Crear una línea de calzado exclusivamente masculino, elaborado artesanalmente en Mallorca y con un rango de precios medio-alto (a partir de 300 euros) parece, como poco, arriesgado. Un adjetivo que se queda corto si, además, el proyecto se lanza en plena crisis y en España, donde la mitad de los hombres son fieles al castellano (porque no hay que atarlos) y la otra, solo usa deportivas. Pero Pedro Monge (Soria, 1976) ha conseguido conjurar semejantes desafíos, con solo dos colecciones a sus espaldas y un sólido proyecto empresarial, Monge Shoes. Sus zapatos encarnan la perfecta intersección entre moda y calidad artesanal, una combinación excepcional dentro del sector patrio pero que satisface a un perfil de consumidor cada vez más numeroso, como está demostrando.
Y es que Monge resulta un creador inusual dentro del mercado español, no solo en cuanto a su discurso, sino también respecto a su formación. Licenciado en periodismo, tras su paso por la revista Vanidad y por Camper (donde formó parte de los departamentos de comunicación y desarrollo de producto), cursó un MBA en el Instituto de Empresa.