FOTO: Jesús Granada
En un entorno indefinido, urbano y periférico, el nuevo Palacio de Congresos y Exposiciones Vegas Altas de Villanueva de la Serena, en Badajoz, ocupa el primer campo de cultivo. O el último. Por eso los arquitectos Luis Pancorbo (1969), José de Villar (1976), Carlos Chacón (1977) e Inés Martín Robles (1976) buscaron una solución paradójica. De un lado, convertido en una enorme bala de paja, el edificio es un objeto exento: se anuncia y se integra a la vez. Por otro lado, escondido, enterrando gran parte del programa, el nuevo inmueble busca sus referencias más en el suelo y en el paisaje que en el tejido urbano.
El resultado es un edificio flotante, posado sobre un anillo semienterrado que marca los límites de la parcela. Esa bala gigantesca no es un capricho. Es una manera de contener la caja escénica que precisa un auditorio con capacidad para 800 espectadores. Se trata de un espacio preparado para acoger teatro, música de cámara o conferencias. En el cubo, los arquitectos ven la marca de un entorno urbano. En las franjas de vegetación y los lucernarios que envuelven su fachada, leen una referencia al campo. La decisión paradójica de esconder y destacar a la vez tiene otras consecuencias: la parte enterrada del auditorio se convierte, en el exterior, en un gran parque público, un aparcamiento y una plaza: “el jardín es la verdadera fachada del Palacio de Congresos y Exposiciones”, cuentan sus autores.
La nueva plaza está atravesada por una rampa, “una gran grieta en el suelo” que da acceso al edificio. Bajo esa plaza, están ubicadas el resto de las instalaciones que pueden permanecer abiertas mientras el auditorio está cerrado. Construir bajo rasante no busca solo no estropear el paisaje. Busca la inercia térmica que ayuda a mantener una temperatura agradable en verano y en invierno. Los arquitectos hablan del proyecto como de “un gran umbráculo que funciona como una torre ventilada”. Es importante que esa doble apuesta, paisajística y urbanística, tenga respuesta en el lugar. Tal vez por eso, los arquitectos han apostado por la vegetación: una arboleda en el suelo y una cubierta vegetal –que se riega con agua proveniente del subsuelo del auditorio- completan el abrigo para un edificio grande, vistoso y nuevo que prefiere llegar con cautela que con miedo a un pueblo pequeño.
Precio por metro cuadrado según arquitectos: 1530 euros.
Hay 6 Comentarios
Eso es lo que dijo Robe Iniesta que había que hacer con el mamotreto. A partir del minuto 4:20
https://www.youtube.com/watch?v=p11NWNBN-dg
Publicado por: Jose | 17/02/2015 16:27:59
Buen proyecto y buenas fotos de Jesús Granada. Lo mejor para mi gusto de esta obra es el uso de la cuerda como material para la fachada, ofrece un juego de luces y unas texturas muy bellas.
Publicado por: Carlos M. | 17/02/2015 16:12:02
¿Conoces el de Plasencia, aún sin inaugurar? Ya sabe, de Selgas y Cano, como elde Badajoz. Saludos.
Publicado por: Á. V. | 17/02/2015 13:21:06
Desde luego no me meteré con el edificio porque se defiende por si mismo y me parece interesante, pero si diré que tenemos la inutil costumbre de construir sin contenido. No se el precio final de la obra, pero los varios millones de euros invertidos en este edificio, servirían para programar cientos de actividades culturales que llenarían el resto de espacios culturales vacios de la comunidad.
Publicado por: AndresGonzalez | 17/02/2015 10:35:34
Me encanta
Publicado por: ordep | 17/02/2015 0:56:22
A mi me gusta. Me hubiese gustado aunque hubieran hecho una nave industrial para esos usos. Esto mejor, claro, pero el que se haga algo ya es un avance. Soy de Zalamea y no conozco a nadie de allí, ni de Villanueva ni de cualquier pueblo vecino a quien no le guste. Sin embargo, este edificio ha levantado cierta polémica por su "inutilidad", "sobreprecio" y "feura". Extremadura es casi un erial cultural y ofende leer críticas ignorantes hacia una de las pocas cosas que van haciendo.
Publicado por: Jose | 16/02/2015 14:01:12