Texto: Bahia Mahmud Awah y Fotos de Mercedes Romero
Ilustración: M. Moulud Yeslem
El pasado viernes 9 de noviembre en la ciudad castellano manchega de Herencia tuve el placer de compartir un paseo reflexivo poético, y diría antropológico, con un nutrido público herenciano que sigue de cerca la historia del Sahara Occidental y su proceso de descolonización. El sentido del encuentro radicaba en “Palabras que unen” y su herencia en la memoria colectiva me llevó a un espacio, de esos de las bibliotecas, donde se resguarda con fidelidad el verbo en su más esplendido y extenso sentido de transmisión.
En este encuentro recordé que 37 años atrás un grupo de 23 escritores españoles visitaron al pueblo saharaui en plena guerra y exilio para comunicar su causa y exponerla en su registro de verso y activismo intelectual. Esta verdadera leyenda de la historia de la solidaridad y apoyo al pueblo saharaui la encabezó el gran poeta José Agustín Goytisolo, junto con Javier Reverte, Emilio Sola, Ángel Alda y Fanny Rubio entre otros.
Las “Palabras que unen” me trasladaron a retomar retazos de la historia saharaui para acercarla al público asistente a la biblioteca municipal de la población manchega de Herencia. Estas actividades se desarrollan en el marco de las jornadas culturales de la comunicación que organiza anualmente la biblioteca municipal que gestionan Ana Fernández Conde y Prado Iniesta, encargadas del proyecto “Herencia de las palabras y de la biblioteca”. También contó esta jornada con la participación de la presidenta de la Asociación Amigos del Pueblo Saharaui de la localidad, María José García, el artista Jesús Romero y la profesora y activista Mercedes Romero.
Partiendo del acertado lema “Las palabras que nos unen” centré mi charla sobre la identidad cultural saharaui y su convivencia de un siglo con la lengua española, su cultura y literatura. Para introducir esta amplia parte de la historia del Sahara Occidental, recordé una antología publicada en los años ochenta con la presentación manuscrita del gran poeta de la Generación del 27 Jorge Guillén, y con un corpus de comprometido verso de una veintena de escritores comprometidos con la causa saharaui. Introduciéndome al tema me acompañó la profesora Mercedes Romero recitando poemas de la antología titulada, “Os doy esto desnudo que es mi mano” y de mi libro “Versos refugiados”. Mercedes recitó un poema titulado “Un texto de urgencia sobre y para el pueblo saharaui”, del poeta canario Fernando Quiñones y “Elegía por un pueblo destruido, ayer y hoy” del poeta Manuel Conde. Poemas que yo escuchaba y recitaba en los años ochenta y noventa en la Radio Nacional saharaui edición lengua castellana en el programa “Poemario por un Sahara Libre”.
Desde un espacio como esta jornada no dejé que se me escapara la ocasión para recordar a ese grupo de intelectuales españoles y latinoamericanos que acompañaron y siguen a la causa saharaui desde sus inicios. Recordé a Eduardo Galeano, Jorge Guillen y Mario Benedetti entre otros. Los saharauis decimos que el ojo y el oído, el pie y el deseo y la mano y la boca son hermanos de padre y de madre. العين ولوذن اخوات شقة ، ولكراع ولاخلاق اخوات شقة ، وليد ولفم اخوت شقة en el sentido de que se tiene razón en una lucha cuando es argumentada y apoyada su legalidad, no solamente por ti sino por otros observadores. Este es el caso de este grupo de los 23 poetas con la causa saharaui, inspirados en la fraternidad, la amistad, la libertad, la justicia y la paz para los pueblos cuando se sublevan contra cualquier tipo de dominio.
Expuse durante dos horas reflexivas un repaso del verso saharaui en su recorrido por los acontecimientos políticos y sociales acaecidos durante estos años en el Sahara Occidental. Recordé a las tres generaciones saharauis que produjeron un verso limpio, fijo y con especial esplendor, que representa y describe el proceso de descolonización saharaui desde los años sesenta y setenta hasta hoy día. Los saharauis son una sociedad y una cultura heterogénea, afro-árabe-senhaya con un siglo de convivencia con la cultura hispana. Dos lenguas y dos culturas coexistieron pacíficamente y civilizadamente en el Sahara Occidental. Se oró tanto en iglesias, como en emsid[1] y mezquitas. La darraá[2] y las corbatas casaron durante mucho tiempo. La sociedad saharaui se mezcló con la hispana y tejió indestructibles lazos que el paso del tiempo no ha podido desatar. La literatura de ambas culturas bebieron una de la otra desde el verso de autor nacional clásico de las dos orillas. Las generaciones usaron las dos lenguas sin complejos y supieron cómo proyector a los saharauis hacía los más de quinientos millones de hablantes hispanos. El privilegiado estado social y emancipatorio de la mujer saharaui es una realidad entre los dos géneros sociales: El mundo reaccionario árabe ha excluido a los saharauis por su carácter cultural aperturista y cercano al mundo occidental. Los sabios y eruditos saharauis fueron omitidos durante el periodo colonial porque eran la página más elocuente del pasado político organizativo precolonial de los saharauis. La causa saharaui evidentemente es africana, como lo anunciaba en los años setenta aquella mítica canción revolucionaria saharaui, “Nuestra causa es africana, nuestra causa es africana y la tierra del Sahara es invadida”. Para finalizar mi intervención, abordé el culturicidio que practica Marruecos contra la identidad saharaui. Debemos alzar con urgencia la voz para denunciar un atropello cultural que Marruecos está cometiendo contra la identidad saharaui.
En síntesis estos fueron fragmentos de una charla de dos horas, que concluyeron con algunas reflexiones, preguntas y respuestas aclaratorias que se vertieron desde el público. No hay nada más hermoso que la interacción de un autor y un público interesado que se escenifica en una biblioteca, un teatro, una sala magna, debajo de la sombra de una acacia o sobre el lomo de una duna. Jorge Guillen decía: “Con toda el alma y con absoluta convicción me adhiero a la defensa de los derechos humanos y de la paz; y ahora me asocio a todo movimiento que favorezca y proteja a los desvalidos saharauis”, en Málaga a 20 de diciembre de 1982.
[1] Recinto tradicional de la cultura saharaui y la mauritana que las familias construyen de piedra y en forma de un arco frente a sus jaimas para orar, tertuliar, debatir y enseñar a los niños sus primeras letras.
[2] Vestimenta nacional saharaui de origen africano que usa el hombre.
Hay 0 Comentarios