Adubba y Badi, poetas del Taganet y el Tiris

Por: | 22 de julio de 2016

Montañas_Sáhara_01

Esta entrada ha sido escrita por el poeta Ali Salem Iselmu, miembro de la Generación de la Amistad Saharaui.

Vivió en otro tiempo, conoció otro mundo alejado de la realidad de hoy. Nadie cantó mejor a los parajes del desierto, al amor a la tierra en la lengua hasania1 como Mohamed Ueld Adubba. En su poesía describió cada montaña, cada trozo de tierra, cada campamento nómada de la región del Taganet2 que se encuentra en el este de Mauritania. La belleza que caracterizó su poesía, le permitió cultivar el género de Latlal3 que es el canto al paisaje y a los accidentes geográficos, cantado en hasania por Chej Ueld Abba en la gama de lebteit4, dedicado a los lugares de pasto y acampada. Describió a la tierra seca, muda e indiferente, vacía de sus nómadas pastores; dibujó la lluvia mediante palabras, comprometiéndose con los elementos naturales que dan vida al paisaje, desnudando el alma y el espíritu de cada persona.

Adubba es el poeta de la tierra del Taganet por excelencia, a ella cantó en el siguiente poema, que dedicó al monte Ihyak:

En la cumbre del monte Ihyak5,
de día, durante  semanas,
las mujeres,
contemplaban la belleza,
cuando aún, los moradores
estaban en Ihyak.

Mi deseo, disminuye
desde la lejanía,
en Aryi6, Iduyen7 y Rachid8.

Mi amor se reduce de morada,
en morada.
Y en esta morada,
de los Sidelwafi9
nadie retorna a ti,
para curarte.

Y vuelve a ti,
el espíritu supremo.
Vacío estás
de tus moradores,
y en ese vacío
aumenta tu deseo.

Oh morada,
cuando dios quiera
tu gente, retronará a ti,
y desde la lejanía
aumenta la nostalgia.

Se me olvidó recordar,
hablar de ti,
y mí apego aumenta.

Pero se dios mío,
dueño del universo,
que yo no olvido,
cuando sobre la cima
del monte Ihyak,
las mujeres
contemplaban la belleza,
de día, durante semanas
cuando la gente moraban
en Ihyak.


Montañas_Sáhara_02
Para Adubba las montañas del Taganet eran las lágrimas de versos que vertía en su poesía. En cada cumbre se inspiraba, y de esas cumbres nació este cantó que expresa en el siguiente verso, dedicado a la montaña de Lmteimech10, cuando dice:

Aún extraño,
aquel campamento nómada,
de amigos,
en la ladera
del monte Lmteimech.

Este erudito del Taganet, se inspiró en las cumbres, en la vegetación, en los hombres, en las mujeres y en el ganado. De la sensualidad de sus palabras, nace la imagen más bonita que haya expresado alguien, sobre esta preciosa región.

Otro poeta llamado Badi Mohamed Salem, cantó a la región del Tiris11 en el Sáhara Occidental, ensalzó preciosas montañas como Lembeidi12, Dumes13 y Achlai14, y en este género de la poesía, que enaltece las cumbres montañosas, dejó este precioso poema conocido como Lembedi:

Lembedi, y la duna que lo envuelve,
la ladera de la colina
se orienta, hacia el monte de Achalai
al que quiero.
monte, duna, colina y orientación.

Amo aquella morada,
yendo hacia el sur
y la posición del pequeño monte
a la sombra de la colina
al lado de la acacia,
y el pozo en la roca excavada
en la falda de la montaña
las lomas negras de poniente
que se asoman al valle
y que se extienden al sur,
yo las amo.

Pero desde la colina
hacia el norte
yo solo quiero
y no es un decir
a Lembeidi y la duna que lo envuelve.


Montañas_Sáhara_03
Estos dos grandes poetas del Tiris y el Taganet, se aferraron en sus versos a la belleza de un paisaje plano, blanco y de dunas, interrumpido por montañas negras que aparecen como los puntos cardinales, que sirvieron para la nomenclatura poética en hasania.

