un anglicismo emplear el término en el sentido de ‘nacional’ o ‘interior’.
Porcentajes. Joaquín Ruiz se sorprendió por el título de la edición impresa “El Íbex, a un 89 % de su cota máxima”. Y se preguntaba: ¿Está tan alto? ¿Únicamente le falta un 11% para alcanzar su cota máxima?. Sin embargo, el texto de la información explicaba que el selectivo de la Bolsa española, por puntos, tiene prácticamente la mitad que cuando marcó su récord histórico seis años atrás, y alcanzó, en noviembre de 2007, los 15.945 enteros. El salto porcentual que debería dar el Íbex para llegar a los momentos de apogeo sería de casi el 90%. “En concreto, el selectivo español aterrizó ayer en los 8.423 puntos. Es decir, que le separan de su máximo 7.522 puntos todavía. Tendría que subir un 89% para volver a su cota dorada del 8 de noviembre de 2007”. En la edición digital el titular fue más preciso.
Hacer la peineta. Alfonso Vázquez, desde Málaga, comprueba que el diario se ha sumado al error que cometió hace unos años el seleccionador de fútbol Luis Aragonés, quien en una rueda de prensa se refirió al término "hacer la peineta", cuando en realidad quería hablar de "hacer la peseta". “Escucho en la Ser y leo en EL PAÍS que Luis Bárcenas dedicó a los periodistas una "peineta", expresión que sólo existe en la mente del Sabio de Hortaleza. La expresión correcta, "hacer la peseta", está tomada de una de las columnas de Hércules que adornaba las 'pesetas columnarias' de cinco reales de vellón acuñadas en América. Es una pena que EL PAÍS difunda esta expresión futbolera, nacida de una metedura de pata, y arrincone el dicho correcto, más que centenario”.
Como
se explica en Fundéu,
Hacer la peineta no cuenta con tradición escrita en castellano hasta la irrupción del
lexicógrafo Aragonés y de los periodistas que lo fijaron en los diarios. “Al mostrar el dedo corazón extendido, “se expresa alguna burla infamante”. (…) No hay que confundirlo con
hacer una higa, pues, en este caso, se saca la punta del pulgar por entre el índice y el dedo corazón con el fin de ahuyentar algún maleficio o con el de provocar (...), como enseña José María Iribarren en su prodigioso
El porqué de los dichos”.
Goles deportivos. Carta de Mariano de la Banda: “Leo en elpais.com, un titular en que se habla de “la ascendencia” de Cristiano Ronaldo. Después, el texto comienza con este párrafo: “Si el liderazgo de un futbolista se mide desde la ascendencia que tiene en los partidos, el suyo es ahora incuestionable”. Cuando veo las transmisiones por televisión de los partidos del Real Madrid, me resulta evidente –y así lo destacan los comentaristas- que la ascendencia y también la descendencia de Cristiano Ronaldo –su señora madre y su hijo- ocupan un palco privado hacia el que Cristiano hace el gesto de dedicarles el gol que acaba de marcar. Supongo que a lo que quiere referirse el redactor del titular y el texto del título que le he copiado arriba es al “ascendiente” del gran futbolista sobre los compañeros y sobre la marcha del juego, que no hay que confundir con “ascendencia”, asunto familiar, ni con “ascendente”, que es cosa de subir y no de influir. Recuerdo que hace años me sacó de este error que yo solía cometer el formidable
Diccionario de dudas del gramático Sr. Seco. Desde entonces, procuro no reincidir en el fallo”.
Por otra parte, otro lector, Pedro Ramos, reseña que en un artículo de deportes “aparece Kagawa, jugador del United, cuatro veces nombrado como Kawaga, a no ser que se refiera a otro jugador, cosa que dudo mucho”.
También acude a la edición impresa donde en un Vida&Artes del 3 de marzo. “Fashanau era nombrado en tres ocasiones, en una aparecía como Justin, en otra como Justine y en una más, en el pie de foto, como Justion. Robbie Rogers en el pie de foto (dos pies, dos erratas) perdía una b para pasar a ser Robie a secas. No contentos con ello, el baloncestista Tim Hardaway es nombrado como Hadaway. Defensor, esto es una pieza de fin de semana, no un suceso de actualidad que brota a última hora y que no se espera. Se supone escrito con reposo y con tiempo suficiente para una corrección buena (veo, por cierto, que en la web han subsanado algunos de los múltiples errores). El tema es bueno, periodísticamente interesante y bien labrado, pero todo pierde fuerza cuando está cuajado de incorrecciones”.
Luz genital. Carmen Arenas se había propuesto tirar la toalla ante la reiteración de erratas. Pero avisó ante una, particularmente llamativa. En el suplemento Madrid Sábado de 2 de marzo, en el reportaje en la página 12 del citado suplemento, “dicen ustedes que “su planta basilical .... salas laterales con luz genital hace que ..... ". En la edición digital el error fue corregido y aparece “luz cenital”.