Arquitectura con cinta y cordel

Por: | 02 de mayo de 2016

A&EB_Lluernia_010

FOTO: Eugeni Bach

More_with_less_installation_09

FOTO: Carles Graullera
 

En Olot y en Valencia cinta lisa amarilla, de 20 centímetros de ancho, y siete kilómetros de cuerda bastaron para transformar temporalmente un espacio público y un comercio. Sus autores manejaron presupuestos por metro cuadrado de 2 y 60 euros respectivamente. Ambos proyectos son dos ejercicios de ingenio e imaginación.

Cada año, en el mes de noviembre 50 instalaciones lumínicas engalanan las calles y plazas de Olot (Girona) durante seis horas. El festival Lluèrnia se ha convertido en uno de los eventos más atractivos de la provincia de Girona que compite con el famoso “Temps de Flors” que llena de flores la ciudad.

En la última edición, los arquitectos Anna y Eugeni Bach fueron invitados a realizar una instalación en la Plaza del Rector Ferrer, que da a la fachada de la iglesia de Sant Esteve. Los arquitectos convirtieron el podio sobre el que se levanta la iglesia en una especie de escenario teatral construyendo una pérgola ligera que utiliza la luz de dos maneras: durante el día produciendo juegos de sombras con la luz solar y por la noche, subrayando la intervención y convirtiendo a los visitantes en protagonistas de un espectáculo de sombras chinas.

A&EB_Lluernia_008

Para el montaje de la instalación, Bach Arquitectes reutilizó perfiles metálicos de mecalux (estanterías industriales) en L de 35 mm que la organización del festival tenía a disposición, y cinta lisa amarilla de 20 cm de ancho.

 A&EB_Lluernia_002

A&EB_Lluernia_004

A&EB_Lluernia_015

A&EB_Lluernia_016

 

En Valencia, durante la feria de diseño Habitat los diseñadores Jordi Iranzo y Ángela Montagud convirtieron una peluquería en un espacio surrealista. A la manera de la famosa taza peluda de Meret Oppenheim, buscaban provocar impresiones y sensaciones descontextualizando el cabello. Con siete kilómetros de cordel cortado en 5.500 trozos construyeron un proyecto para responder a la pregunta ¿qué se siente dentro de una melena? Los usuarios de la peluquería –que permaneció abierta durante la intervención- se peinaron o cortaron el pelo en huecos de la melena “en ocasiones cortada con flequillo, otras con cortes triangulares o circulares”. Más allá del surrealismo, los cortes obedecían a razones prácticas: permitir el lavado, hacer un hueco al peluquero. El resultado fue una intervención temporal sutil e impactante a la vez realizada con más ingenio que medios.

More_with_less_installation_07

More_with_less_installation_01

More_with_less_installation_04

More_with_less_installation_03

 

 

 

A&EB_Lluernia_017

 

Hay 1 Comentarios

Es muy interesante la idea de "estar dentro" de una melena para una peluquería.

Publicar un comentario

Si tienes una cuenta en TypePad o TypeKey, por favor Inicia sesión.

Del tirador a la ciudad

Sobre el blog

Del tirador a la ciudad. Ése era para Mies van der Rohe el ámbito de su oficio. La arquitectura, como la sanidad o la educación, nos afecta a todos. Puede también fascinarnos. Como todo informador, me valdré de lo que creo saber. Trataré de no enmascarar lo que ignoro.

Sobre el autor

Anatxu Zabalbeascoa

La periodista e historiadora escribe sobre todas las escalas de la arquitectura y el diseño en El País y en libros como The New Spanish Architecture, Las casas del siglo, Minimalismos o Vidas construidas, biografías de arquitectos.

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal