Una escuela de bambú

Por: | 05 de enero de 2011

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Predicar con el ejemplo es lo que han hecho los Hardy. John Hardy vivía en Canadá haciendo joyas de plata hasta que, en 1975 viajó a Bali. Impresionado, decidió quedarse y, tras hacerse un nombre como orfebre conocer a su mujer, Cynthia, ambos empezaron a pensar en cómo podían devolver algo de cuanto habían recibido de esa isla. Decidieron levantar una escuela, un lugar donde enseñar a proteger los lugares. La idea de los diseñadores era contruir un edificio que mostrara el camino para valorar lo propio y evitar la deforestación de Indonesia. Y el camino consistió en enseñar a varias comunidades de Bali a vivir de manera sostenible.


El matrimonio recurrió a lo que había en el lugar: lo que la población sabía hacer y lo que podía allí crecer.  Comenzaron a trabajar con artesanos locales en la descontextualización de esos saberes: en lugar de tejer cestos iban a ser capaces de levantar colegios de caña y bambú. El resultado de esas clases mutuas es la escuela Green (verde), el primero una serie de centros similares.
La escuela está hecha de bambú. Y es el modelo para futuras construcciones en la zona. El objetivo de los Hardy es trabajar con ese material, una plantación invasora que crece rápidamente y, a la vez, plantarlo al mismo ritmo al que se va utilizando. Es decir, hacer de él un material sostenible.
Más allá de ofrecer semillas de bambú a los agricultores locales (habituados a trabajar el arroz) para que comenzaran a plantarlo, los diseñadores contactaron con la empresa PT Bambú, especializada en construir con ese material.  Fue esa firma la que construyó su escuela-laboratorio que se extiende a ambos lados del río Ayung a su paso por Sibang Kaja, en Bali.
El colegio está enclavado en medio de una jungla donde las especies autóctonas conviven con las plantaciones de bambú. En ese marco, la escuela genera la energía que consume en el laboratorio y las aulas con paneles solares y otros acumuladores. Con varias aulas, biblioteca, un gimnasio y una cafetería, la Green School es un anuncio vivo. Está fabricada íntegramente con bambú crecido de manera sostenible por los agricultores de la comunidad y quiere convertirse en ejemplo de lo que se puede llegar a hacer con los materiales, la tradición y los conocimientos de un lugar.

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Hay 8 Comentarios

Te felicito por tu blog, soy un arquitecto peruano y recien acabo de crear uno, kreathiba, y estoy retrasmitiendo tus articulos que me parecen muy interesantes y variados. Bien por lo que se hace en Bali y la sostenibilidad en el lugar. Es logico que se tenga que contratar a una compañia especializada en el primer proyecto, lo importante es la trasmision de conocimientos, ya sea en la escuela misma a los alumnos, o en su entorno social, para que no solo de hagan otras escuelas, sino tambien, centros de salud, comunitarios, etc. Lo importante es que se hagan las cosas, y en lugares habitados de gente de escasos recursos economicos, pero con una rica cultura tradicional y recursos naturales.
Es facil la critica cuando uno no se ha enfrentado a las lluvias torrenciales, terremotos, tsunamis , o estar a mas de 4,000 metros o nevadas como en mi pais para ayudar a los mas necesitados sin fines de lucro. Sentado frente al ordenador todo es mas facil.
Te felicito nuevamente

Es increible la ingenuidad del periodista. La nota describe un negocio comprometido con la comunidad y con su entorno.
Sin embargo dice: "Más allá de ofrecer semillas de bambú a los agricultores locales" los señores diseñadores contrataron a una compañía, la que se beneficio del negocio.
Luego. como lo señala Titiara los cobros por colegiatura superan los 9.000 dólares...
Sinceramente veo un jugoso negocio de gente que buscó un lugar barato, para construir; eso si, una belleza arquitectónica a todas luces, pero que por ningún lado muestra compromiso con los nativos.
Por supuesto que no podía faltar que los mostraran como piezas de museo y atractivo del lugar, como para que familias pudientes manden a sus juniors a darse un baño de pueblo, sólo para ver que se siente vivir como aborigen, pero nada más.

Periodismo chatarra.

Es una noticia además de muy inspiradora, muy positiva que es justo lo que más se necesita en estos tiempos. Las construcciones son adecuadas y bellas y los objetivos son los mejores. Ejemplos de este tipo son los neesarios. Graicas por resaltar esta noticia. Lula

Todos los pueblos que tienen este rico material que es el Bambú, las transnacionales estan extendiendo sus tentáculos para saquearlo.

Arquitecturalmente es una bella obra, educacionalmente, su aporte es discutible, socialmente parece simplemente otro brazo que prolonga el colonialismo, una extension de la dominación de los recursos del tercer mundo y de los países pobres.
¿Qué se enseña allí? ¿La cultura local?
Los reporteros deben ser abiertos, pero es pecado ser tan inocente en periodismo.

"Devolver algo de cuanto habían recibido de la isla"? Un vistazo a la web site (www.greenschool.org) hace pensar lo contrario: 750 US dólares no reembolsables para entrar, un depósito de 2000 US dólares reembolsables cuando el niño deje la escuela y, dependiendo del nivel, puede llegar a costar 9.750 US dólares anuales!!! De dónde son los escolares? Indonesios??? La respuesta la vemos en la útima foto que nos muestra arriba.
Pareciera, más bien, que se trata de un buen proyecto, una buena inversión, un buen negocio. Más que devolver algo a la isla, parece que han sabido aprovechar hasta lo más mínimo el lugar y el conocimiento tradicional de los pobladores.

Qué bello y qué sencillo... si porque sabe aprovechar los materiales que tenemos a mano, la sabiduría de los que son más sabios (concepto complejo de ubicar hoy en día) y la sutil inteligencia del que se ubica en el lugar con respeto.

Gracias por compartir este proyecto con todos.
Un saludo,
missJardin
http://blogmissjardin.blogspot.com/

alucinante, qué gusto poder trabajar o estudiar allí

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Del tirador a la ciudad

Sobre el blog

Del tirador a la ciudad. Ése era para Mies van der Rohe el ámbito de su oficio. La arquitectura, como la sanidad o la educación, nos afecta a todos. Puede también fascinarnos. Como todo informador, me valdré de lo que creo saber. Trataré de no enmascarar lo que ignoro.

Sobre el autor

Anatxu Zabalbeascoa

La periodista e historiadora escribe sobre todas las escalas de la arquitectura y el diseño en El País y en libros como The New Spanish Architecture, Las casas del siglo, Minimalismos o Vidas construidas, biografías de arquitectos.

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