29 julio, 2007 - 11:17
Irak - Arabia Saudí
A primera hora de la mañana hubo unas cuantas grandes explosiones cerca de Bab al-Mudham. Fue otro día caluroso. La gente hablaba del partido de fútbol entre la selección nacional de Irak y la de Arabia Saudí. Era la final. Los iraquíes, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, no querían menos que la victoria. Yo confiaba en que ganaran. La victoria, y ganar la Copa Asiática, sería una inyección para la moral general. Los iraquíes, sin importar su raza, religión o edad, han llorado de alegría cada vez que nuestra selección ha derrotado a otro país. En el fondo de mi corazón sé que el sueño de la gente se hará realidad.
Acudí a la Zona Verde con un buen amigo mío. No me encontraba muy bien, pero tenía una entrevista importante. Mi secretaria, Um Haitham, me telefoneó para preguntarme por qué no había acudido a la oficina. Le dije que estaría allí en cuanto terminase unos asuntos. Nos llevó mucho tiempo salir de la Zona Verde, así que no pude ir a mi oficina. Como no había ni electricidad ni agua, el personal de la Biblioteca Nacional se fue a casa a las 12.00, después de pedir permiso en mi oficina. Mi chofer me estaba esperando cuando logré salir de la Zona Verde. No me encontraba bien en absoluto. Mi colega decidió esperar por su coche.
Las carreteras principales estaban semivacías; todo el mundo se dirigió directamente a casa para ver el partido de su vida. Para evitar más ataques terroristas sobre civiles inocentes si ganaba Irak, el gobierno impuso un toque de queda parcial a todos los vehículos. Cuando llegué a mi casa estaba exhausto. A las 16.00 encendí la televisión. El partido comenzó a las 16.30. No había nadie en la calle. Todo el mundo estaba en sus casas viendo jugar a la selección nacional contra el archienemigo de Arabia Saudí. Desde el inicio los iraquíes dominaron el partido. Irak marcó el único gol del partido 20 minutos antes del final. La gente se echó a la calle para celebrar la victoria. Ignoraron el toque de queda. Sólo querían ser felices, bailar, correr y gritar sin ataduras, sin bombas. Todo Irak lo celebró; kurdos, árabes, suníes, chiíes, musulmanes y cristianos. El fútbol ha unido a una nación, mientras los políticos inútiles no consiguen unir ni a las propias comunidades que dicen representar.
El imperio norteamericano no dejó de notar las consecuencias geopolíticas de un mundo favelado. Temen la “urbanización de la revuelta” o la organización de los villeros para la lucha política. Y organizaron un sistema MOUT (Military Operations on Urbanized Terrain, Operaciones Militares en Terreno Urbanizado) para entrenar soldados para la guerra en calles laberínticas, en zanjas, en las villas de cualquier parte del mundo donde los intereses imperiales sean amenazados.
Será la lucha entre la ciudad organizada y amedrentada y la villa furiosa. Uno de los estrategas dijo fríamente que “las ciudades fracasadas y feroces del tercer mundo, en especial sus periferias villeras, serán el campo de batalla del siglo 21: la doctrina del Pentágono está siendo reconfigurada en esa línea para enfrentar una guerra mundial de baja intensidad y duración ilimitada contra segmentos criminalizados de los pobres urbanos. Ese es el verdadero choque de civilizaciones”.
Publicado por: Boff Leonardo | 13/09/2007 21:27:12
El imperio norteamericano no dejó de notar las consecuencias geopolíticas de un mundo chavolado. Temen la “urbanización de la revuelta” o la organización de los villeros para la lucha política. Y organizaron un sistema MOUT (Military Operations on Urbanized Terrain, Operaciones Militares en Terreno Urbanizado) para entrenar soldados para la guerra en calles laberínticas, en zanjas, en las villas de cualquier parte del mundo donde los intereses imperiales sean amenazados.
Será la lucha entre la ciudad organizada y amedrentada y la villa furiosa. Uno de los estrategas dijo fríamente que “las ciudades fracasadas y feroces del tercer mundo, en especial sus periferias villeras, serán el campo de batalla del siglo 21: la doctrina del Pentágono está siendo reconfigurada en esa línea para enfrentar una guerra mundial de baja intensidad y duración ilimitada contra segmentos criminalizados de los pobres urbanos. Ese es el verdadero choque de civilizaciones”.
Publicado por: Biden Joseph | 13/09/2007 21:25:57