Guardias Nacionales siguen sus agresiones contra la Biblioteca

Guardias Nacionales rebeldes continúan con sus agresiones contra la Biblioteca Nacional y su personal. Esta mañana, un grupo de guardias nacionales iraquíes irrumpió en el edificio principal del Archivo de la Biblioteca Nacional.

Con esta acción, han violado las instrucciones del Consejo de Ministros, que afirman claramente que las fuerzas de seguridad y armadas de Irak no pueden entran en ninguna institución gubernamental sin la aprobación previa del gobierno y de las autoridades pertinentes.

Un día sin actos violentos

El tráfico era extremadamente pesado. Tenía que ir a la Zona Verde. Me llevó 30 minutos cruzar el puente al-Sinak. Fue un día tranquilo. No se registraron actos violentos en nuestra zona. Estuve en contacto constante con mi oficina.

Uno de los periódicos nacionales ha revelado que el ministro de Cultura dictó un memorándum en el que concede recompensas económicas a sus propios guardaespaldas. Lo irónico es que ese informe ¡fue firmado 10 días después de esconderse el ministro!

Explosiones y bombas a lo lejos

Tuvimos algún problema con el nuevo sistema de internet durante unos cuantos días. El acceso a la red es lento y se interrumpe a menudo. Unos expertos arreglaron los problemas.

A las 10.40 oímos tres explosiones consecutivas de bombas a lo lejos. A las 11.35 hubo algunos intercambios esporádicos de fuego en nuestra zona.

Hablé con el jefe del departamento de Relaciones Públicas sobre el proyecto de la Biblioteca Nacional con la cadena al-Rafedian. Le pedí que escribiese un informe detallado sobre el proyecto.

Según el informe de seguridad diario de la Biblioteca Nacional, a las 16.00 estalló un combate cerca del destruido puente al-Sarafiya (el Puente de Hierro). Hubo fuertes intercambios de fuego hasta las 20.00.

La reforma de la biblioteca

Decidí acudir a la Biblioteca Nacional para inspeccionar el edificio y ver a los vigilantes. Todos los guardas estaban en sus puestos, y los limpiadores también.

Me reuní con el gerente de la empresa de construcción encargada de arreglar los desperfectos en el edificio. Me contó que tanto él como su capataz han recibido amenazas de muerte de algunas personas en al-Fadhel, el bastión de los extremistas suníes. Ambos hombres son chiíes. El gerente se ha visto obligado a modificar sus movimientos diarios y ya no utiliza el portón trasero de la Biblioteca Nacional. El capataz le ha pedido unos días libres. Hablamos sobre los problemas que han surgido por la desaparición del ministro de Cultura. Todos los proyectos están paralizados, incluyendo nuestras dos importantes obras: la Biblioteca de Pioneros y el almacén para el Archivo. Si el primer ministro no interviene perderemos los fondos aprobados para ambos proyectos. El Ministerio de Hacienda nos ha presionado varias veces. Sus poco diplomáticos burócratas intentan quitarnos los fondos. Estamos metidos en un enorme problema.

Estadísticas positivas para la biblioteca

Me quedé en casa. Aproveché la ocasión para examinar las estadísticas que me dio el Departamento de Planificación respecto al personal de la Biblioteca Nacional. Si se comparan los datos de los años 2003, 2004, 2005 y 2006 se pueden observar varios indicadores positivos.

Según el informe diario de seguridad de la Biblioteca Nacional, se produjo otra ronda de combates entre extremistas suníes y las fuerzas del orden en al-Fadhel. La lucha empezó a las 23.00 y terminó a las 7.00 del día siguiente.

La zona verde

Acudí en la Zona Verde a una ceremonia que duró casi tres horas. Al final del acto, extremistas chiíes bombardearon la Zona Verde. Nos vimos impedidos a abandonar el entorno, ya que todos los puntos de salida fueron bloqueados. Cuarenta minutos más tarde nos dieron luz verde para marcharnos.

Según el informe diario de seguridad de la Biblioteca Nacional, varios morteros cayeron en los alrededores entre la 1.00 y las 4.00 horas. Entre las 14.45 y las 16.00 se produjo un intenso combate entre extremistas suníes y las fuerzas de seguridad iraquíes en al-Fadhel y al-Maidan, cerca de la Biblioteca Nacional. Utilizaron armas ligeras y semi pesadas. También se escucharon varias explosiones por la noche.

Asesinato a las puertas de la biblioteca

Según el informe diario de seguridad de la Biblioteca Nacional, a las 11.00 horas unos hombres armados ejecutaron a dos civiles cerca del portón trasero de nuestro edificio. Cinco horas más tarde, esos hombres mataron a otro civil en la misma zona.

Los empleados de la biblioteca

Impacto de la violencia sectaria entre el personal de la Biblioteca Nacional en junio de 2007:
6 desplazamientos y amenazas de muerte a empleados; 1 hermano herido; 3 secuestros de familiares (2 hermanos y 1 hijo); 1 desaparición de familiares (un hijo). Cifra de visitantes a la Biblioteca Nacional: Junio: 447; Julio: 503.
Todos los departamentos de la Biblioteca Nacional, excepto el Depósito Legal, permanecieron cerrados hasta el domingo por la mañana, puesto que todas las colecciones del archivo fueron sometidas a un tratamiento desinfectante y de desparasitación. El personal de la biblioteca supervisó toda la operación y facilitó la tarea a los especialistas.

Orden de arresto contra el ministro

Me contaron que los hermanos de dos de mis empleados fueron secuestrados el mismo día, en actos diferentes.

En la Biblioteca Nacional todo el mundo hablaba sobre la orden de arresto contra el ministro. Se oyeron varias interpretaciones. Algunos de mis empleados creen que todo el asunto es un juego político, mientras que otros apoyan la decisión judicial. Este asunto ha provocado una seria crisis política. Políticos y representantes suníes exigen al gobierno que retire la orden de arresto contra el ministro y arregle el asunto fuera de los tribunales, mientras que sus rivales no quieren que el ministro escape a la Justicia.

Atentados contra nuestro edificio

La situación se mantuvo relativamente tranquila.

Una gran explosión sacudió el edificio. Desconocíamos dónde había ocurrido. Más tarde supimos que la explosión se había producido por un ataque suicida con coche-bomba contra uno de los salones del famoso hotel Al Mansoor Meliá, a dos kilómetros de la Biblioteca Nacional. Murieron unas cuantas personas, incluidos algunos periodistas, jeques y oficiales.

El técnico del ministro me explicó que no disponemos de dinero suficiente para sustituir las partes dañadas del generador de la Biblioteca Nacional. No me quedó otra opción que acceder a reparar las partes dañadas, en lugar de sustituirlas.