Escalera sin fin en la Tate

Por: | 20 de septiembre de 2013

LDF2013©SusanSmartPhotography-6123

Frente a la Tate Modern de Londres una escalera temporal no conduce a nada y, sin embargo, conduce a muchos lugares. Atalaya, mirador, lugar de paso, zona de encuentro o espacio para el juego, la pieza del estudio dRMM permite vistas insólitas junto al Támesis con la Catedral de San Pablo de fondo.

Hace tres lustros el arquitecto Oscar Tusquets denunció, con su exposición Réquiem por las escaleras –realizada en el CCCB de Barcelona- el papel marginal al que estaba quedando relegada la escalera tras la popularización del ascensor, la aplicación de estrictas normas de seguridad y la aparición de las rampas. Reuniendo algunas de las escaleras más famosas de todos los tiempos, el arquitecto lamentaba el descrédito del componente más escultórico de la arquitectura.

Desde esa preocupación, puede que esta intervención temporal, Endless Stair, que puede verse, y utilizarse, en Londres hasta el 10 de octubre sea de su agrado. Se trata más que de un elemento útil, de una parte que se ha convertido en una pieza en sí misma: escultórica, celebrada, utilizada, y, por supuesto, cuestionada. Además, sin abonar un penique, cualquiera puede subirse a la Endless Stair, formada por 15 escaleras entrecruzadas, que recuerda las obras laberínticas del holandés M.C. Escher.

Los 187 peldaños de madera ideados por el estudio de arquitectura dRMM (Rijke, Marsh y Morgan) no solo sirven de reclamo para el patrocinador (American Hardwood Export Council) informando de -y poniendo a prueba- la resistencia del material y evidenciando la relación entre esa solidez y el peso limitado de la obra; los peldaños permiten además acercarse a la ciudad desde otro punto de vista. Auparse por encima de la cúpula de Saint Paul’s, plantarle cara al edificio de la Tate Modern o alcanzar una perspectiva inusitada sobre ambas orillas del río Támesis.

Esta escalera de corte surrealista y sin fin pero con muchas finalidades podría recordar a quienes velan por nuestra seguridad la alegría del movimiento en el ascenso y el descenso, la oportunidad física de mover las piernas y el sencillo placer de bajar y subir en un lugar con vistas.

  LDF2013©SusanSmartPhotography-6136

 

 

 

 

 

 

Hay 3 Comentarios

Es verlo y dan ganas de hacer el mono. Sí que es un juguete. Eso quedaría de fábula en una playa.

...es interesante pensar que la acción tiene una doble dirección, recorrido....dentro de un sereno sentido del movimiento...

Original si que lo es, me gusta http://xurl.es/9ik46

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Del tirador a la ciudad

Sobre el blog

Del tirador a la ciudad. Ése era para Mies van der Rohe el ámbito de su oficio. La arquitectura, como la sanidad o la educación, nos afecta a todos. Puede también fascinarnos. Como todo informador, me valdré de lo que creo saber. Trataré de no enmascarar lo que ignoro.

Sobre el autor

Anatxu Zabalbeascoa

La periodista e historiadora escribe sobre todas las escalas de la arquitectura y el diseño en El País y en libros como The New Spanish Architecture, Las casas del siglo, Minimalismos o Vidas construidas, biografías de arquitectos.

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