Mientras sigan erguidas las montañas en el desierto, seguirán los poetas nómadas que nacen en el interior de las jaimas, surcando las cumbres de su tierra, con bonitos versos y precisas palabras, no es una casualidad que muchos de ellos, cuando les preguntas su fecha de nacimiento, te contestan con un pequeño verso:

- Yo nací el año de la lluvia de las estrellas, el año de la tormenta roja o el año del ratón.

Los números se convierten en palabras y las palabras son el calendario de frases poéticas que describen los mitos y sucesos de una tierra única y entrañable.

1 La lengua derivada del árabe que se habla en el Sáhara Occidental y Mauritania.
2 Región de Mauritania que se encuentra al sur este, entre la región de Adrar y el Houd Chargi.
3 Es la poesía escrita en hasania que canta a la tierra.
4 Es uno de los géneros musicales del Houl, que es la música en hasania.
5 Montaña de color oscuro de la región de Taganet, Mauritania.
6 Una región del Taganet, Mauritania.
7 Una región del Taganet, Mauritania.
8 Una región del Taganet, Mauritania.
9 Pobladores originarios del Taganet, Mauritania.
10 Montaña de color oscuro perteneciente a la región del Taganet.
11 Región sureste del Sáhara Occidental.
12 Monte que se encuentra en Tiris.
13 Montaña en la región del Tiris, Sáhara Occidental.
14 Montaña que se encuentra en Tiris, Sáhara Occidental.

Montañas_Sáhara_04

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Y… ¿dónde queda el Sáhara?

Sobre el blog

Intentar mostrar la riqueza de la cultura saharaui. Ese es el objetivo de este espacio. Una cultura nacida de la narración oral, de los bellos paisajes del desierto, de las vidas nómadas y el apego a la tierra, de su origen árabe, bereber y musulmán, de sus costumbres únicas y de la relación con España que se remonta a más de un siglo. Una cultura vitalista, condicionada por una historia en pelea por la supervivencia desde 1975. Coordina Sukeina Aali Taleb

Sobre los autores

Sukina Aali-Taleb Hija del exilio, Sukina Aali-Taleb nació en Madrid por casualidad, de padre saharaui y madre gallega. Es miembro del grupo de escritores La Generación de la Amistad Saharaui y coautora del libro "La primavera saharaui, los escritores saharauis con Gdeim Izik", tras los acontecimientos de El Aaiún, en 2010. Periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura en institutos públicos de Madrid. Como no puede ser de otra manera, apoya al Frente POLISARIO en proyectos de ayuda a su pueblo, refugiado y abandonado a su suerte en Tinduf (Argelia), desde hace cuatro décadas.

Roberto MajánRoberto Maján, ilustrador. Le gusta decir que fue el último humano nacido en su pueblo; piensa que eso lo hace especial. Y que su abuela se empeñó en llamarle Roberto en memoria de Robert Kennedy asesinado cuatro días antes. En la época en que nació y se bautizó, el Sahara era español, en el mal sentido de la palabra. El lo sabía por las cartas que recibía de su tío Ramón, destinado allí en su servicio militar. Los sellos que las franqueaban prefiguraron el universo imaginario que tratará de recrear en las imágenes de este blog.

Bahia Mahmud Awah Bahia Mahmud Awah. Escritor, poeta y profesor honorario de Antropología Social en la Universidad Autónoma de Madrid, natural de la República del Sahara Occidental. Nacido en los sesenta en la región sur del Sahara, Tiris, la patria del verso y los eruditos. Cursó estudios superiores entre La Habana y Madrid, donde reside. Pertenece al grupo de Escritores Saharauis en lengua castellana.

Willy Veleta Willy Veleta. Willy Veleta consiguió su licenciatura de periodismo de una universidad estadounidense (ahí queda eso) y ha trabajado en todos los canales privados de TV en España… de los que huyó cuando se dio cuenta de que querían becarios guapos. Ahora es profesor de periodismo en inglés y prepara su tercer libro, una novela sobre los medios.

