Fotografía del barco alemán Kaiser Guillermo El Grande
Esta entrada ha sido escrita por Bachir Ahmed Aomar, miembro de la Generación de la Amistad Saharaui.
Hace un año, el ministerio de Cultura marroquí anunciaba a bombo y platillo el descubrimiento en las ría de Dajla, antigua Villa Cisneros, de los restos del trasatlántico alemán “KaiserWilhem der Grosse” (Kaiser Guillermo el Grande). Lo publicitaron como un gran descubrimiento del gobierno marroquí. En su proyecto estaba crear una comisión para rescatar el barco con dinero de la UNESCO a la que intentaban implicar en el proyecto. A principios del siglo pasado, el barco era un trasatlántico que hacía la ruta Europa – America. Antes que el Titanic, fue uno de los más modernos de su tiempo. Comenzada la primera guerra mundial, lo dotaron de cañones ligeros para emplearlo como buque corsario en el Atlántico contra la flota inglesa. El 26 de agosto de 1914 el buque se encontraba fondeado a la entrada de la ría de Dajla cuando fue descubierto por el crucero inglés “Highflyer”. Por su posición, el Kaiser casi no pudo defenderse. El alcance de sus pequeños cañones no intimidaron al barco inglés que en apenas hora y media acabó con la resistencia del alemán. A pesar de los daños, el comandante alemán no rindió la nave. Explosionó las bombas situadas en los fondos y lo hundió para siempre.Cinco tumbas alemanas quedaron, como mudos testigos, en el pequeño cementerio de Dajla.
Mi amigo Antonio Cleofé Medina Suarez, que a sus ochenta años conserva una memoria privilegiada, aún recuerda cuando trabajando en el puerto de la Luz en Las Palmas de Gran Canaria, vinieron a contratarlo en el año 1952 para ir de buzo a Villa Cisneros. Una de las misiones que le esperaba, en una tierra que desconocía por completo, era el desguace de un barco que cerraba la entrada a la ría: el “Kaiser Guillermo El Grande”. Él es testigo directo del desmantelamiento del barco alemán. El buque se encontraba escorado y a no mucha profundidad, lo que dificultaba la entrada a la ría. Las autoridades españolas decidieron acabar con aquella barrera por dos motivos, el primero ya lo hemos comentado y el segundo era más bien económico; el régimen franquista necesitaba materia prima para sus fábricas. El boicot internacional los obligó a utilizar el hierro y otros materiales del trasatlántico hundido. Me cuenta Antonio que, debido a las corrientes, el trabajo se hacía difícil. A veces, tenían que esperar varios días hasta que se calmara el mar. Utilizaban cargas de dinamita para soltar las planchas más difíciles. Recogían toda clase de materiales que se pudiera utilizar, acero, hierro, cobre, etc. Como anécdota, me comenta que la campana que se utilizaba a bordopara avisar de la caída del ancla al fondear, se encuentra en el museo naval de Madrid. Recogían material y lo depositaban en tierra hasta la llegada de gabarras que cargaban para su traslado a Avilés. De allí a Mieres donde era fundido para su posterior reutilización. El “Guillermo el Grande” se estuvo desguazando hasta el año 1955. Por los relatos de Medina se concluye que muy poco queda de él, quizá parte de la proa y la popa, que eran los lugares más difíciles del encargo.Entre lo desguazado, la acción de las corrientes y la arena, podemos afirmar que el barco ha desaparecido y solo quedan restos esparcidos en el fondo del mar.
Lo sorprendente de la noticia hecha pública por el ministerio de Cultura marroquí es que nos quieren convencer que el barco estaba completamente desaparecido y que han sido ellos quienes lo han descubierto después de cien años. Las autoridades españolas lo saben desde el mismo momento en que fue hundido, porque, Francisco Bens, gobernador del Sahara en aquellos tiempos, fue el encargado de recibir a la tripulación del barco y entregarlos a las autoridades alemanas. Además, la orden de desguace partió del gobierno español. Entre los saharauis, los más ancianos del lugar, recordaban a mediados del siglo XX haber visto el barco recostado sobre las arenas de Villa Cisneros, a la entrada de la ría. Para los españoles y saharauis que vivían en el territorio, la existencia del “KaiserWilhem der Grosse” en el fondo de la ría de Dajla, formaba parte del paisaje, mientras que para los marroquíes, extranjeros al fin y al cabo, fue una sorpresa enterarse de su existencia. El desconocimiento por parte marroquí de este hecho histórico se convierte en una prueba más de la ocupación ilegal del Sahara, territorio que jamás perteneció a Marruecos.
Hay 3 Comentarios
Sobre este trasatlántico, ver:
http://www.navegar-es-preciso.com/news/el-trasatlantico-kaiser-wilhelm-der-grose-un-express-steamer-imperial-de-finales-del-siglo-xix/
Publicado por: Román Sánchez | 19/09/2015 1:37:57
Muy bueno, Bachir.
Publicado por: Limam | 16/12/2014 12:52:27
Es precioso querido Bachir refrescarnos la memoria con esta maravillosa historia del Kaiser alemán que siguen sus restos en la ría de nuestra añorada ciudad ocupada Villa Cisneros, Dajla.
Un pueblo con memoria es un libro con muchos lectores que nunca deja de ser actualidad e historia.
Publicado por: Bahia M.H Awah | 15/12/2014 11:42:12