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11 abr 2010

Tabaco en fotografías sobre moda

Por: Milagros Pérez Oliva

El doctor Miguel Barrueco, de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Universitario de Salamanca, sostiene que algunas de las imágenes publicadas en El País Semanal pueden constituir o bien publicidad indirecta del tabaco, o bien una promoción del tabaquismo. Miguel Barrueco es uno de los especialistas que más han investigado en España sobre la relación que hay entre el imaginario social del tabaco que se construye a través de los medios de comunicación y la extensión del tabaquismo, particularmente entre los jóvenes. Conforme los países desarrollados han ido restringiendo la libertad de las empresas tabacaleras de promocionar el tabaco, la industria ha ido buscando resquicios por los que colarse a través de los medios de comunicación. Contra estos subterfugios se han levantado, especialmente en Estados Unidos, especialistas en salud pública y autoridades sanitarias.

Pablo Pablo Guimón, redactor jefe de El País Semanal, sostiene que las fotografías publicadas no vulneran ninguna ley, aunque considera que puede ser objeto de debate la conveniencia o no de publicarlas. “La Ley General de la Publicidad establece que se entiende por publicidad `toda forma de comunicación realizada por una persona física o jurídica, pública o privada, en el ejercicio de una actividad comercial, industrial, artesanal o profesional con el fin de promover de forma directa o indirecta la contratación de bienes muebles o inmuebles, servicios, derechos y obligaciones”. Yo les puedo asegurar que ninguna de las fotos en las que aparece tabaco en el contenido editorial de El País Semanal se realiza “con el fin de promover de forma directa o indirecta” la compra de tabaco. De modo que esto no es publicidad, ni directa, ni indirecta, ni subliminal.

En realidad, la presencia del tabaco se ha reducido de forma drástica en las páginas del diario en los últimos años, hasta el punto de que las imágenes de personas fumando son ya muy pocas. Las nueve imágenes que a modo de ejemplo citan el doctor Barrueco y sus colegas han sido publicadas en los últimos cuatro años. Pablo Guimón ofrece un dato que define bien la situación: “La presencia del tabaco en las fotografías de El País Semanal es infinitamente menor que la incidencia social del tabaquismo. En los últimos cinco números de la revista (1.746, 1.746 Extra Hombre, 1.747, 1.748 y 1.749) he contado 463 fotografías editoriales y sólo hay tres en las que aparezca alguien fumando. Ninguna de las tres ha sido producida por la revista. Se trata de una fotografía histórica de Samuel Beckett, otra de Pete Doherty con Kate Moss y otra de la abuela de la presidenta de la Asociación Internacional de las Víctimas de Incesto, la francesa Isabelle Aubry, en una fotografía familiar”.

En el debate sobre esta cuestión creo que hay que diferenciar entre imágenes de la vida cotidiana que muestran a personas fumando y que constituyen un simple reflejo de la realidad, y aquellas otras que están tomadas expresamente para ser reproducidas y que, por tanto, ninguno de sus detalles se debe al azar. Entre las primeras podríamos incluir desde una escena tomada en un bar en la que aparezcan jóvenes fumando hasta el primer plano de Antonio Banderas fumando que aparece en la portada del EPS. Entre las segundas se incluirían las imágenes de modelos fumando y, entre ellas, habría que distinguir aquellas en las que el modelo aparece simplemente fumando de aquellas otras en las que se incluye además la imagen de una marca de tabaco. Esta última es la que podría levantar mayores sospechas.

  "Sobre esta foto quiero despejar cualquier posible duda acerca de si la marca ha pagado algo por salir. Rotundamente, no", afirma Pablo Guimón. Esa es una práctica que no se realiza en El País Semanal. Creo que es importante que los lectores lo sepan. El hecho de que salga un paquete de tabaco en esa fotografía es una decisión que tomó, acertadamente o no, el equipo que realizó la foto, y que asumo como propia desde el momento en que salió publicada”. Miguel Barrueco admite que resulta difícil demostrar que una imagen de este tipo incurre en publicidad indirecta, “pero está claro que infringe el espíritu de la ley”, sostiene.

La realidad cambia y las sensibilidades también. Hace 20 años, nadie hubiera imaginado que la publicidad del tabaco pudiera desaparecer como lo ha hecho. La batalla ahora no está en el terreno de la publicidad, sino de la promoción de determinadas imágenes y estereotipos sociales de éxito favorables al tabaco, pero esa es una cuestión bastante distinta.

 

Les sugiero considerar el caso de esta otra foto, que se encuentra entre las citadas por el doctor Barrueco, en la que aparece un niño con un cigarro en la boca apuntando con una pistola a otro niño. Esa es una realidad que está ahí. ¿Debemos considerar que la publicación de esta foto es necesaria para denunciar esa realidad o debe evitarse para no provocar un efecto de imitación y contribuir a la idea de que es normal que los niños fumen, algo que se ha demostrado que incide en el inicio del hábito de fumar. ¿Qué es más perjudicial, el cigarro o la pistola? ¿Hasta dónde debemos llegar en la autolimitación en aras de la corrección?

Hay 4 Comentarios

Con el dinero que se gastan en campañas absurdas, se me ocurren unas cuantas, y que miedo le da al Gobierno en entrar con mas fuerza contra las tabaqueras, con esta dejadez y lentitud en actuar lamentablemente solo quedan que pensar en intereses oscuros, Esto se evita con mas diligencia en la actividad de gobernar

Con el tema del tabaco hay que tener mucho cuidado, pues si partimos de que la nicotina es una droga, y muy adictiva, es peligroso jugar con fotografias que indirectamente puedan ser interpretadas por los jóvenes como buenas y sacar conclusiones de que lo que ven es bonito, bello y bueno. Por ahí pueden empezar a fumar, como una experiencia, para saber qué se siente. Seguramente no era su intención, pero el periodista ha abierto la caja de pandora. Lo digo por propia experiencia, porque por algo parecido empecé yo a fumar y cuando lo dejé, 25 años después, fumaba 2 paquetes diarios y algo más.

Las adolescentes y mujeres jóvenes son uno de los 4 grupos diana previstos por la industria del tabaco para la captacion de nuevos clientes. Los adolescentes podrían copiar de las modelos: peinados, prendas y ¿por qué no, un cigarrillo?
La portada del numero 1646 EPS hace pensar mal.
Expresiones como "Belleza" o "El valor de la sensualidad" figuran cerca de un cigarrillo. ¿Se imaginan la misma modelo esnifando coca?

Me parece muy interesante este debate además de necesario.Volviendo a ver las imágenes de Antonio Banderas y modelos fumando sólo se me ocurre una explicación: para ser guapo/a, exitoso/a y, sobre todo, más interesante, hay que fumar...y para mí eso es dar un sentido positivo al tabaco, es decir, promocionarlo.
Asegura el redactor jefe de El Pais Semanal que no pretenden promover el tabaco con sus fotografías; no sé si alguna vez han publicado fotografias de personas enfermas a causa del tabaco con un cigarillo en la mano...porque eso sexy no tiene nada.
A veces tengo la sensación de que, como en este caso, se olvida el fondo de la cuestión: el tabaco mata, mata y mata,no hay más, y que salga gente "guay" fumando resta gravedad al tabaquismo además de incitar a fumar para ser "guay".
No hablo de la fotografía del niño con pistola y cigarro porque no la encuentro, donde podria verla? Saludos

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