Liman Boicha Liman Boicha. Se licenció en Periodismo en la Universidad de Oriente en Cuba. Después de una larga ausencia regresó a los campamentos de refugiados saharauis y durante cuatro años trabajó en la Radio Nacional Saharaui. Actualmente reside en Madrid. Ha publicado Los versos de la madera y ha participado en varias antologías de poesía saharaui: Añoranza, Um Draiga, Aaiún, gritando lo que se siente, entre otras. Forma parte del grupo poético Generación de la Amistad Saharaui y es miembro de la Asociación de Escritores por el Sahara-Bubisher.

Larosi Haidar Larosi Haidar. Tras el alto el fuego, se instaló en Granada, donde se licenció y doctoró en Traducción e Interpretación. Actualmente es profesor de esta misma disciplina en la Universidad de Granada y ha publicado varios trabajos relacionados con la cultura saharaui. También ha participado en varias antologías de poesía saharaui.

1000 voces para un poema

SANKARA SIDATI2
Poema de Bahia MH Awah, escritor, poeta y antropólogo. Imagen del archivo RASD, el poeta y diplomático saharaui Mohamed Sidati y el desaparecido líder africano Tomás Sankara en 1982 visitando a la República Saharaui y a los campos de refugiados saharauis. 

África vuelo California BA 279

En homenaje a mis hermanos y hermanas del

África negra que surcan por sus

sueños atravesando desiertos y

océanos por un mundo mejor.

 

Lejos y sin cosechas, allí dejo

mi África sin pan.

 

Repetía una y otra vez cuando despedía

tierra firme, su tambor, su mortero y su viejo arado.

Náufrago,

se marchó en busca de otros horizontes,

y el África atrás despedía, sumergida en tristes tinieblas,

de hambrunas,

de guerras de tripas,

de cayucos y pateras,

hundidos con todas las quimeras de la tribu.

 

El pan que un día partió para traer

costaba tanto como el caviar

del “Masa Time Warner Center de Manhattan”.

 

Bububakar, no dejó de llevar consigo un fardo

lleno de ilusiones,

se lo aconsejó el jefe de los saimara,

se lo aconsejó el chej de los bambara,

se lo aconsejó el patriarca de los zulú,

para que el día de la vuelta,

“si Dios navega

en tu habitual deriva de cada mar

viera su nueva chabola rebosando pan,

trigo, maíz, arados y el timbal de tambores”.

 

Desde mi ventanilla busco África y delibero para sofocar

la ira de mi conciencia.

 

Veo una Europa egoísta,

envuelta en oscuras nubes del porvenir,

veo gigantes rascacielos,

veo chimeneas de fábricas triturar mi virgen maíz,

y veo otras ensayar armas que destruyan

los verdes campos de mis trigales,

y al ver otras y otras aldeas de espigas segadas

el dolor remueve mis intestinos vacíos,

esos de quienes llegan la deriva.

 

Preocupados los ancianos del clan,

dicen, de España esta vez llegan al Atlas

blindados de guerra en vez de granos de cebada

para hacer el cuscús del Rif,

y de Francia estorban la vida muchos soldados,

que no dejan de molestar ¡Eh, tu outre ici!

En pleno vuelo,

no dejo de pensar en el viejo continente,

rezo para que esa humanidad vuelva a emerger

otra vez tras este siglo sin siembras

de maíz,

sin arrozales y sin el sagrado trigo de los hijos de Caín.

 

Ya sobre las nubes del Atlántico

siento franqueadas las fronteras,

y rotos los sueños,

los cayucos no cesarán de atravesar estos mares

porque creen que otro mundo más justo es posible.

¿A dónde vas humanidad de tez blanca?

De ojos miopes, azules, oscuros y verdes,

de hurtados cerebros enfermizos,

de vacíos y retuertos vocabularios

de postizos principios y corruptos amigos,

su mundo es tan alejado,

separado y diferente en valores de lucha,

de África y de la franca libertad al mío.

 

Y como africano le confieso que

ni una vez me inclino a la mano que se besa,

ni en mi corazón tengo lugar para cubrir al malvado.

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