Me pasé la primera parte del día en casa, leyendo y escribiendo. A las 14.30 acudí a un cibercafé. En cuanto empecé a leer mis correos electrónicos, una gran explosión sacudió el lugar. Al igual que los otros usuarios, salí a ver lo que pasaba. La explosión había sido justo al final de la calle. Siete u ocho minutos después, cuando ya había vuelto al cibercafé, otra bomba explotó en el mismo lugar. La Guardia Nacional y la Policía cerraron rápidamente una parte de la calle Palestina (desde la Universidad de al-Mustanseriyah al cruce de Bab al-Mudham).