¿Dónde están los límites de la profecía racionalista en Sudamérica?, ¿cómo justificar una oda al urbanismo funcionalista en ciudades latinoamericanas que prosperan en la informalidad? Preguntas como éstas son las que trata de responder la exposición Desvíos de la deriva. Experiencias, travesías y morfologías (en el Museo Reina Sofía de Madrid hasta el 23 de agosto). Los arquitectos Lina Bo Bardi, Flavio de Carvalho, Roberto Matta (también pintor) y la Escuela de Valparaíso forman parte de esta suerte de ensayo histórico ilustrado en tres dimensiones con maquetas, dibujos, planos, vídeos y recortes de prensa.
“Su manera flexible de concebir el territorio en términos culturales implicaba que el espacio podía ser abordado a través de la poiesis más que desde una agenda estrictamente funcionalista. Ciudad Abierta, en Valparaíso, traduce ese mismo ímpetu por abarcar lo que la vida tiene de imprevisto. Hoy, aunque circunscrita a la experiencia universitaria, su legado representa de manera clara la idea de una utopía sin eco, dentro de un sistema neoliberal que continúa resistiéndose a enfrentar su incapacidad para producir espacios habitables”. Esto se nos dice de la escuela chilena de los años sesenta y puede que la única sombra de ese párrafo esté en la cruda evidencia subrayada por palabras como “utopía sin eco” y “circunscrita a la experiencia universitaria”. Y circunscrita ahora a la experiencia de un museo, se podría añadir no sin cierta amargura.