Texto y foto: Bahia Mahmud Awah
Ahmed Mahmud Uld Omar, el juez y poeta del exilio
Durante estos últimos años del proceso saharaui, me he ido familiarizando con su nombre, Ahmed Mahmud Uld Omar. Su obra fue incluida en el trabajo etnográfico de investigación sobre la historia y memoria de la sociedad saharaui que produjimos el año 2014. Un ambicioso proyecto de investigación del que formo parte y que dirigen los profesores Juan Carlos Gimeno Martín y Juan Ignacio Robles de la Universidad Autónoma de Madrid. En estos últimos cinco años he estado estudiando la poesía de los poetas saharauis en hasanía para que su obra vea la luz fuera del contexto oral que sufre el verso saharaui en hasanía de todos los grandes poetas de su generación.
En octubre de 2011 tuve la suerte, junto al profesor Juan Ignacio Robles, de compartir un día de charla con Ahmed Mahmud sobre su obra. Nos recibió en su jaima de la Wilaya de Auserd donde residía junto a su familia. Un hombre campechano, divertido y muy elocuente en su vida como poeta y juez, al que el destino le llevó a experimentar diferentes tiempos sociopolíticos adversos. Ese día en su jaima, infundido en una دراع صحراوي clásica darra saharaui de color blanco y un elegante الثام اكحل turbante negro, que colgaba en su cuello, le invité a que nos hablara de su historia de vida como poeta. Recuerdo que comenzó diciéndonos: “Nací en افطوط Aftut en la región de الحوظ الغربي Elhaud Elgarbi en Mauritania, era el año como lo llamaban en Mauritania عام النعيسان Am Neisan, y que correspondía al año pastoril saharaui en el que desapareció todo افريك اهل لبصير el frig de Ahel Lebsir, fecha que corresponde al año gregoriano de 1947.
Ahmed Mahmud como poeta y juez contaba que a los seis años inició el estudio e interpretación del libro del Corán y la lengua árabe, erudición que siguió hasta que culminó la memorización de los sesenta capítulos del libro sagrado a manos de su padre, un hombre versado en la teología musulmana y con conocimientos de la lengua árabe y su literatura. En aquella charla el poeta se sintió cómodo con nosotros, porque decía que era lo que siempre había querido compartir con las personas interesadas y que dejan huella. Recordaba que su padre tenía una escopeta de caza y que lo llevaba con él muchas veces para aprender a cazar en el desierto.
Después de ese periodo de infancia, a los 15 años se dedicó a estudiar la gramática árabe y los principios teológicos de la religión. A los 19 años recibió una carta de un familiar que residía en El Aaiun, la capital del Sahara entonces colonia española, misiva en la que le decía que fuera a su patría para trabajar y vivir.
Una vez en la ciudad de El Aaiun, y tras un largo viaje que hizo a lomos de su camello, se instaló en la ciudad y conoció a sus habitantes. El Gobierno General del Sahara de esa época colonial, le invitó a que trabajara con la administración basándose en sus conocimientos en el derecho consuetudinario, la teología y su dominio de la lengua clásica árabe. Tras un periodo en el que impartió clases de árabe, la administración de El Aaiun le asignó como vicealcalde de la ciudad. Tarea en la que prosiguió hasta los primeros brotes de connotaciones nacionalistas de 1969 protagonizados por la organización política que fundó el periodista e intelectual saharaui Sidi Brahim Basiri. En aquel año Ahmed Mahmud conoció en persona a Basiri e intercambió con él varios encuentros en su casa y decidió afiliarse clandestinamente en la organización. Tarea revolucionaria y anticolonial que compaginó con el servicio que prestaba a la administración española. Tras los acontecimientos del barrio Casa Piedra, Zemla, el 17 de junio de 1970, España arremetió contra la organización y secuestró e hizo desaparecer a Basiri y encarceló a varios militantes, que un año más tarde fueron puestos en libertad. Ahmed Mahmud contaba que la población de Smara les hizo un multitudinario recibimiento en el que se montaron jaimas, se sacrificaron camellos y cantaron canciones de gesta por su liberación. Ahmed Mahmud decía que en fue en aquella ocasión cuando nació su primer verso anticolonial. Había una mujer que era militante de la organización de Basiri y que se llamaba Salka Mint Blal en la fiesta, ella tatareaba un estribillo al ritmo del tabal que tocaba junto a otras mujeres y decía.
يامولنا عين ازماني ابش انحرر وطاني
يامولنا عين ازماني ابش انحرر وطاني
Dios dale fuerza a mi pueblo
para liberar mi patria. (bis)
Ahmed Mahmud decía que al oír las palabras mi patria y liberar sintió que le brotaban sus primeros versos, que desde entonces definieron su pensamiento anticolonial y su apego a la organización que sirvió como embrión del movimiento de liberación saharaui, Frente Polisario, surgido de su antecedente histórico, la Organización Liberación Sahara, que había fundado el periodista Sidi Brahim Basiri y otros jóvenes de su generación entre los que estaba el actual presidente de la República Saharaui Brahim Ghali. Ahmed Mahmud recordaba que no era entonces consciente de la importancia de aquellos históricos versos en el registro de la memoria saharaui y que le llevaron al exilio, tras la invasión militar del territorio por parte de Marruecos.
عن شورك كان سمع حد يبدع لك ماه متحاني
بيه الي مؤمن و امحد واسلاً ماه نصراني
Si alguien escucha
tus estribillos
te contesta desesperado,
porque emana fe en la lucha,
unidad,
y porque no es nasrani.
En estos versos, su primera composición, Ahmed Mahmud pretendió usar el termino نصراني nasrani, es decir cristiano, como recurso para referirse a los que gobernaban, es decir a los colonialistas europeos. Implícitamente quería decir con el recurso que él no era europeo colonialista, a pesar de haber ostentado esa identidad española de la época.
Como anécdota comentaba Ahmed Mahmud que, a pesar de ser segundo alcalde en la administración colonial de El Aaiun, participaba en las manifestaciones del POLISARIO camuflado entre la multitud, cubierto por su turbante negro y gafas oscuras para no ser identificado, siendo funcionario del Gobierno General del Sahara.
En 2011 hicimos un viaje a los campamentos saharauis del exilio donde residía el poeta. Teníamos planificado verle y recoger parte de su obra y su historia de vida como un poeta referente de los que tienen rastro en la memoria contemporánea del proyecto nacional saharaui. Así lo hicimos, con el propósito de recoger y editar parte de su obra para una antología que engloba piezas de la producción literaria de los más de quince poetas nacionales saharauis que producen en la lengua hasanía e introducir su obra en la película “Legna, habla el verso saharaui”, trabajo que estrenamos en el año 2014 Juan Ignacio Robles, Juan Carlos Gimeno y yo mismo.
Sabiendo que el poeta igual que sus versos, en la memoria es inmortal, Ahmed Mahmud siempre estará vivo en el registro de cualquier generación saharaui y tiempo.
Hay 0 Comentarios