Diario de un ex olímpico

Sobre el blog

El Palomero hace mudanza durante 17 días y abre espacio dedicado a los Juegos. Y es que unos Juegos dan para mucho. O al menos lo suficiente como para un diario "palomérico" sin más pretensiones que pasar revista a lo importante, secundario, anecdótico y también al más puro y duro chismorreo. Ah, y alguna batallita del abuelo.

Sobre el autor

Juanma Iturriaga

es muchas cosas en una, pero de lo que más orgulloso se muestra siempre es de haber sido olímpico en dos ocasiones. También le gusta recordar que en su segunda participación, en Los Angeles 84, se trajo para España una medalla de plata, que en aquella época fue algo histórico. Fue tal el exitazo que ha llegado hasta ahora viviendo de ella y contando que secó a Michael Jordan y que Jack Nicholson le invitó a su casa después de verle jugar, lo que nunca se ha confirmado al 100%. Le gustan todos los deportes olímpicos, Pentatlón moderno incluido.

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Día 10. ¿Y ahora qué hacemos?

Por: | 05 de agosto de 2012

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Desgraciadamente, mi indeseable suposición de ayer se cumplió y tenemos debate ético. España perdió ante Rusia y además de alimentar análisis y reflexiones sobre lo que nos faltó, sobró, cómo estamos realmente, a quién tenía que haber sacado Scariolo o si los Gasol no defienden todo lo que deberían, el equipo español se colocó en una situación sumamente incómoda. Olvidado el primer puesto, resulta que el tercero ofrece un camino hasta la final más accesible que el del segundo. Dicho de otra forma. Mañana, ante Brasil, la victoria penaliza. 

Vaya por delante que lo de elegir rival en la última jornada no es nada nuevo. Cualquiera que haya ido a unos cuantos campeonatos ha visto como en ese último día de grupos, algunos equipos no se han partido el pecho en la búsqueda de la victoria, han reservado jugadores con la excusa del cansancio o problemas físicos y su intensidad de juego no ha sido la habitual. Sin ir más lejos, el año pasado en el Europeo de Lituania, Francia tiró descaradamente el partido ante España en la lucha por el primer puesto del grupo, pues de esta forma se quitaba del camino la amenaza del anfitrión. Seguramente para su dejadez influyó que dos años antes, en el Eurobasket de Polonia, Nando de Colo metió la canasta del triunfo ante Grecia (no parecieron muy tristes los griegos, desde luego) que les cruzó con España en cuartos de donde salieron bien escaldados. A De Colo le llamaron de todo menos guapo empezando por algunos medios. Al año siguiente, el prestigioso L´Equipe, antes de ese partido frente a España daba toda una serie de razonamientos para tirar el partido. Normalmente se suele hacer de forma menos llamativa que aquellos bostezos de Toni Parker que representaron inmejorablemente el pasotismo francés, o como lo hicieron las de bádminton, que terminaron por cabrear al público y al COI y fueron expulsadas. Pero hacerlo, se hace. Por la cara o disfrazados de “hay que reservar fuerzas” o “tengo a unos jugadores tocados” o “hoy en defensa no hemos estado agresivos”. 

Dicho esto, vayamos con el espíritu olímpico. Ese que dice que hay que buscar siempre la victoria. Perfecto. Estoy con él al 100%. Pero lo que no especifica el ideairo olímpico es a qué victoria se refiere. ¿A la de cada partido? ¿A la de cada etapa? ¿A la de cada serie de natación o atletismo? ¿O habla de la victoria final? Porque no es lo mismo. Ayer ví a muchos atletas perdiendo series porque se dejaban llevar una vez conseguido el objetivo de clasificarse y en vistas a ahorrar energía. Los ciclistas no buscan la victoria en cada etapa de un Tour, yendo al tran tran en muchas de ellas. En un Mundial de fútbol, por ejemplo, si llegas clasificado al tercer partido de la fase de grupos, muchos entrenadores optan por sacar a gente no habitual y se suele ver como normal. Todas estas situaciones, si nos ponemos estrictos, van en contra del ideario del máximo esfuerzo en busca de la victoria. Si España se ha clasificado ya para cuartos que era el objetivo principal y por lo que sigues en competición ¿por qué Bolt o Phelps, en aras de un objetivo superior al puntual de esa seria, se pueden dejar llevar y perderla y en otro deportes está mal visto no pelear en todos y cada uno de los partidos? Con jugadores bastante cargados de piernas y mente, ¿no les vendría bien un descanso? ¿Esto supondría un comportamiento éticamente reprobable? 

Hace un año, en aquella ocasión, la de Francia, escribí en este periódico: El transcurrir del campeonato a partir de las disputas de los cruces de cuartos de final dictará sentencia y puede que dentro de una semana esta patochada pase a convertirse en una decisión supuestamente inteligente, pero mientras veía el partido no dejaba de felicitarme por ser seguidor del equipo que no especuló, que no hizo cábalas, que se tomó en serio el partido y que buscó y consiguió una nueva victoria. Un equipo que ha venido a ganar el campeonato sin dobleces ni atajos, que confía en su potencial, que se prepara para lo que venga sin elegir rival, respetando a todos pero no temiendo a nadie. Un equipo que no entiende otra cosa que no sea ir de frente y buscar en todos y cada uno de sus partidos la victoria. Lo otro, incluso contemplando que el futuro les pueda dar la razón, no deja de ser recurso de equipo menor, temeroso, pequeño. Este razonamiento, en el que me corroboro, me lleva a la pregunta que quizás debería ser pertinente y esclarecedora. ¿Cuál es el objetivo real de España? ¿Pensamos o no pensamos que EE UU resulta inalcanzable? Si es ganar el campeonato, el disputar semifinal o final frente a EE UU resulta casi irrelevante, pues para conseguirlo tienes que vencer a todos antes o después. En cambio, si pensamos que nuestro techo es el segundo puesto, entonces entiendo que puedan surgir dudas.

Resumiendo. Creo, espero y deseo que España vaya a por el partido. Creo que las derrotas no deberían ser subsanadas con otras derrotas. Creo que Rusia se ganó el derecho a evitar a EE UU y España no. Creo que hablando de las semifinales se deja de hablar de los cuartos de final, donde esperan Francia o Argentina. Creo que la victoria crea hábito, y la derrota dudas, y ya llevamos una. Creo que teniendo ya este grupo la plata, sólo nos engrandece aún más el oro, por lo que no veo enormes diferencias entre ser segundo o tercero. Creo que si algo ha demostrado este equipo hasta ahora es que nunca ha tenido miedo a nada ni a nadie. Creo que es más importante recuperar el juego que hacer cábalas, por lo que no podemos desperdiciar ninguna oportunidad para mejorarlo. Ahora bien, no comparto la descalificación total hacia otro tipo de comportamiento que no sea el de afrontarlo al 100%. Una cosa es buscar la derrota y otra no emplearse a fondo para buscar la victoria parcial en aras a la victoria total. En este caso, además, no habría daños a terceros. Sea como sea, difícil papeleta la de Scariolo. Si Navarro no juega, ¿cómo se va a interpretar? 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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