El legendario guerrero anticolonial Ali Uld Meyara
Edjil Uld Sidi Baba Uld Sid Labeid fue un prestigioso hombre de las letras saharauis que vivió entre finales del siglo XIX y principios del XX. Un ilustre clásico cuya obra no está escrita ni registrada, salvo en las enciclopedias humanas saharauis. Edjil nació en 1856 en la región norte del Sahara Occidental y creció mientras su familia hacía sus desplazamientos en las depresiones del Gaada, Smara, Wein Seluan, las riveras del río Saguia y sus afluentes, que nacen desde las cordilleras de Zemur. El segundo apellido de este histórico poeta guerrero, ولد سيد لعبيد Uld Sid Labeid, es un apellido por el que no se le identifica. El poeta también vivió y recorrió toda la geografía de Tiris, la región sur del territorio saharaui, sus montes, sus depresiones, sus ríos y sus sistemas de dunas como الظراع ederaa, desde الزفال Azefal, ادرار سطفAdrar Setef al الخط Jat.
Al morir el erudito Chej Mohamed Elmami en 1865, Edjil solo tenía diez años, pero a esa edad ya había conocido su obra. También Edjil conoció a Sidahmed Uld Aida, el emir mauritano que se había educado con los saharauis, en especial con el erudito anticolonial Chej Malainin. La envergadura literaria de Edjil, aparte de su sagaz bravura y tenaz resistencia contra el dominio colonial francés, quedó para la historia a través de un poema que escribió y envió a los jefes tribales mauritanos y algunos saharauis, quienes habían firmado en 1934 un armisticio en la entonces Mauritania francesa. El acontecimiento es conocido como ملݣ لحكمى melga lehkama, “encuentro de los sabios” que fue rechazado por los saharauis y al que Edjil se refirió en una poesía de arenga para advertir a los notables que lo habían suscrito.
La tumba del erudito saharaui Chej Mohamed Elmami
El poema llegó a todos, pero el emir Uld Aida lo recibió mientras se encontraba reunido con los jefes tribales de su emirato en Adrar. Y según cuentan los historiadores saharauis Uld Aida pidió al portador del mensaje que lo leyera y éste declamó los versos a viva voz ante el emir.
لحݣ لشرف مكمولين و لعرب لقلاظ ان اللعين
اخبرو ماهي شي و الدين لحݣو يوفݣد لونوب
و العل ماهو ذى البين اليدين يغير العل لعݣوب
و هذ من طول اتريكو شين لوحيل اف مسل مخروب
و هذ يسو مايوخل محد التوب مسيوب
و اسو يوقافس لعل ينقلݣ ببان التوب
Traslada a los nobles íntegros
y a los considerados
hombres libres,
impolutos de mal,
que es indigno blasfemar
con el Satán, (colonialistas)
y que la religión hace tiempo
han de recordar,
basta de darle la espalda,
renegar con indiferencia
y afanarse en frustrados quehaceres.
El problema no es lo que hay
entre manos,
el dilema está en el futuro
y es mejor el perdón a tiempo
antes de que se cierren sus puertas.
Al terminar el emisario su lectura hubo un silencio e instantes después un jefe tribal del emirato se dirigió a los chiuj y les dijo:
– A la persona que ha escrito este poema habría que cortarle la lengua.
Entonces el emir Sidahmed Uld Aida, tras una pausa, afinó su voz y respondió a todos los notables de su emirato haciendo esta pregunta:
– ¿Sabéis cómo cortarle la lengua a esa persona?
Y los notables respondieron con el silencio, para que el emir y poeta diera la respuesta más contundente y no esperada. Entonces el emir contestó:
– Para cortarle la lengua a esta persona recoged vuestras jaimas y acampad junto a él.
Con esto les arengó a unirse a los saharauis y a Edjil en su resistencia anticolonial.
El imperio del verso hasani entre la sociedad saharaui es tan poderoso y eficaz como para influir y hacer cambiar el curso de la Historia. Edjil fue una torrencial fuente del lenguaje poético de arenga que inspiró para vencer en muchas batallas contra la presencia colonial francesa. Tras la muerte del caballo del famoso guerrero Ahmed Uld Hamdi en la batalla de Legdeim en 1931, a Edjil le dolió la pérdida del corcel y se dirigió al guerrero con este poema homenaje a la bravura del guerrero y su alazán. En mi próximo libro, “Tiris, rutas literarias” el lector puede encontrar más información sobre estos ilustres guerreros y poetas saharauis.
