FOTO: Íñigo Bujedo Aguirre
Además de decidir la escala –y por lo tanto las prioridades- a la hora de reconstruir e ir sustituyendo los edificios y solares vacíos de los centro urbanos, es fundamental emplear la lógica a la hora de rehabilitar el corazón de las ciudades. En Cracovia, los directores del Teatro Juliusz Slowacki y de la Biblioteca Voivodeshp de esa ciudad se pusieron de acuerdo para compartir algunos servicios que ambos necesitaban. Así, un auditorio, una sala de exposiciones y un gran jardín -convertido en acceso a ambos centros- han conseguido “intersección e interacción”, explica el arquitecto Krzystof Ingarden, que firmó el proyecto.
La idea era transformar una antigua zona trasera del teatro –en la que solo había talleres y almacenes- en el jardín de las artes Malopolska, un espacio útil para ambos centros que en lugar de duplicar instalaciones las exprimiera para dar servicio a ambas infraestructuras. Así, en el cruce entre la biblioteca y el teatro nació un jardín urbano semi-cubierto que ya ha sido bautizado por el periódico local, la Gazeta Wyborcza, como “el Pompidou de Cracovia” y, como tal, ha recibido numerosos reconocimientos.
Ingarden, que trabajó en este proyecto con el arquitecto Jacek Ewy, asegura que ha llegado la era de pensar antes de actuar y de trabajar con edificios mestizos. El suyo quiere serlo y no solo compartiendo su uso. El nuevo espacio-intersección continúa la trama urbana del centro de la ciudad, respetando la geometría de las cubiertas y realizando un trabajo interpretativo a la hora de abstraer las fachadas. Sin embargo, aunque la cubierta de este edificio de nuevos servicios compartidos se asimila a las del vecindario, ésta está, además, atravesada por un nogal que, obviamente, llegó antes que él. Así, el pasado se transforma, y se recombina, pero no se erradica en este edificio mixto –del que sus autores hablan como inmueble-puente- entre dos centros culturales y entre la calle y el interior de los mismos. Varios usos bajo un mismo techo, es una iniciativa que debería tenerse en cuenta.
Hay 2 Comentarios
Muy bien pensado. Un tejado que no es tejado y un jardín que no es jardín. Queda perfecto en el sitio y su uso clarísimo es para los estudiantes. Yo hubiera puesto algún banco más y en vez de esos hierbajos habría plantado césped. Pero me imagino que los botellones polacos deben ser finos, así que quizá así mejor.
Publicado por: Jose | 26/11/2013 14:01:54
Un edificio muy fino, muy respetuoso, casi un decorado
Publicado por: impar arquitectura | 25/11/2013 12:22:48