Entresijos y entretelas. La moda vista desde el forro de sus prendas. Otra mirada de los desfiles, los diseñadores, las tendencias, los héroes y los villanos que pueblan el ecosistema fashion y todos sus aledaños. Una bitácora sobre estilos de vida y maneras de vivir coordinada por Carmen Mañana y Eugenia de la Torriente.
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La exposición Balenciaga. El diseño del límite, que se podrá ver en Museo de Bellas Artes de Bilbao entre el 10 de mayo y el 26 de septiembre, reúne 35 trajes de alta costura firmados por Cristóbal Balenciaga. Están organizados en siete ámbitos que pretenden reflexionar acerca de la aportación del diseñador a la historia de la moda.
Repasar la trayectoria de Carmen March ante la triste noticia de su despedida es un ejercicio interesante. Resulta muy curioso fijarse, por ejemplo, en su colección de debut, Souvenir. Se presentó en la pasarela Gaudí (dónde desfiló en dos ocasiones, antes de instalarse en Cibeles) y correspondía a la primavera-verano de 2005. Es una colección muy serena para una diseñadora que se estrena. No hay intentos de epatar, ni concesiones. Demuestra una madurez y seguridad que no siempre se poseen en los inicios.
Ha escrito Carmen March y dice que cierra. El 30 de abril terminará con su tienda (¡que abrió hace apenas un año!) y el 25 de junio, con el taller. Hay que entregar los trajes a medida ya comprometidos. La carta se mandó el pasado jueves que es cuando, al parecer, tomó la decisión.
De entre todos los lugares comunes que se propagan como un virus por el mundo de la moda, éste es uno de mis favoritos. Los premios CFDA son los Oscar de la moda. Resulta de lo más presuntuoso que estos galardones (con los que la industria estadounidenses se homenajea a sí misma) pretendan comparar su alcance con los de Hollywood. Las cosas como son. En cine, los americanos dominan el cotarro mundial; en moda, no tanto.
Nunca es fácil elaborar una lista. Pero, a pesar de lo reduccionista que pueda parecer, a menudo resulta altamente saludable. Te obliga a recapitular. Aclara las ideas. Y resulta (casi siempre) divertido. Porque una lista suele traer pareja una discusión. ¡Estás loca! ¿Por qué éste y no aquél? ¡Demasiado obvio! ¡Clamorosas ausencias! Las listas son infinitas (y las pegas, también) y mejores cuanto más acotado es su planteamiento inicial. Admito que éste es demasiado general para resultar verdaderamente certero y afinado. Pero es un punto de partida. Habrá más.
El próximo plan para la dominación mundial de Madonna pasa por la colonización del armario. La reina del pop acaba de firmar una joint venture con el grupo Iconix para lanzar proyectos relacionados con la moda. De ambición planetaria, por supuesto. El nombre de la operación (es decir, de la sociedad que ha creado con Iconix y con su manager de toda la vida, Guy Oseary) es MG Icon. Su primer producto se pondrá a la venta en mayo: una colección de gafas de sol, en colaboración con Dolce&Gabbana.
Parece que es oficial: los pechos se han convertido en la gran fijación de la temporada. Cuando Miuccia Prada, Charlize Theron (en los Oscar) y Marc Jacobs (ayer, en Vuitton) coinciden en algo, es mejor prestarle atención. El desfile de Louis Vuitton tuvo algo de retirada tras la criticada aventura por las calles de Tokio de su colección para esta primavera. Pero, como tan bien sabe hacer el diseñador estadounidense, cuajó el mensaje del momento.
En el debate de asumir o no tu edad y condición entraron ayer dos colecciones inspiradas en los años sesenta. Vaya por delante que, personalmente, no me siento preparada para recuperar la década más manida de la moda. Es un recurso tan fácil y sobreexplotado que me inspira una pereza monumental. En todo caso, sirvió para que Hermès y Miu Miu demostraran cómo un tema común puede generar discursos adaptados a la naturaleza (y edad) de distintas firmas.
El culto a la juventud frente a la mitificación de la edad adulta. En eso hacen pensar dos colecciones de signo opuesto que se vieron ayer en París. Que coinciden en querer lo que no se tiene. Ahí está Valentino tratando de rejuvenecer su discurso para seducir a las hijas de sus habituales clientas. Mientras Chloé aparca la inocencia e intenta hacerse mayor a golpe de camel. Con esto de la edad hay que tener cuidado con lo que se desea. Recordemos qué le pasaba a Tom Hanks en Big.
Raquel Franco y Laura Figueras son dos chicas con una idea curiosa. Una estilista y una diseñadora españolas que se han embarcado en una aventura llamada Bodyline. Se trata de una marca exclusivamente de bodys. Ese vilipendiado símbolo de los ochenta que ellas, sin embargo, adoran. Su primera colección (para el próximo otoño) consta de 16 piezas y está inspirada en Lee Miller. Anoche se presentó en París con un cóctel en L'Appartement d'Andre&Lionel, tan distendido que más parecía una fiesta en un piso de Erasmus.
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