Juan Carlos Gimeno cogido de la mano de su amigo Badi Mohamed Salem, junto a los poetas nacionales saharauis en 2017, en las jornadas de la Universidad Popular de los Movimientos Sociales, UMPS, campos de refugiados saharauis
Texto: Profesor Juan Carlos Gimeno Martin, Universidad Autónoma de Madrid, experto en la sociedad saharaui.
Epitafio de un poeta: “Aíslame del infierno con una cortina de verdor”
Fotografía Bahia MH Awah
Nos ha abandonado Mohamed Mustafa uld Mohamed Salem uld Mohamed Lamin uld Abdelahe, nos ha abandonado Badi, que Dios lo bendiga, el decano de los poetas saharauis. Nació en el año 1936 en un lugar que se conoce por el nombre de Echnaba, en la región de Guelta y se encuentra hoy en la parte ocupada por Marruecos del Sáhara.
Badi es reconocido entre los suyos como el señor de la poesía saharaui, pero era sobre todo señor de su propia vida, de su humanidad. Para Badi como para Antonio Machado no había nada por encima de ser hombre; y él se hizo hombre siendo saharaui y nómada, como los demás nos hacemos hombres y mujeres siendo de otro lugar y de otras maneras. Humanidad y dignidad son conceptos que designan la misma materia del ser que somos sobre la tierra, no pueden separarse. La digna humanidad de Badi se desplegaba en cada uno de sus actos. Cuando te saludaba al encontrarse contigo y te daba la mano, no era la mano lo que te daba, sino lo que iba con ella, el mismo.