Hubo dos explosiones en mi barrio a primera hora de la
mañana, consecuencia de un ataque con mortero contra la base militar de EE UU.
A las 10.00 tuve una reunión con el personal del equipo de
Inspección de Archivos. Hablamos sobre una serie de asuntos urgentes: la
dificultad de los inspectores de la Biblioteca Nacional para aplicar la
legislación de archivos de 1983; las condiciones de seguridad y cómo afectan a su
trabajo cuando visitan archivos gubernamentales en Bagdad y en provincias; la
incapacidad de la Biblioteca Nacional para hacerse con los archivos de las
instituciones civiles y de seguridad del antiguo régimen; la urgencia de formar
a los inspectores, especialmente a los nuevos, en cómo hacer sus tareas; la
necesidad de aumentar el número de inspectores; la necesidad de cambiar la
actual legislación sobre archivos y la posibilidad de educar a funcionarios
civiles en temas como la importancia de los documentos y archivos y la
legislación al respecto. Pedí al equipo que me de los nombres de todos los
ministerios que se niegan a cooperar con la Biblioteca Nacional y los que
facilitan nuestra tarea aplicando la legislación de archivos. Descubrí que desde
finales de 2006 hay más ministerios que facilitan la tarea de nuestros inspectores.
Este alentador avance se produjo después de que yo le pidiese al Consejo de
Ministros que obligara a todos los departamentos del gobierno a cooperar con la
Biblioteca Nacional (INLA). Dicho esto, todavía hay unos cuantos ministerios
que, por alguna u otra razón, todavía no nos han contactado.