Según el informe de seguridad de la Biblioteca Nacional, a las 3.30 la calle Haifa fue escenario de un choque armado entre el Ejército y un grupo armado. El combate no duró mucho.
Una bomba explotó justo antes de que nosotros llegásemos a Bab al-Mudham. La escena era caótica. La Guardia Nacional estaba nerviosa e inquieta. Cuando nuestro coche intentó entrar en la calle provisional mi conductor y un agente de tráfico empezaron a discutir. Mientras yo intentaba tranquilizar la situación, los guardias nacionales empezaron a disparar de forma aleatoria y después asaltaron físicamente a dos de mis empleados. Cuando intentaba explicar en vano a los guardias nacionales que sólo se trataba de un malentendido entre dos personas y que no había necesidad de usar sus armas o de abrir fuego, apuntaron sus pistolas hacia mí e incluso empezaron a hacer disparos de corto alcance. Intentaron asustarme y trataron de evitar que ayudase a dos de mis empleados que estaban siendo atacados con saña por guardias poco disciplinados.