FOTOS: Carlos Climent
Muchos ancianos del barrio van al parque todas las mañanas. Les gusta pasear, mirar, jugar a la petanca, sentarse al sol. Llegan buscando estar solos o la compañía de los niños que juegan. En ese escenario, como una pieza más de mobiliario urbano, como un pliegue o una protuberancia del parque, con el mismo material de los bancos, el centro del día levantado por BCQ arquitectos parece brotar del lugar. “El edificio es eso: la reelaboración o la mejora de la costumbre de los ancianos de ir al parque. El centro de día es una puerta al parque. Todas las aulas miran hacia él”, cuenta Toni Casamor, que fundó el estudio hace más de dos décadas con David Baena y Josep María Quera.
En el centro de día del parque del Príncep de Girona, en el barrio barcelonés de Horta-Guinardó, los materiales responden a la naturaleza del encargo. Son cómodos, naturales, “conocidos por los ancianos” -inciden los arquitectos- y cálidos. La cerámica hecha a mano es imperfecta y la madera siempre lo es. “Ambas envejecen, tienen arrugas, vetas imperfecciones, como la piel de los ancianos”, cuenta Manel Peribañez, uno de los socios más jóvenes del estudio. El envejecimiento como proceso natural es lo que enseña este edificio que busca no negar la naturaleza del material frente a lo falso o lo que imita. Pero el inmueble también enseña a convivir en una ciudad. La cerámica de la cubierta y las fachadas laterales del Centro lo convierten en un gran portal. Los materiales tradicionales lo acercan al mobiliario empleado en el parque. “Y casi lo convierten en una pieza de mobiliario más”, explica David Baena.
¿Qué es lo que permite que los ancianos se apropien de los espacios? Estos arquitectos creen que es la proporción. La escala del edificio está pensada a partir de las necesidades de la gente mayor. No es un edificio muy grande. “Seguramente los padres de esos ancianos habrán estado en grandes instalaciones, asilos desangelados, muchas veces amurallados y apartados o también recluidos. Los asilos de antes donde, habitualmente religiosos, preparaban a los ancianos para el más allá, contrastan con los centros de día, que hoy son lugares para mantener la independencia de las personas mayores. Y para satisfacer su ocio”, explica Casamor. Mientras visitamos el edificio, algunos ancianos juegan a cartas. Otros asisten a un cursillo. Alguno lee solo. Y varios no hacen nada. Pero nadie está de más. El edificio acoge esa convivencia de usos. Está pensado para ellos y ese cambio generacional se nota en el inmueble. Porches y terrazas en lugar de verjas y muros. El edificio es un lugar tranquilo, flexible y amable. La flexibilidad hace que el centro de día se vaya redefiniendo con las necesidades de sus ocupantes. También que se asiente, casi como un banco más, en un extremo del parque.
Hay 6 Comentarios
KAIKOIA: ¿Pero tú le has preguntado a ellos si pueden o no mantener una conversación afectuosa en ese espacio? Tus prejuicios denotan la falta de sensibilidad y conocimiento hacia la arquitectura moderna. Luego llega Esperanza Aguirre y, claro, condena a muerte a los arquitectos, claro...
¿Qué pasa, que por ser ancianos hay que despreciarlos y meterlos en un edificio del siglo XIX? ¿No tienen derecho a disfrutar en sus últimos años de vida, por fin, de arquitectura de calidad?
Publicado por: Javier Gullón | 15/03/2014 8:10:51
JOSÉ LUIS; No te preocupes hombre. La dirección del Centro les suministrará los visillos y cortinas necesarios para tapar las ventanas y estropear la luz y la sensación espacial que los arquitectos han ideado. También, por supuesto, dispondrán de lámparas de pie con motivos escultoóricos adecuados y, por supuesto, los correspondientes candelabros colgados del techo. No te preocupes.
Dices que "el trabajo de estos compañeros...". Espero por el bien de la profesión que no sean compañeros tuyos, desde luego.
La arquitectura es un todo en el que debe primar la organización del espacio sobre el envoltorio aunque, por supuesto, ambos son importantes.
Apasionante asunto sobre la necesidad de divulgar adecuadamente la arquitectura contemporánea ...
Publicado por: Javier Gullón | 15/03/2014 7:55:48
En el último viaje organizado por Inforesidencias al extranjero ( y van siete) para conocer cómo funcionan las residencias geriátricas, en Holanda nos hablaron sobre arquitectura y tercera edad dependiente. He puesto en mi blog un post sobre el tema
Publicado por: Jose de Marti | 16/05/2013 12:01:47
Hay mucha verdad en lo que escribe José Luis. Creo además que al observar a los ancianos hay dos rasgos comunes a todos ellos: la conversación y la proximidad emocional del afecto. Y creo sinceramente que se me hace difícil lograr hacerlo aquí.
Publicado por: KAIKOIA | 09/04/2012 1:06:43
Quizas algo más temático, o simplemente una conexión entre los mayores y los niños en sus colegios, seguramente podría ser una buena simbiosis que haría más calido el uso de este tipo de diseños.
Publicado por: Alquiler de pisos | 07/04/2012 13:31:23
El edificio y el trabajo de estos compañeros me parece de gran calidad. Sin embargo, siempre he pensado que la arquitectura contemporánea es excesivamente fría para nuestros mayores. Tal vez se podría haber intentado pensar en una solución más cálida y más amable hacia ellos, algo más "hogareño" y menos impersonal. Algo que se parezca más a un lugar en el que estar y relacionarse y menos a un consultorio de la Seguridad Social. ¿Alguien se imagina a cuatro ancianos jugando a las cartas en esa sala? En ese sentido, la arquitectura tradicional puede ofrecer una amplia gama de recursos de dónde extraer ideas con las que adaptar ese deseo por parte de muchos arquitectos de crear algo nuevo a las verdaderas necesidades y gustos de nuestros mayores. En fin, es una idea. WWW.ELARCODEPIEDRA.ES
Publicado por: José Luis | 04/04/2012 11:57:34