El aclamado estreno de ayer de Kim Jones al frente de la línea masculina de Louis Vuitton no sólo ha extasiado a su jefe, Marc Jacobs, director creativo de la firma, o a la prensa especializada, que ha subrayado que pocas veces un debutante ha captado y ampliado tan felizmente el espíritu de una marca. En uno de esos tributos a los mayores que tanto gustan (y facilitan la tarea de rellenar páginas) a periodistas, estilistas y demás insiders, la colección del británico ha puesto el foco sobre Peter Beard, el gran fotógrafo de la vida salvaje africana y, a la sazón, bello aristócrata, juerguista internacional y compañero de batallas de Picasso, Capote, Bacon o Mick Jagger. El mismo de quien Warhol, amigo y vecino, escribió que era “una de las personas más fascinantes del mundo. Un tarzán moderno que se automutila y pinta con su sangre. (…) Sin duda, uno de los hombres más hermosos que yo he conocido”.
Peter Beard fotografiando a modelos y elefantes para el calendario Pirelli, en Botsuana en 2008.
Uno de los modelos de la primera colección de Kim Jones para Louis Vuitton, presentada ayer en París
Desde luego, habrá pensado Jones, pocos personajes representan mejor dos de los célebres valores de Vuitton: la tradición viajera y la herencia wasp de su clientela. El británico ha declarado haberse inspirado en vivencias personales –él mismo vivió parte de su infancia en África junto a su padre hidrogeólogo– y en el ensayo semivisual que hizo célebre a Beard en 1965, The end of the game. El libro triste y turbador en el que el fotógrafo documentó la agresión del hombre hacia el elefante africano. Una metáfora de nuestra propia destrucción como especie según avanza el territorio.
El diseñador tras el desfile en París con Lilly Allen
¿Cómo ha traducido Jones tamaña intensidad sobre la pasarela? Sastrería con pantalones cortos, tan Ivy League como colonial. Algún ramalazo safari por aquí y algo de turismo de souvenir por allá, ejemplificado en el electrizante estampado masai rojo y azul que rompe la serenidad de la colección.
La sastrería y las referencias deportivas se alternan en la propuesta de Louis Vuitton para primavera/verano 2012.
Desde que en 1997 Marc Jacobs trasladara el discurso de la noble casa de maletas a la pasarela, Vuitton representa la celebración chic del espíritu de explorador y, sobre todo, exquisitez de vieja escuela con un giro alegre, poético o vanguardista. No hacía falta pues pedirle mucha más profundidad a Jones. Con todo, las más de cuarenta salidas de su desfile parecen captar bastante bien la contradictoria y poliédrica personalidad de Beard, tan juguetona como reflexiva. Mejor incluso que sus aventuras africanas.
Isabeli Fontana posa para Peter Beard en la sesión del calendario Pirelli 2009.
Pirelli invitó en 2008 a este periodista a la producción de uno de sus prestigiosos calendarios en el delta del Okavango, una extensa región aluvional de Botsuana rica en fauna salvaje y safaris de billonarios que muchas guías señalan como uno de los lugares más bonitos del orbe. Una ocasión única para seguir en su habitat natural y durante cuatro días a Peter Beard, que con 70 años aceptaba el encargo de la marca de neumáticos y se reivindicaba así también como gran fotógrafo de moda. No en vano, se le acredita como descubridor de la modelo Imán o por haber redescubierto el paisaje africano a las lectoras de revistas femeninas estadounidenses durante los sesenta y setenta. ¿Una contradicción? “No”, aseguraba en otro reportaje que le dedicó El País Semanal, “la belleza de la mujer es lo último que queda puro de la naturaleza”.
El fotógrafo con la modelo Malgosia Bela, otra de las protagonistas del calendario Pirelli.
Lo que primero llama la atención de Beard es la piel tersa y morena. Y los pies grandes, feos y llenos de callos como los de un hobbit. Está impresionante a su edad. “Es fruto de mi inmadurez congénita, y de andar todo el día cabreado con el mundo”, justificó, en serio o en broma, en medio de la tralla incesante de confidencias, chascarrillos y cambios de humor que componen su entretenido discurso. La misma hiperactividad con la que coreografiaba a elefantes y modelos –Lara Stone y Daria Werbowy, entre otras; todas en top less, como exigía el guión– mientras hundía sus pies descalzos en los charcos más infectos. Su mujer, Neuma Khanum, tranquilizaba a los presentes: “Siempre tiene malaria y cosas de esas, está acostumbrado”.
El fotógrafo en un cementerio de elefantes durante la sesión en Botsuana.
Ante los trotes, resultaba particularmente evidente la enorme cicatriz cercana a su entrepierna, que jamás pretendía esconder del todo con su pareo. Un recuerdo de un paquidermo que le obsequió con una quíntuple fractura de pelvis. “Admiro a los elefantes”, repite sin rencor este cachorro de los Hamptons que cruzó el Atlántico por primera vez con 17 años fascinado por Karen Blixen, autora de Memorias de África. “Me merecía esa fractura, me tocó pagar por todo lo que los humanos les hemos hecho”.
Peter Beard trabajando en uno de sus famosos 'collages' en África.
Pese a la proverbial despreocupación, la obsesión de Beard por retratar el sufrimiento, el miedo humano a lo natural, y acompañarlo de sangre, arena y tinta en sus orgánicos collages, no conoce límites. Entre sus ideas para el calendario, cubrir la cara de Isabeli Fontana con un enorme insecto o convencer (con éxito) a Mariacarla Boscono para que se sumergiera en una laguna pese a su pánico a los cocodrilos.
Los colores eléctricos de los tejidos masai rompen la serenidad de la colección de Kim Jones para Vuitton.
Una pasión que el fotógrafo explica así: “Karen Blixen decía que un escritor puede escribir todo lo que quiere, pero un dibujo africano te deja sin respiración. Porque todo es tensión e intensidad en el mundo, así que yo añado tensión e intensidad a mis fotos”. Tal vez, lo más prometedor de la primera colección de Jones para Louis Vuitton es que abrace a un personaje con tantos matices y que haya convertido su complejidad en algo tan fácil de digerir.
Fotografías de Peter Beard en Botsuana: cortesía de Pirelli. Fotografías del desfile de Vuitton: Louis Vuitton.
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