Miley Cyrus durante su actuación en Las Vegas. / Getty Images
Miley Cyrus comenzó por aparecer con un body que dejaba demasiado a la imaginación una tarde dedicada a las familias en la edición madrileña del festival Rock in Rio. En una huída hacia adelante de la factoría Disney, siguió por raparse la cabeza. La (pen)última batalla contra su alter ego naive Hannah Montana fue su actuación en la gala de la MTV. Aquella noche, los menos hábiles en el arte de mover el culo descubrimos el twerking: esa danza desasosegante que los raperos estadounidenses llevan ya un tiempo practicando. Esta liturgia de madurez trae aparejada una nueva estética que ha hecho parada en la moda española. Cyrus apareció con un vestido transparente de croché en color blanco, tejido a mano, con mangas de pelo sintético de Maria ke Fisherman en el festival de música iHeart Radio de Las Vegas la noche del sábado.