El lector Mario Giménez Yuste señala un error que se comete con mucha frecuencia en periodismo: dar por supuesto que los lectores están enterados de determinados datos que han sido objeto de información previa.
“La página 57 de la edición de EL PAÍS de hoy, domingo 6 de noviembre de 2011, sección “Pantallas,” está totalmente dedicada, excepto la columna de Carlos Boyero, al debate Rajoy-Rubalcaba.
Se dan todo tipo de detalles sobre el debate, pero en ningún sitio aparece, o no he sabido encontrar, el día en el que se celebra”, escribe.
“Es un defecto común de la prensa española: dar por supuesto que el lector de una noticia conoce los antecedentes de la misma. En periódicos como el International Herald Tribune o el New York Times, las noticias normalmente se redactan de manera que permite al lector que no ha leído la prensa durante algunos días, o no ha seguido el tema en cuestión,hacerse una idea del contexto. Confieso que yo no sabía cuándo era el debate, y después de leer la página he seguido sin saberlo”.
El lector tiene razón. Un dato tan relevante como el día y la hora en que se celebrará el debate deben ser incluidos en la crónica, pues por mucho que se hayan repetido con anterioridad, es muy posible que no todos los lectores conozcan estos detalles y si los han conocido, es posible que los
hayan olvidado.
Una información debe ser lo más completa posible e incluir todos los datos relevantes, según establece nuestro Libro de estilo. Y aunque no siempre es posible detallar en una información todos los antecedentes, es recomendable incluir, aunque sea de forma sumaria, aquellos elementos que
resultan imprescindibles para la comprensión de la información.