Se sabe que la pobreza se ha reducido en Latinoamérica en los últimos años de bonanza de las materias primas. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dio cuenta de ello ayer en su panorama social. La CEPAL también destacó que esa disminución de la proporción de latinoamericanos pobres obedece más a la creación de empleo que acompañó al crecimiento económico -algo que no es habitual en todos los procesos de expansión- antes que a los nuevos programas de transferencias monetarias a las personas de menos recursos, una herramienta que igualmente contribuyó a la mejora social.
Pero la reducción de la pobreza no ha sido igual en cada país desde 2002, cuando comenzaron a subir los precios de las materias primas, hasta 2010 (último dato disponible). En algunos países se contrajó más de 10 puntos porcentuales: Argentina (del 45,4% de los tiempos de la megacrisis del corralito, la devaluación y la suspensión de pagos al 23,8%, un nivel poco menor al previo a aquella hecatombe, según las cifras de la kirchnerista Central de Trabajadores de Argentina, que calcula un indicador mayor al del Gobierno de ese país, que es el que a su vez considera la CEPAL), Brasil (del 37,5% en 2001 al 24,9% en 2009), Ecuador (del 49% al 37,1%), Panamá (del 36,9% al 25,8%), Perú (del 54,7% en 2001 al 31,3%) y Venezuela (del 48,6% al 27,8%).