Durante los últimos días, EL PAÍS ha dedicado un buen número de informaciones, tribunas de Opinión y columnas al tema de la gestación subrogada, que ha sido objeto también de amplio debate dentro de los partidos políticos. El tema se abordaba el pasado viernes en la rúbrica el Acento. En el breve texto, -Entre los bebés ‘robados’ y los de ‘alquiler’-, firmado por Berna G. Harbour, se analizaban las implicaciones que puede tener el hecho de que una mujer ceda su capacidad gestante a cambio de dinero. En la edición digital el subtítulo afirmaba: Recurrir a un vientre de pago puede estar en ocasiones cerca del tráfico de órganos o de niños. El artículo ha provocado numerosas quejas.