Después de promocionar chalecos reflectantes y hasta la muñeca Barbie. Tras prestarle su voz al malo de una película de dibujos animados y su percha, a un oso de peluche. Karl Lagerfeld estampa su firma en una botella de Coca-Cola. Light, bien sûr.
La silueta de Karl compite con la del envase más famoso del mundo en esta colaboración que se extiende también a la campaña de publicidad. Fotografiada por el alemán, en ella aparece el inevitable Baptiste Giabiconi y la modelo Coco Rocha. Rocha degusta el brebaje en la misma gran copa de cristal en la que Lagerfeld prefiere saborear su bebida favorita. Y Giabiconi es el encargado de entregársela en bandeja de plata, tal como se la sirven a Karl.
Es difícil ver al septuagenario diseñador sin la compañía de ese vaso repleto del mejunge marrón hipocalórico. Se trata de uno de los pocos indicios de que, como nosotros, es un ser mortal con necesidades humanas tales como dormir, la comida o el sexo. No parece que la lujuria, la gula o la pereza puedan hacer mella en su carne. Pero, al menos, algo líquido sabemos seguro que bebe.
Justo cuando los rumores sobre su relevo en Chanel vuelven a hacerse insistentes en París (y, de nuevo, colocan a Alber Elbaz en el cargo), Lagerfeld se saca del mitón un nuevo ejemplo de su inagotable hiperactividad. Por si no bastara con sus exagerados montajes para la firma francesa (¿eso es un iceberg en pleno Grand Palais?) o con su pluriempleo (también firma su propia marca y Fendi, además de hacer fotos y editar libros). Aunque lleva más de 50 años en activo y tiene -en el mejor de los casos- 72 primaveras, ha sido en esta última década cuando se ha embarcado en la conversión en un icono pop, cuya notoriedad trasciende con mucho el área de influencia de su profesión.
A la espera de los Karl-Donettes adelgazantes (que no existen, pero nunca se sabe), sólo queda por ver cuánta gente pagará 47 euros por una botella de Coca-Cola con abridor a juego (la edición limitada se pondrá a la venta a finales de abril en Colette y Galeries Lafayette). Aunque, en el fondo, eso es lo de menos. Karl ya no compite más que contra sí mismo. Dudo que haya referentes humanos para la hiperbólica obra que ambiciona encarnar. ¿Madonna? Qué va. Sospecho que, secretamente, aspira a la liga de las Siete Maravillas del mundo, como la Gran Pirámide o el Taj Majal. Si volvieran a hacer el concurso aquel, yo le votaría. Se lo merece por lo que nos entretiene.
Foto: Karl Lagerfeld salud al final del último desfile de su propia marca, el pasado marzo en París (L'Estrop)
Hay 9 Comentarios
Me fascina la figura pop que ha creado de su persona. En cuanto a sus declaraciones provocadoras jamás entro a valorarlas, sólo las disfruto porque me divierten, y esa es la gracia, contemplar al Karl Dios mediático sin necesidad de entender o pretender entender, esa es mi postura y me encanta.
El Karl diseñador ha hecho cosas muy grandes, ultimamente mucha morralla pero de vez en cuandose sale. También creo que lo más sano es no entrar a valorar el pret a porter de Chanel, es la colección del mundo de la moda que haga lo que haga va a tener siempre toda la atención de todos, y eso no lo tienen muchos.
Publicado por: SrQ | 09/04/2010 16:02:19
Lo de la presencia de Giacobini "per tot arreu" es inexplicable salvo si aceptamos que Lagerfeld alberga instinto de paternidad sublimada. / La verdad es que Lagerfeld sólo me interesa cuando diseña ropa para Chanel, ahí da lo mejor, siguiendo directrices que sabe renovar muy bien.
Publicado por: Francisco | 06/04/2010 16:29:08
QUÉ TOTAL! "Algo líquido sabemos seguro que bebe" y los "Karl -Donettes adelgazantes"! Yo también le votaría, Eugenia :D
Publicado por: R Dorado | 06/04/2010 8:50:14
Karlitos y su obra me producen sentimientos encontrados de admiración y rechazo, cualquier cosa menos indiferencia, frivolizando es como tener un transtorno bipolar y ha conseguido, lo que le agradezco inmensamente, haber mantenido latente el espíritu de C. Chanel.
Larga vida al Káiser
Publicado por: Nan De Bil | 05/04/2010 22:48:16
AHÍ, perdón, que menudo error ortográfico.
Publicado por: Lee Van Cleef | 05/04/2010 22:35:20
Yo estoy convencida de que Karl se muere diseñando ( y partiendo el bacalao ) en Chanel, no hay quien le saque de hay. Yo respeto muchisimo su trayectoria y me parece que tiene un talento brutal pero ultimamente está divagando, está perdidisimo. Las ultimas colecciones para Chanel, tanto en Costura como en pap, son malisimas.
Saludos.
Publicado por: Lee Van Cleef | 05/04/2010 22:33:28
Odio a esta bruja con toda mi alma y espero que pronto se pudra en el infierno... Hace unos días leí unas declaraciones suyas sobre el matrimonio gay y el uso que él hace de chaperos de lujo, y una vez más se me revolvieron las tripas.
Publicado por: calamarin | 05/04/2010 22:11:24
Un hombre que desafió su destino, pues parecía predestinado a los anuncios de cerveza lager. Podrían aprovechar sus camaleónicas vidas para hacer uno de esos spots antes/ después.
Pues si éste es el Lagerfeld que toma coca-ligth, y el anterior debía ser el Lagerfeld que la tomaba con azúcar.
Publicado por: dolce paggana | 05/04/2010 21:57:39
Las de Patricia Field tuvieron mucho éxito...a ver éstas!
Publicado por: GIFITTING | 05/04/2010 21:18:46