El culto a la juventud frente a la mitificación de la edad adulta. En eso hacen pensar dos colecciones de signo opuesto que se vieron ayer en París. Que coinciden en querer lo que no se tiene. Ahí está Valentino tratando de rejuvenecer su discurso para seducir a las hijas de sus habituales clientas. Mientras Chloé aparca la inocencia e intenta hacerse mayor a golpe de camel. Con esto de la edad hay que tener cuidado con lo que se desea. Recordemos qué le pasaba a Tom Hanks en Big.
Hannah MacGibbon, la británica que sucedió a Stella McCartney y Phoebe Philo en Chloé, llevó tan lejos su apuesta por el color marrón que las notas del programa sudaban para encontrar imágenes: "La icónica paleta de beis de Hanna MacGibbon se mueve en tonos de camel, harina y maquillaje, calentados por toques de hojas de otoño". Hubo que esperar a más de la mitad del desfile para que apareciera algún otro color. El gris. La uniformidad cromática subrayaba la voluntad de MacGibbon de ofrecer una cara más seria, más adulta. Revisando por enésima el sportswear americano de los setenta y la ropa de trabajo importada del armario masculino.
Horas después, resultaba curioso ver cómo Valentino se esforzaba por conseguir un ápice de la frescura juvenil que Chloé tanto quería dejar atrás. Si había algo repetitivo en las extensas notas de Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli era la palabra digital. "Romanticismo digital. Inocencia negra" (¿perdón?).
Es curiosa la evolución de los protegidos de Il Maestro. Cuando sucedieron a Alessandra Facchinetti en el cargo, parecían profesar un respeto reverencial al legado de Valentino. Así fue en su primera colección. Pero se han ido soltando hasta el punto de que su último desfile de alta costura (una sucesión de ninfas que podían haber sido extras de Avatar) fue calificado por Giancarlo Giammetti (eterno socio de Valentino) de circo ridículo. De ahí que ahora los volantes se construyan con Goretex, que las costuras se "termosellen" y los zapatos lleven tachuelas. El rojo, hace tiempo que pasó a llamarse "e-mail rouge".
Si hay algo estupendo de la moda es que es una gigantesca tierra de oportunidades. Su capacidad para reinventarse es ilimitada, así que todo el mundo puede soñar con convertirse en lo que no es. Pero, ¿de verdad tiene sentido luchar a brazo partido contra la propia naturaleza?
Foto 1 y 2: Dos modelos de Hannah MacGibbon para Chloé (L'Estrop)
Foto 3 y 4: Dos diseños de Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli (L'Estrop)
Hay 8 Comentarios
Leyendo las diferentes entradas, comentarios al post del blog, tengo la impresión de que poco o nada se sabe de Moda. De Historia, Cultura y menos aún de Diseño. Creo que es muy sencillo hacer un comentario superficial y cargado de "gustos propios" sobre los que hay bibliotecas enteras escritas... Animaría a todas las personas que muestran interés en las tendencias a que profundizasen algo más y tratasen de formarse en y sobre Moda antes de escribir.
De lo contrario, la realidad y lo que se escribe tienden a coincidir: juicio rápido, ausencia de valores, ..., desconocimiento e ignorancia en definitiva.
Las cosas buenas no deberían cambiar nunca y eso incluye, (no puede prescindir de ello!), virtudes como la sobriedad, la elegancia, la profesionalidad...
Ojalá quienes 'entienden' de este mundo tan maravilloso, la Moda, hiciesen un esfuerzo mayor por transmitir todo eso y quienes intentamos aprender no fuesemos tan simples y superficiales en nuestros comentarios..!
Todos, la Moda incluida, saldríamos ganando!
Publicado por: Virginia | 10/04/2010 13:31:14
A este nuevo Valentino le veo una intención de Tisci que me alarma.
Publicado por: Sr Q | 11/03/2010 16:09:51
Yo pienso "¿quieres cambiar?". Hazlo. Pero hazlo bien, por favor. Para ver en este "nuevo" Valentino cuatro volantes mal cosidos y prendas con mala hechura me quedo con lo de antes, por muy aburrido que fuera en los últimos años. Para mí lo malo no es que en Valentino busquen nuevas clientas, sino que lo hagan de tan mala manera...
En cuanto a Chloé , para ver ropa que ya hizo en su momento Armani, Lauren y otros tantos mejor quedarse en los lacitos y vestiditos que a tantas chicas gustan.
Publicado por: Sr Q | 11/03/2010 16:08:50
Aún no entiendo cómo botaron a Fachinetti de Valentino a la primera de cambio. Desde luego, puede que no vendiera tanto, pero intentó no traicionar su propio talento al tiempo que intentaba recrear Valentino. Lo que hacen ahora en esa casa no me inspira ni frío ni calor. Demasiado arriesgados para la firma (la última "couture" ni lo parecía), y sin alcanzar la elegancia refinada del maestro, inevitablemente algo repetitivo pero eficaz. / Pienso que Chloé está dilapidando un activo al desechar sus códigos ladylike nunca ñoños. A pesar de los volúmenes amplios, demasiada adaptación de la sastrería masculina.
Publicado por: Francisco | 10/03/2010 22:58:34
A mi la propuesta de Chloé me gustó mucho, es perfecta para ir a la oficina. Aunque me faltaron los vestidos vaporosos y las prendas algo más juveniles que vimos en su desfile de primavera/verano. En cuanto a Valentino, me falta rojo, mucho rojo. La colección me gustó mucho pero creo que Pier y Maria no estan a la altura de la casa italiana, su colección de alta costura era de todo menos clásica y elegante. Desde cuando en Valentino sacan a sus modelos vestidas como si vinieran del futuro? No lo entiendo.
Publicado por: Mar | 10/03/2010 16:32:02
Pues esta colección parece la demostración palpable que la frontera entre la elegancia absoluta y el supremo aburrimiento es muy sutil. Estos tonos camel me recuerdan inevitablemente al abrigo de camello de nuestro ex-presi.
Publicado por: dolcce pagana | 10/03/2010 11:19:41
Hola,
las propuestas de Chloe para el próximo invierno son demasiado sobrias, se echa de menos el otro Chloe, el de siempre: sexy e imaginativo, pero sin cargar las tintas. Y como bien tú dices parece que se han querido echar años encima, pero las mujeres con años encima de ahora no sé si se querrán asomar a ese tipo de propuestas. Con lo que me gusta Chloe vaya decepción me he llevado.
Un saludo
P.D. Felicidades por el blog, lo vi en el blog Con dos bolsas en cada mano.
Publicado por: Una flor en la mano | 10/03/2010 10:11:42
Esto es como el que tiene el pelo liso y lo quiere rizado y viceversa. Mucho sentido no tiene, la verdad, pero supongo que forzar las cosas de esa manera acaba provocando que caigan por su propio peso tarde o temprano. Esperemos que sea más bien temprano que tarde y que ambos se reubiquen en su target en lugar de jugar al despiste de esta manera.
Un saludo!
Publicado por: Tamara | 10/03/2010 9:36:10