Bernardo Secchi y la tradición para el progreso

Por: | 07 de septiembre de 2015

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® Le Moniteur

¿Arrollar tradiciones significa crear problemas? Que el mantenimiento de las tradiciones urbanas pueda ser un asunto aparentemente conservador es algo engañoso si hablamos de tradiciones urbanísticas y si atendemos a la actuación de la mayoría de los ayuntamientos y gobiernos conservadores. No es cierto que muchos de los municipios más conservadores velen ni por la conservación del patrimonio ni por el mantenimiento de unas vías y espacios públicos comunes ideados, en parte, para compensar las diferencias en el interior de los hogares.

La tradición hace referencia a algo específico y reconocible dotado, a lo largo del tiempo, de un cierto grado de permanencia. Para el desaparecido urbanista italiano Bernardo Secchi (1934-2014) la tradición –que se transmite con testimonios, enseñanzas, ejemplos orales y construidos- hace que la experiencia entera de un país pueda ser comprendida por sus habitantes, ya sea en sus aspectos comunes con otros países, ya en sus aspectos más particulares.

Pero, Secchi alerta en su libro La ciudad de los ricos y la ciudad de los pobres (Catarata)de que la tradición es también un término débil. “Las tradiciones, incluidas las científicas, se caracterizan también por sus correspondientes prohibiciones”. Para el italiano es el conjunto de obligaciones, prohibiciones y elementos no rechazables (sacrosantos) lo que compone las tradiciones.

Analizando tradiciones diversas y sopesando el impulso globalizante y los movimientos de población que han caracterizado el último siglo y medio anunciando una tendencia de las ciudades y los modos de vida en estas a asemejarse y unificarse, Secchi, un urbanista progresista, hizo un alegato por cuidar las tradiciones.

Admitiendo que los resultados de cada tradición son distintos y distantes, Secchi advirtió del peligro de despreciar la tradición oponiéndole una tabula rasa.  “Muchos indicadores pueden hacer sospechar que, en una época de creciente globalización e individualización de la sociedad, de progresiva demolición de las estructuras institucionales y culturales del Welfare State y de profunda modificación de las estructuras demográficas de las diversas partes del mundo, las tradiciones más recientes pueden arrollar a las más antiguas”. Se refería a situaciones recurrentes como encerrarse dentro de lo privado o a  la “incapacidad de dar espacio a la innovación que nace de la participación de los individuos o grupos en la construcción de la ciudad”. Y se planteaba si esa forma de utilizar la ciudad podía arrollar al uso más antiguo creando, en cualquier parte del mundo, diversos e importantes problemas para el futuro de la ciudad. En un planeta que se urbaniza cada vez más, Secchi veía problemas para el futuro de la humanidad y para las políticas que intentan construirlo con la desaparición de las tradiciones (esto es de la diversidad y de la pluralidad) urbanas. También advirtió contra la desaparición de los espacios inesperados, capaces de limar las diferencias entre las personas en lugar de potenciarlas.

 

 

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Del tirador a la ciudad

Sobre el blog

Del tirador a la ciudad. Ése era para Mies van der Rohe el ámbito de su oficio. La arquitectura, como la sanidad o la educación, nos afecta a todos. Puede también fascinarnos. Como todo informador, me valdré de lo que creo saber. Trataré de no enmascarar lo que ignoro.

Sobre el autor

Anatxu Zabalbeascoa

La periodista e historiadora escribe sobre todas las escalas de la arquitectura y el diseño en El País y en libros como The New Spanish Architecture, Las casas del siglo, Minimalismos o Vidas construidas, biografías de arquitectos.

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