La cocina-caja

Por: | 18 de diciembre de 2013

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FOTO: Daniel Piñeiro

 

¿Cómo meter un lavavajillas en la cocina de una vivienda tradicional sin que parezca un invitado de piedra?

Ya le pasó a la nevera. A pesar de que las medidas de los electrodomésticos están estandarizadas en 60 centímetros de ancho y 60 más de fondo, la altura variable del frigorífico ha roto órdenes cartesianos en las cocinas. Al refrigerador le costó encontrar acomodo y esa misma situación la atravesó más tarde el lavavajillas. Fue, sin embargo, esa necesidad de ocultar, acomodar o ceder espacio a lo nuevo la que se convirtió en un reto para los diseñadores industriales de Cenlitrosmetrocadrado. Los tres socios del estudio le hicieron al lavaplatos un traje a medida.

El mueble-cofre-caja que hoy contiene el electrodoméstico es en realidad un contenedor equipado, además, con un fregadero y un almacén de loza. Y los diseñadores lo idearon en dos partes “por una cuestión de manejabilidad tanto para construirlo como para instalarlo”

Así, el contenedor es hoy un gran prisma “sin concesiones formales”, explican sus autores. Su austeridad contrasta y a la vez enlaza con la vivienda. Esto es: la falta de ornamento diferencia esta nueva inserción, pero la madera y la sencillez retoman las claves de la propia casa. Así, es la diferencia matizada la que permite a la vez distinguir y asimilar.

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Hay 8 Comentarios

Menuda castaña por favor, nótase que non cociñan todos os días. Por certo, este tipo de amiguismo en artigos nótase bastante, porque o "artigo" é un verdadeiro churro, coma pode dicir que o lavavaixelas xa non é un invitado de pedra?? Acabamos de reinventar a roda ou é cousa soamente miña? verde verde

Estéticamente bonito, pero habría que darle unas cuantas vueltas más a como se usa. Si te acostumbras a desenvolverte en la cocina te das cuenta de:

- Que la puerta para ocular el lavavajillas, (sí, ocultar, porque nunca se integrará, es como una lavadora), debe ser abatible verticalmente, esto es, que se abra como el mecanismo del mismo lavavajillas incorporado al mismo (existen ya varias alternativas).
- Demasiado compartimento en la zona superior, una persona que cocina todos los días acabará hasta el moño de mover, apilar, limpiar, etc.
- La puerta baja que se pliega sobre si misma es perfecta para obtener esa abertura máxima, problema, durabilidad de la misma, el peso que soportan los tiradores y el tipo de uso serán los que acoten este apartado.
- Qué pasa con la integración a pared? Qué hacemos con el agua que salpica detrás del fregadero, los restos de comida que puedan caer en la zona de madera trasera?
- Tamaño de fregadero reducido.

En resúmen, estéticamente bonita, funcionalmente complicada. Ahora a por la 2.0, buen comienzo.

Muy ingenioso ,,y bonito,,salvo un detalle,,el conducto del gas trasero,,el serpentin,, debe estar refrigerado, aunque sea un refirigerador,,,,si no se estropean, sobre todo en con altas temperaturas,,,,

Montse, a lo mejor es una cuestión de presupuesto. He montado varias cocinas de ikea y son precisamente los herrajes de los cajones los que encarecen las cocinas en un porcentaje considerable

Miguel, es madera de castaño.

¿De qué madera está hecho?

Se puede mejorar poniendo cajones extraíbles hasta el fondo en lugar de armarios. Es incomodísimo agacharse para ver y coger las cosas. Es raro que no lo hayan previsto, pues este aspecto ya está superado hoy en día. Que se den un paseo por las cocinas de ikea o la de mi casa que es perfecta en este sentido. El diseño exterior, fantástico.

Está muy bien. Ahora, que con ese pedazo de caserío y la cocina tan grande, si me diera la ventolera pondría el lavavajillas en mitad de la estancia y ni molesta el paso ni la vista.

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Del tirador a la ciudad

Sobre el blog

Del tirador a la ciudad. Ése era para Mies van der Rohe el ámbito de su oficio. La arquitectura, como la sanidad o la educación, nos afecta a todos. Puede también fascinarnos. Como todo informador, me valdré de lo que creo saber. Trataré de no enmascarar lo que ignoro.

Sobre el autor

Anatxu Zabalbeascoa

La periodista e historiadora escribe sobre todas las escalas de la arquitectura y el diseño en El País y en libros como The New Spanish Architecture, Las casas del siglo, Minimalismos o Vidas construidas, biografías de arquitectos.

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