ميتت فرسك ما تحزم حد فرسك ماتت فسمعها بعد
ماتت بيك الفوﯕ مبند ظاهر كامل كيفت لمزون
داير قفارة تتكدد لحرب فيها كيفت لمزون
وأكتن طاحت لفرس بأحمد جيت مكركس كيف المجنون
وأبكيت أسبع فم أمݣلد ما تخبط كون على الكرون
الي باغي يحسد يحسد والي يختير يخون يخون
En homenaje al corcel de Edjil
El derrumbe en combate de tu caballo
no ha de inquietar a nadie,
tu corcel digno y notorio en la batalla cayó,
abatido y tú como las nubes
en alto erguido en su lomo,
con tu gorro engalanado de adornos,
centelleando iridiscentes como las nubes.
Y si ha caído tu corcel, Ahmed,
duro te has vuelto como el demonio,
fiero león que golpea el entrecejo.
Y ahora quien quiera envidiar que envidie
y quien quiera traicionar que traicione.
En este poema Edjil usó una retórica de contexto que resulta difícil en el lenguaje coloquial que practicamos en la actualidad. En su tiempo estos poetas se valieron de un lenguaje muy arraigado entonces, desde los instrumentos y armas que usaban los guerreros, así como atavíos, accesorios de armas y universos antropológicos. Y aquí las metáforas y recursos literarios son acorde al tiempo de su autor. Un caso que se puede observar en el poema de Edjil anteriormente citado es el términoلحرب lehrab1. Se refiere a unas pequeñas espadas que usaban los guerreros de aquella época, cuyo mango se fabricaba artesanalmente de plata y brillaba por su adorno. Igual sucedía con unos gorros, adornados con metales, que se llamabanقفارت احرب ghufaret ehrab. Edjil los describe en el poema como “(…) adornos, centelleando iridiscentes como las nubes”. Este gorro lo llevaba también el guerrero anticolonial Ahmed Uld Hamadi, nombrado en el poema, en la batalla de Sanguet Legdeim contra una sanga2 colonial francesa, en 1931. Esta acción anticolonial es muy conocida por la muerte del caballo de Ahmed Uld Hamadi. Se cuenta que era un potente corcel blanco de pura raza, que se nombra así en el poema: “murió y tú como las nubes en alto erguido en su lomo”. El caballo estaba adiestrado para situaciones de combate, y se cuenta que el día de su muerte la bala que lo mató atravesando su corazón, a su vez pasó por las pantorrillas del guerrero sin tocar sus huesos.
En muchas culturas como la árabe, la hinduista y la cristiana, los caballos blancos se han considerado como montados por los santos patronos. Y en las tradiciones saharauis el corcel y el camello blancos se consideran insignias del bienestar y símbolo de almas transparentes, sinceras y limpias respecto a Dios. En la historia de la resistencia anticolonial saharaui hubo varios casos de famosos caballos que se han quedado en la memoria de la sociedad, como es el caballo del guerrero Ali Uld Meyara3, o el caballo del guerrero Ahmed Uld Luali Uld Elbardi4.
Legendarios versos, caballos y vates, un siglo después sus leyendas en la historia saharaui siguen siendo elocuentes huellas en la memoria colectiva. Y así el pasado seguirá siendo fuente del presente y del futuro.
*Nota: Traducción, recreación y recopilación de los textos poéticos, Bahia MH Awah
1Mango de plata de gumías y espadas guerreras que los grandes orfebres y herreros fabricaban como especial encargo para prestigiosos guerreros, poetas y caballeros andantes de la época.
2Compañía de meharistas franceses compuestas de cien hombres que se desplazaban a lomos de camellos. Se practicó en el Sahara Occidental, Mauritania y en Argelia durante los periodos coloniales de del siglo XIX y XX.
3Un famoso caballo del legendario guerrero anticolonial saharaui Ali Uld Meyara. En 1933 un goumier de la Mauritania francesa, enviado por el mando francés tendió una emboscada al guerrero saharaui en Miyec, le disparó, le mató y huyó con el corcel entregándolo a sus mandos.
4Según Caro Baroja, en Estudios Saharianos, se trata del caballo de un legendario guerrero saharaui de principios del siglo XX llamado Ahmed Uld Luali Uld Elbardi. Este corcel murió en 1901 en una batalla que dirigió el destacado notable y guerrero saharaui, conocida como “La batalla de Tueizirfat”.
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La antigua cultura árabe dejó un hermoso legado a la cultura europea. Destacó no solo en matemáticas al introducir la numeración decimal, también en las artes de la arquitectura y en la música. Es una herencia muy positiva que nada tiene que ver con el extremismo de los actuales yihadistas. Conviene señalar que el vocablo "yihad" hace referencia a la lucha interior que deberá librar el creyente consigo mismo, Luego el terrorismo, vinculado con la intolerancia y el crimen, es ajeno a la verdadera yihad.
Publicado por: RAMÓN | 24/08/2015 12:38:41