En ocasiones siento imágenes, las olfateo -sexto sentido que da el oficio- y espero paciente como un cazador paciente. A veces sucede algo brillante, inesperado y fugaz delante de la cámara y... ¡Me lo pierdo! ¿Cuestión de suerte? Casi siempre, sí, pero no encuentro consuelo ni con el azar, ni con la mentira balsámica de “si no hay testimonio, no existe". Otras en cambio, los hados caprichosos, me conceden la foto.
1 de abril de 1992, sede de la EMT, Madrid. Unos 500 trabajadores de la EMT ocuparon tras sesenta días de paros, la central de su empresa. La policía al principio escasa, sólo pudo evitar que pasara prensa. Este fotógrafo, se introdujo con la cámara escondida y la misma cara de no llegar a fin de mes que los asaltantes. Dentro, en la ventanilla de cobro, surgió la foto: el desconsuelo, la desesperación tan actual. Quizás fue un gesto de fatiga, un problema de lentillas o simplemente el pobre estaba jodido esperando su salario de huelga. Luego: empujones, nervios y desalojo.
De aquel conflicto recuerdo como protagonistas a Tomás Burgaleta por la empresa y a Pablo Rodríguez Peña por la plataforma sindical. Choque de voluntades entre las reivindicaciones y la proporción o desproporción de un conflicto que duró 65 días, que sumió en angustia a las familias de los empleados y que afectó a la vida cotidiana de millones de madrileños. El día 8 de abril de 1992, terminó la huelga más larga del transporte público; acabó como suelen acabar estas cosas: con una derrota general.
Hay imágenes que con los años, se mantienen jóvenes para reflexión y vergüenza de nuestros representantes. Imágenes que vistas en este presente exhausto, ellos deberían gestionar unidos, como programa, cartel electoral y bandera común: el compromiso nacional, de llegar todos a fin de mes.
Los grandes :
Hay 1 Comentarios
Puestos a creer en algo, me quedo con los hados antes que con los políticos. Me encanta tu blog: valiente , sensible y personal, sí señor.
Publicado por: Maite | 08/02/2014 10:29:10